–Me estás controlando, eh. –Bromeó.

–¡Sabes que no es así! –Lo miré feo. –Nunca más te preguntaré algo, después empiezas a decir estupideces.

Este rió y besó mi frente.

–Sabes que bromeo.

–Más te vale.

Me separé de él y pude entrar a la cocina por fin, me haría un queque express, era fácil y realmente rico.

{...}

–¡Caitlin! –Sentí que gritó Hilary.

El grito sonó como si fuera un alivio que estuviera aquí.

Apenas me había bajado del auto y ya corría hacia mi.

Cerré la puerta y la miré con una sonrisa, al parecer me había estado esperando.

–¡Hola! –Saludé.

Cuando se acercó me dio un abrazo fuerte y un largo beso en la mejilla.

–¿¡Cómo estás!? –Dijo desesperada. –Dios mío, tanto tiempo. La última vez que te vi estabas postrada en una camilla completamente delgada, te has recuperado eh. –Dijo nerviosamente.–Y también con unos kilos demás.

Mi rostro cambió rápidamente, ¿Me había dicho gorda?

–¡Estoy bromeando, estás preciosa! –Tocó mi hombro. –Era una forma de decir que ya has recuperado tu físico.

–Gracias. –Reí. –Uhm...¿Qué haces aquí afuera? ¿No has entrado? –Pregunté.

–Sí, pero he querido salir a tomar un poco de aire. –Dijo con la voz tiritona y miró quien estaba detrás mio. –Tomlinson.

–Hilary. –Sentí la voz de Louis. –¿Le acabas de decir gorda a mi novia? –Preguntó.

–Claro que no. –Respondió. –¿Cómo estás?

–Muy bien.

Afirmó sus manos en mis hombros, se formó un momento tenso... ¿Pero por qué? Estábamos en confianza, eso no tendría que pasar.

–¿Vendrá Samantha? –Pregunté.

–Sí, viene en camino. –Miró su reloj. –He llegado muy temprano, tu sabes como es Josh. –Se encogió de hombros.

–Deberías entrar e ir junto a tus amigos. –Me di media vuelta. –Déjame con Hilary para hablar sobre cosas de chicas.

Louis sonrió mientras negó con la cabeza.

–Bien, que empiece su día de chicas. Lo que es yo... entraré ahí a disfrutar mi día de hombres. –Suspiró. –Luego sacaré las cosas del auto.

Asentí con la cabeza y caminó hasta entrar a la casa.

–¿Por qué no estás adentro? –Pregunté nuevamente. –Y dime la verdad.

–He peleado con Josh. –Murmuró. –Y he estado un poco nerviosa porque ha bebido, se supone que había dejado el alcohol. –Suspiró.

–¿Por qué nerviosa? –Pregunté. –No me digas que te ha... –Me interrumpió.

–Me levantó la mano. –Miró a todas partes. –Luego me prometió no beber más, y rompió esa promesa. –Suspiró. –Luego bebió nuevamente, intenté irme de la casa pero creo que esa fue la peor decisión que he tomado. –Sus manos tiritaban. –Me golpeó de nuevo, pero le di otra oportunidad. No bebió en todo este mes, pero ahora lo hizo y peleamos. No se puso tan agresivo ya que estaba Liam ahí.

R E H A B I L I T A C I O N .Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt