Capítulo 32: entréganos a la chica.

Comenzar desde el principio
                                    

—Ni se atrevan siquiera a lastimarla —uno de los hombres lo tomó por el cuello de la camisa y lo golpeo contra la pared apuntándole con un arma en la cabeza, quería salir, gritar, hacer algo pero Karla me tapo la boca y no me dejo hacer nada solo me quede viendo cómo golpeaban a mi esposo.

¿Me estás amenazando Gilinsky?. Entreganos a la chica y quedarás fuera de esto.

—Se fue a Europa a vacacionar, regresara en dos semanas.

Bueno, tendremos que esperar.

O dinos en dónde está para ir por ella —Jack se quedó en silencio y uno de ellos rió.

Entiende, quiere disfrutar las dos últimas semanas con su esposa.

—Mas te vale que no estés mintiendonos —se dirigieron hacia la puerta y por fin se fueron, Jack movió el sofá, Karla y yo salimos de inmediato. Me aferré al cuerpo de Jack, comencé a llorar desesperadamente, se supone que él debería de estar asustado o algo por el estilo; lo habían golpeado pero parecía muy tranquilo, yo era la que estaba asustada.

—Tranquila, ya pasó todo —dijo acariciando mi pelo.

—Jack, lo siento.

—Mi vida tranquilízate por favor.

Comencé a sentirme demasiado alterada, mi respiración comenzó a acelerarse y a costarme cada vez más trabajo respirar, sufro de asma y estos ataques me ocurrían cada vez que me encontraba bajo presión. Quería hablar pero no podía, sentía un nudo en mi garganta después no se que me sucedió.


Jack POV.

Madison se desvaneció en mis brazos, me altere demasiado, corrí con ella en brazos y la subí en el asiento trasero del auto, aún no reaccionaba, conduje excediendo la velocidad permitida y fue así como llegué en 10 minutos a la clínica. Entre por la parte de urgencias, un doctor al verme corrió a atenderla de inmediato, la examinó y ordenó trasladarla a una habitación. Una vez allí le colocaron un respirador y la conectaron a una máquina que marcaba sus signos vitales. El doctor logró estabilizarla sin suministrarle medicamentos, en su estado era demasiado riesgoso. Me maldije por haberla llevado a la oficina sabiendo que en cualquier momento esos hombres podrían ir ahí. Una dulce voz me sacó de mis pensamientos.

—Jac... Jack... —decía alterada.

—Aquí estoy cariño —se retiró la mascarilla de oxígeno, intente colocarsela de nuevo pero no lo dejo.

—Lo lamento, esto es mi culpa —dijo con los ojos cristalizados— mi bebé, ¿cómo está?

—Está bien, pero si no te calmas podrías perjudicarlo, por favor mi amor tranquilízate —paso su mano por mi rostro, acariciándome, en el labio superior tenía una pequeña cortada producto de la golpiza que me habían dado.

Esto era todo mi culpa, ella estaría tranquila y a salvo si yo no hubiera aparecido en su vida, me sentía tan culpable. De pronto la puerta se abrió dejando ver a Sofía, en cuanto entró se abalanzó sobre Madison.

—Amiga te he dicho más de mil veces que tu inhalador debes tenerlo contigo todo el tiempo.

—¿Usas inhalador? —le pregunté.

—Claro que debe usarlo pero es tan terca que jamás lo lleva con ella —Nate entró y se colocó al lado de Sofía.

—De verdad que lamento que te haya pasado esto.

—Gracias Nate.

—Afuera está Edward, María José, mi madre y Gaby, quieren saber si pueden entrar.

—Claro que sí —Nate salió un instante y luego entró Gaby corriendo, detrás de ella el resto de la familia.

—Mami, ¿qué te pasó? —dijo intentando subir por la cama, la tomé en brazos y la senté en la orilla de la camilla.

—Nada corazón, fue un desmayo eso es todo.

—Mami, ¿verdad que tú no me vas a dejar? —dijo aferrándose con sus manos al cuello de Mad.

—No corazón, eso no pasara.

—Hija me asuste demasiado cuando Karla me dijo que te habían traído a la clínica —dijo mi mamá. Al verme algo golpeado puso cara de espanto— hijo pero ¿qué te ha pasado?, ¿los asaltaron?

—Algo así madre —me abrazo fuertemente.

—Cuñada me alegro que no haya pasado de un susto —habló María José.

—Lamento tanto haberlos preocupado.

Gaby se sentó en el sofá para las visitas mientras los demás tratábamos de animar a mi esposa pero note algo extraño en la respiración de Gaby, estaba algo lenta y si mi vista no me fallaba podía ver pequeñas gotas de sudor en su frente— Hija, ¿te pasa algo? —no contestó así que me acerque a ella— Dios, estás ardiendo en fiebre —la tomé en brazos y salí de la habitación seguido por mi madre.


Madison POV.


—Pero toda la mañana estuvo muy tranquila —dijo Edward preocupado. Quise levantarme para ir a ver a Gaby, de inmediato Sofía me detuvo.

—¿A donde piensas que vas? —dijo tomándome del brazo. Nate viro los ojos fastidiado y la ayudó a colocarme de vuelta en la cama.

—Quiero ver como esta Gaby.

—Espera a que Jack regrese, no es conveniente que te levantes ahora.

Pasaron aproximadamente 45 minutos y Jack entró con los ojos un poco hinchados.

—Mi amor, ¿cómo está?

—Esta inconsciente a causa de la fiebre, necesita una donación.

—¿Donación?, ¿de sangre?, yo puedo dársela.

—No, de células madre.  

Casada con un extraño ; m.b // Jadison Donde viven las historias. Descúbrelo ahora