Capítulo 34

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Tom se observaba en el espejo bastante satisfecho con su pelo, Allen tenía talento, no podía negarlo.

Le había pagado bastante dinero por su servicio y ya había acordado que a partir de ahora vendría al apartamento para seguir cortándole el pelo. 

Le gustaba tenerlo perfecto por lo que solía estar retocándose constantemente las partes más cortas y los mechones más largos para que el corte no perdiera su forma y verse siempre igual de atractivo e irresistible.

Por lo que le ofreció al chico un sueldo fijo a cambio de venir varias veces al mes. 

Allen aceptó de muy buen agrado mientras Patrick le fulminaba con la mirada.

Era cierto que la idea fue de él, pero le molestaba que conversaran tanto y además, le causaba una ira atroz la expresión placentera en el rostro de Tom mientras Allen masajeaba sus cabellos al lavarlos. 

Sonrió a su reflejo y salió del baño, acababa de ducharse para quitarse los pequeños pelos que siempre quedaban adosados a la piel tras un corte.

Patrick se había quedado dormido sobre el sofá, la película había quedado a medias. 

Tom comenzó a darle suaves besos a lo que Patrick reaccionó pegándole un manotazo en toda la cara.

—No me molestes cuando duermo.— Aclaró bajo la mirada enternecedora del mayor.—Soy adolescente, aun estoy en época de crecimiento ¿es que no entiendes que cortarme el sueño es perjudicial para mi salud?

El rubio soltó una pequeña risa.

—¿No vienes a dormir a la cama? Te recuerdo que tú me tiras del sofá cuando quieres dormir conmigo.— Intentó besarle de nuevo, fracasando.

—Ya bueno, pero yo tengo derechos de los cuales tú no eres beneficiario.

Patrick se dio la vuelta sobre el sillón tapándose con la manta aterciopelada con rallas de cebra.

—¿Derechos? ¿Beneficiario? ¿Qué me he perdido?— Seguía riéndose.— Bueno, entonces yo dormiré solo.

Este se quitó la camiseta dejándola tirada sobre la cara de Patrick, se marchó al dormitorio cerrando la puerta mientras ponía un poco de música clásica para relajarse mientras contaba los segundos hasta que Patrick apareciera en la habitación.

—Uno.....dos....

—¿Sabes?— El flequillo castaño del menor asomó por la puerta.—Tienes mucha suerte de que me de miedo la oscuridad.

—Pero si te dejé las luces encendidas.— Replicó socarrón colocando sus brazos  tras la espalda.

Patrick ahogó un suspiro.

—No me mires con esa horrible cara de chulo estúpido que tienes

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—No me mires con esa horrible cara de chulo estúpido que tienes. 

Tom siguió riéndose, estaba mimoso y tenía ganas de hacerle carantoñas a su peque, aunque este no se encontrara del mejor humor debido a los celos.

—Enséñame otra vez tu tatuaje.— Pidió el mayor.

—No.—Bufó quitándose también la ropa para meterse en la cama, comenzó a ojear su móvil, tenía varios mensajes de Dylan.

Tom seguía sonriendo y feliz de la vida mientras tomaba una copa de vino y se leía su libro preferido.

Patrick no podía evitar mirarle de reojo.

Le gustaba ese hombre sereno, inteligente y atractivo.

—Te lo enseño solo un poquito.— Musitó bajando la manta para que viera aquel corazón en un costado el cual tenía un candado cuya cerradura formaba una T. 

Aquel era el motivo de tanta felicidad de la que estaba disfrutando el rubio.

Le pegó un suave bocado justo donde estaba el tatuaje a lo que Patrick jadeó sin poder evitarlo.

—Idiota, no me muerdas.— Ronroneo acaricinando las ebras doradas de su Tomó mientras se perdía en la oscuridad de sus ojos.—¿Por que mierda tuve que enamorarme de ti?

Tom alzo una ceja.

—¿Disculpa mi amor? Te recuerdo que si no me hubiera fijado en ti seria el heredero de los Crauford, estaría casado y tendría hijos y no sería una marioneta de la CIA en estos momentos, como tampoco habría sido secuestrado, si encerrado, ni...

—Vale, vale, tampoco hace falta que entres en detalles. — Le cortó el castaño.— Además, no seas dramático, que si yo no me hubiera enamorado de ti, ahora mismo...— Patrick rebobino a la infancia, en la que era un niño con deficiencias y dificultades todas superadas gracias a Tom, en la que su padre no le quería, y en la que ya planeaba borrarle del mapa.— Si no fuera por ti....— Agacho la cabeza  mientras sus labios temblaban y su alma se encogía. — Estaría m-muer...

—Sh.— Le ordenó callar a la vez que le recogía en sus brazos.—  Solo Estaba jugando contigo, no quiero que estés triste.

—Te he jodido la vida ¿verdad? Se sincero, por favor Tom.

El rubio suspiró a lo que Patrick apoyaba su frente en el hombro de este.

—¿Por que simplemente no me dejaste morir y ya esta?

— Porque yo moriría contigo, peque, un minuto a tu lado, me valen mas, que toda una vida junto a una mujer que jamas voy a querer, tu eres el amor de mi vida, metetelo en la cabeza, por favor.—  Ambos se acurrucaron bajo la manta dándose besos húmedos a la vez que sus pieles se rozaban estando cada vez mas cerca hasta acabar el castaño recostado sobre Tom.— Mi niño, recuerda siempre esto, " El verdadero soldado no es el que siempre vuelve a casa tras una guerra, si no el que va a la guerra por lo que realmente considera importante."

Patrick sonrió conforme.

—Deberias haberte alistado al ejército, aunque a mi me daría un infarto si te fueras a la guerra.

—Peque, aguantarte a ti es mas peligroso que guerra.— Soltó una risa escandalosa a lo que Patrick intentaba pegarle un rodillazo en las partes nobles.— Después de casi dejarme estéril mas de cinco veces esta táctica ya no te funciona.— Le recordó a lo que el castaño chasqueaba la lengua.

Give Me LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora