Capitulo 31

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Dylan estaba a cuatro patas en la cama, con las manos esposadas tras sus glúteos, la venda de terciopelo amordazandole la boca y la cabeza sobre la almohada.

— Siempre quise verte así. — Comentó el castaño acariciándole las nalgas.— Que follada te voy a meter joder.

Llevaba mucho tiempo deseando ese momento, volver a tener a su rubio entre sus brazos, le había extrañado, deseado, llorado y mil cosas mas durante todos esos meses.

Aquel perfecto cuerpo no se podía comparar con nada, era lo mas delicioso del mundo.

Sus nalgas separadas y su culo bien abierto le hacían tener que tocarse la polla pues le dolía de lo dura que estaba.

Y la Dylan no estaba menos, palpitaba sin parar soltando pequeñas gotas de liquido preseminal, el cual Chris tomó en la yema del dedo y se llevó a los labios.

Le metió la mano entre las piernas y comenzó a masturbarlo despacio mientras se masturbaba a si mismo con la mano libre y su lengua volvía a adueñarse del esfínter del chico que gemía amordazado.

Recorría los bordes del culo del rubio con la punta de la lengua, escupía en el y le metia toda la boca dentro, era una locura para el pobre chico que en estos momentos era la víctima de aquel morenazo.

Comenzó  a besarle toda la espalda mientras se frotaba con su gorda erección entre las nalgas del rubio, proporcionandose placer y haciendo desesperar al otro que intentaba moverse pero no podía.

— Quedare quieto preciosidad, enseguida te follo bien duro, no te apures. — Le pegó un bocado en el hombro haciendo al chico gruñir mientras seguía metiéndole mano a su antojo.— Eres todo mio Dylan, no voy a permitir que nadie me quite lo que más amo en el mundo, mi cosita hermosa.

Jamas había deseado un cuerpo tanto como ese, volvió a tomar su mano para masturbar al chico notando algo metálico entre sus dedos.

—¿Que es esto? — Pregunto queriendo ver el mundo arder, se estaba poniendo muy celoso, pero recordó que debía confiar en el...— ¿Cuando te hiciste un piercing ahí?

Chris quito la mordaza al chico el cual le miraba desde su posición con la respiración agitada.

— Me lo hice para que me comas la polla.— Contestó viendo una sonrisa plasmada en el rostro de Chris.

—¿Es un regalito para mí?

—Claro, ¿para quien si no mi ratoncito?

Su ratoncito, como amaba que le llamara así.

Chris se colocó de nuevo detrás de el tomando la polla de su niño y jalando hacia atrás con cuidado para tragársela entera.

Los gemidos de Dylan llenaban toda la habitación.

Solo él tenia el derecho de hacerle gemir así.

Seria capaz hasta de matar a otro tío que lo intentara, y con eso, se refería a Brat.

—Christian follame.— Pidió el rubio notando que si la lengua del castaño seguía jugando con su piercing se correría enseguida.—Chris..

—Pidemelo cariñosamente. — Susurró en su oreja dándole un tierno bocado.— Pídemelo romántico, con mucho amor, lo necesito mi cosita.

Dylan se sonrojó, no estaba nada acostumbrado a ese Chris, pero lo amaba con toda su alma.

— Mi amor.— Jadeo sacando sus caderas y notando como su chico le empujaba con ansiedad.

—Dime mi vida, ¿que quieres cariñito?— Seguía besándole el cuello , la espalda, ¡todo!

Mientras tanto, Dylan notaba su vientre arder, las sensaciones de sentir a Christian amándole pasionalmente eran demasiado para su cuerpo.

— Quiero tenerte dentro de mi.— Pidió en tono dulzón, moviendo sus caderas en círculos para darle placer.

—¿Si? ¿Quieres que te haga el amor toda la noche? ¿Me dejas llevarte al cielo y hacerte sentir como el rey que eres?

—S-si cariño...sa-sabes que si...

Chris le quitó las esposas y lo acostó boca arriba, Dylan se abrazó a sus caderas con las piernas.

—Abrazame amor.— Pidió colocándole los brazos alrededor de su espalda.

Dylan obedeció hasta que notó aquella polla comenzar a entrar en él.

Era, lo mas rico, que había sentido en su puta vida.

Había follado mil veces con Christian, pero aquello era diferente a todo lo demás, quizás por lo mucho que ahora se amaban, quizás por lo caliente que estaban o por la necesidad de volver a tenerle.

-¡Chris! ¡Chris por dios!— Chillaba clavándole las uñas en la espalda, retorciéndose bajo aquellos músculos que se tensaban cada vez que le penetraba, abriéndose mas de piernas, deseando que le metiera hasta los huevos.

—Lo se cariño, yo también lo siento.— Confirmó el castaño follandoselo cada vez mas rápido , tocando la cima del paraíso, gimiendo con su niño al mismo tiempo, viendo como su flequillo rubio se humedecía por el sudor al igual que el pecho del moreno también comenzaba a sudar.

Dylan le lamió todas las gotas de sudor que le bajaban por los pectorales, no le daba asco absolutamente nada que viniera de ese cuerpo.

— Tu eres mio Christian, y el único rubio que te debe gustar soy yo, te juro que como te acerques a otro hago una puta locura. —   Logro decir entre jadeos.

— Eso no lo dudes, eres el niño de mis ojos.

—Q-Quiero sentirte más joder.— Gruñó desesperado mordiéndole las labios.

Chris lo cogió en brazos, quedando de pie con Dylan abrazado a sus caderas, se inclino un poco y comenzó a empujarlo hacia arriba con las caderas, cuando Dylan caía hacia abajo toda la polla de Chris se le clavaba hasta lo mas profundo.

—¡Joder Christian! ¡Que bien follas!

—A un bombón como tu quien no se lo follaria así.

Dylan acariciaba los músculos tensados de los brazos de Chris por tener que sujetar su peso mientras le gemía al oído sin parar.

Cuando estaba quedándose sin fuerzas lo tiro sobre la cama para seguir dándole, les esperaba una noche muy larga, le iba a recordar a ese cuerpo quien era su absoluto dueño.

Lo que no sabían, es que al caer sobre la cama, el móvil de Dylan el cual estaba recibiendo una llamada, se descolgó.

Give Me LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora