Capítulo 3

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Allen despertó después de haberse echado una siesta de una media hora junto a Chris, este se veía bastante lindo y atractivo mientras dormía.

El rubito de cabellos lisos comenzó a dar besitos en los labios del castaño con la intención de despertarle de una forma cariñosa, mas este gruñó dándose la vuelta.

-Pero mira que eres antipático.- Suspiró.- En fin...creo que ya sé.- Sonrió travieso.

Comenzó a quitarse toda la ropa, hasta que estuvo completamente desnudo.

Aun no se habían acostado ni una sola vez, y eso ya le preocupaba ya los tíos con los que solía estar no aguantaban más de una semana sin querer tener sexo con él.

Empezó por acariciar el miembro de Chris por encima de la ropa.

-Mi mecánico preferido tiene que ir a trabajar- Susurró con voz sexy en su oreja.

El antiguo jefe de Chris no había logrado encontrar un chico tan eficiente como él, por lo que volvió a ofrecerle el puesto y esta vez, con mejor sueldo.

Subió una de sus piernas desnudas a las caderas del castaño que estaba acostado de lado y comenzó a restregarse con él mientras seguía metiéndole mano.

Obviamente, tardó muy poco en ponerse duro.

Allen se llevó una grata sorpresa al ver que Chris, le iba correspondiendo con bastante pasión.

Pues sus manos fueron directas a su culo el cual apretó ansiadamente mientras le comía toda la boca y mordía sus labios.

Acto seguido, le colocó debajo de su cuerpo para perderse entre los pezones del chico, lamiéndolos a la vez que sus dedos buscaban entrar en el interior de este.

Allen gemía despacio mientras disfrutaba tanto de aquel esperado momento, por fin tendría su primera vez con aquel chico que tanto le gustaba desde hacía ya tiempo.

Pero para su desgracia, el castaño se detuvo en seco sin hacer ni un solo movimiento.

-¿Chris? ¿estás bien?

-No.- Contestó bajando de la cama para comenzar a ponerse el uniforme de trabajo.

La cara de Allen era todo un poema.

-¿Que? ¿Me piensas dejar así? ¿En serio Christian?

-Sí.- Respondió sin mirarle a la cara.

-¡Eres un imbécil de mierda?

-¿Ah sí?- Le miró de reojo mostrando su enfado, Allen se contuvo.- ¿Soy imbécil por qué? ¿Por tener el puto corazón destrozado y no creer en el amor?

-¿Que tiene que ver el amor con echar un jodido polvo?- Masculló cabreado mientras buscaba su ropa interior.

Se sentía tan idiota por intentar seducirle una vez más, pues como siempre, hoy tendría que aceptar otro fracaso.

-No puedo follarte mientras pienso en otro Allen joder, tú no mereces eso.- Alzó la voz para que comprendiera de una vez su situación.

El chico guardó silencio unos minutos más, mientras Chris, en su cargo de conciencia, decidió sentarse a su lado tomándole de la mano.

-Creo que es mejor dejar lo nuestro, Allen... ya no puedo seguir haciéndote daño, de verdad, esto no funciona.

-Me prometiste seis meses.- Le recordó el chico.- Me hiciste la promesa de que me dejarías intentarlo durante seis meses.

-Y ya han pasado cuatro.

-Aun quedan dos.- Trató de disimular un puchero.- Chris... por favor, tú no estás bien, no es normal, quizás no lo ves pero los demás sí...necesitas ayuda, y yo quiero dártela. 

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