Give Me Love

Capítulo 27

Hugo estaba tumbado en la cama acariciando su miembro erecto, era consciente de que el idiota al que Andrew le había encargado vigilarle, estaba con el coche aparcado delante de su casa, y, posiblemente estuviese viendo lo que hacía ya que tenía la ventana abierta de par en par.

Este se tocaba con una sonrisita perversa por encima de la ropa interior imaginando la cara de hombre.

-Hora de la diversión.- Murmuró abriendo el cajón para sacar un dildo, se puso de espaldas a la ventana dispuesto a bajarse la ropa interior delante del coche.

Pero justo cuando estaba en el momento idóneo, su teléfono móvil comenzó a sonar.

-¿Diga?

-Haz el favor de subirte los pantalones.

-¿Qué?- La voz de Andrew le hizo sonreír de oreja a oreja mirando por la venta.- ¿Cómo coño sabes que...? ¿Osea tienes ojos en todas partes o qué?

-Los ojos de mis hombres, son mis ojos, si crees que te lo vas a poder follar, estás muy equivocado.

-Oh Andrew.- Se sentó sobre el pollete de la ventana diciéndole hola con la mano a su ''canguro''.- Si en el fondo sabes que yo solo te deseo a ti.

-Si, pero muy al fondo, en la superficie, eres una puta sin remedio. 

-¿Perdona?- Su mandíbula se desencajó.- No soy una puta, osea, si lo soy, vale, bueno solo un poco.- Andrew carraspeó la garganta.- Vale, soy una puta de las grandes pero no me lo digas así tan descarado, ten un poco de tacto al menos.

-¿Tacto? Te vas a enterar cuando regrese a Madrid, te voy a tener que dar unas buenas nalgadas.

-Uhhh.- Se mordió el labio.- Que miedo.  

-¿Cómo va todo con tu padre?

Hugo dio un largo resoplido, ¿enserio le iba a preguntar por su padre?.

-Como siempre, él me odia, yo le odio, ambos nos odiamos... 

-He seguido investigándolo, no es tan mal hombre.- Se escuchó como inhalaba un cigarro.- ¿Por qué no intentas llevarte mejor con él? 

-Eh... Andrew cariño.- Se comenzó a peinar sus cabellos castaños con los dedos.- Metete en lo que te importa ¿si? no soy tu cliente. 

-Pero eres mi puta. 

Hugo volvió a resoplar, y no de pesadez precisamente, sino porque la voz de aquel hombre le volvía tan, tan loco, que sentía un intenso cosquilleo en la zona baja de su vientre cada vez que le escuchaba. 

-¿Cuándo regresas cielito?- Se tiró en la cama tras cerrar la persiana.- Te hecho de menos.

Andrew comenzó a reírse.

-Eso ha sonado tan falso.- Andrew se mostraba un tanto frío, como siempre.- Pero digamos que estás de suerte, llego mañana a Madrid, así que dile lo que sea a tus padres, te quedas conmigo un par de días hasta que tenga que volver a viajar.

-¿Y donde te irá después?- Se tumbó boca abajo chupando un regaliz negro.

-Negocios, con un compañero, tenemos que terminar una cosa que nos tiene metidos en la mierda y es mejor acabarlo cuanto antes.

-Ahh...

-Por cierto, tendrás que estar tres días con la pareja de mi compañero, no quiere dejarle solo en Londres. 

-¿Y quién es? 

Andrew comenzó a reírse.

-Alguien peor que tú, mucho peor.