–¡Ay! –Exclamó. –Es primer día, nadie tiene los puestos definitivos. Vamos a sentarnos, ¿Nos sentamos juntas?

–Está bien. –Sonreí. –¿Estás usando brillo labial?

–Sí, mi madre no me deja pero he traido mi brillo a escondidas.

Reímos.

–¿Quieres? –Preguntó.

–Está bien. –Accedí.

Nos sentamos en unos asientos del medio.

–Por cierto me llamo Joyce Houston.

–Caitlin Dereks.

–Un gusto, Cait. –Le sonreí.

Entró un chico alto, piel blanca y ojos celestes. Cejas totalmente definidas... era muy guapo.

–Joy. –Dijo al entrar. –Se me ha olvidado pasarte tu almuerzo.

–Gracias, Ethan. –Le sonrió. –El es mi hermano, va dos años más arriba que nosotras.

–Hola. –Saludé.

–Hola. –Me miró. –Ohm...¿Cómo estás?

–Bien, gracias. –Le sonreí.

Y en ese momento me declaré totalmente loca por ese chico. Era tan... lindo.

Fin del falshback.

–¿Brillo labial? ¡Ya estaban en segundo grado de secundaria! Tendrías unos... ¿12 años? ¿13?

–Tenía 12. –Reí. –Yo no usaba maquillaje, no me dejaban.

–Quiero saber... ¿Cómo empezaron hablar?

–Bueno, con Joyce nos hicimos cada vez más amigas, iba a su casa, ella a la mía. Pero siempre yo quería ir a su casa porque estaba Ethan, siempre estaba jugando con su perro cuando iba, y yo me quedaba unos minutos hablando ya que amo a los perros. –Sonreí. – Y así.

–¿Pero...? ¿Cuando empezó a ver como algo más que una amistad?

–Eso fue dos años después, ya tenía 14 años y el 16. –Suspiré. – Mis padres juraban que era mi mejor amigo, siempre salíamos... y debo decir que cuando tenía 14, realmente no parecía de esa edad.

–No entiendo.

–Siempre fui madura para mis cosas, tenía 14 pero perfectamente podía pensar como una persona de 18 años.

–Cuentame como fue su relación.

–Fue sana. –Respondí. –Siempre nos demostrabamos nuestro cariño, pero a escondidas de unos padres. Tenía miedo de que no me dejaran tener algo con él, un día fuimos a Holmes Chapel, mis padres fueron a comprar unas cosas y yo con Ethan nos fuimos a una plaza... Joyce y April estaban con mis padres. –Pausé. –Caminamos por una plaza y de un momento a otro sentí como algo sonó y era un cartel gigante de que si quería ser su novia. –Sonreí por el recuerdo. –Recuerdo que estaba muy feliz y ya llevabamos muchos meses siendo algo más que amigos.

–¿Que cosas hacian?

–Nos gustaba ver películas, habían días en donde nos encerrabamos en el salón de cine y veíamos unas cinco peliculas, pero no siempre las veíamos... siempre nos besabamos o nos reíamos por las imitaciones mala que hacía Ethan. –Reí. –Una vez no sé de donde sacó una peluca rubia y empezó a imitar a Hannah Montana.

Reí por el recuerdo.

–También nos gustaba pasear por el centro de Londres, siempre nuestro punto de encuentro era el Ojo. –Mire el techo. –Ibamos al puente a mirar como el agua pasaba en las tardes de invierno, jugabamos debajo de la lluvia cuando estabamos paseando, recorríamos las fronteras de la ciudad perdiendonos en el bosque, hacíamos picnic en el bosque, ibamos acampar con amigos, ibamos a ver su abuela, pasaba días en su casa y el hacía lo mismo en mi casa, Joyce tenía novio y era amigo de Ethan, siempre ibamos a los bailes juntos, o salíamos los cuatro a parques de diversiones, una vez... nos subimos a una montaña rusa y Joyce vomitó. –Reí. –Fue totalmente chistoso verla empapada de vomito.

–¿Ustedes tuvieron... relaciones?

–Sí. –Admití. –Con él perdí mi virginidad, fue lindo... –Fruncí mi garganta. – Todo era amor, cariño... y era nueva en ese mundo de... ya sabes. –Rió. –Ya llevabamos como un año, luego pasaron los meses y todo estaba excelente, hasta que la muerte de mis padres se hizo presente y mi mundo se desmoronó, Ethan me apoyo los primeros días... pero también se aburría de mi, y todo se fue a la real mierda. –Me encogí de hombros.

Me miró unos segundos y suspiró.

–Nosotros no hemos hecho cosas así. –Murmuró.

–No hemos tenido tiempo. –Besé sus labios cortamente. –Y no te pido que hagamos cosas así, estando junto a ti estoy bien, y nunca me aburro. ¡Aparte! Hemos hecho cosas locas, por ejemplo escapar de Londres e irnos a Estados Unidos, tratar de encontrar a mi padre trabajando con detectives. Y también salimos en Estados Unidos, Fuimos a un parque de diversiones increíble, fuimos a playas privadas y un par de Clubs. –Le sonreí. –Parece una teleserie como... White Collar.

–Sólo hubo una parte en donde se pareció a White Collar... en la parte de detectives. –Rió. –El resto fue algo normal.

–Algo que no hacía hace mucho. –Le corregí. –Aparte nunca tuve esa libertad de salir por Estados Unidos, era pequeña cuando lo hice y... ahora fue mi primera vez, no creas que contigo es aburrido o no hacemos cosas interesantes que no me llenan, la paso increíble. 

R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now