-Sí...claro.- Cedió con intención de bajar de la cinta de correr, más Dann le tomó de las caderas para que se quedara allí.

-No es necesario que te bajes, cabemos los dos.- Sonrió con aquella forma que hacía al menor suspirar mientras pasaba una mano por debajo de su brazo y comenzaba a programar el aparato.- Bien, la pongo en marcha, si no te gusta me avisas y te lo cambio.

-D-De acuerdo, gracias.- Se colocó bien un mechón que se le había escapado detrás de la oreja.

Dann le guiñó un ojo volviendo con su grupo de amigos los cuales no habían dejado de mirarles descaradamente.

-¿Tienes algo con ese niño?- Preguntó Luis.- ¿No es muy pequeño?

Luis era homosexual, por lo que era el que tenía la mente más abierta y solía hablar de esos temas sin tapujos.

-Tiene la edad de Dyli.- Contestó este colocándose los guantes para no hacerse daño al levantar los pesados hierros.- Aunque no lo parezca.- Añadió.

-Vaya, si que es aniñado, pero... ¿estáis juntos?

-Luis, eso es íntimo.- Le cortó tajante intentando acabar con el tema.

-Oye tío, que siempre nos lo hemos contado todo, para mi tener relaciones con un chico no es malo, no hay problema, no te voy a mirar mal ni...

-No es eso ¿vale?- Saltó un tanto molesto.- No se trata de mí, sino de él, no quiero que hablen cosas por ahí ni que le pongan por nada que no es.

-Pero si estáis juntos, no entiendo por qué iban a hablar mal.

-Luis, sabes que clase de familia tengo.- Le recordó.- Ellos nunca lo aceptarían, mi madre menos.- Hizo fuerza para levantar las pesas.- En primer lugar, aun nos estamos conociendo y, si tenemos algo serio, no podré hacerlo público porque eso sería un golpe muy duro para mis padres, y no quiero que piensen que simplemente me lo follo y que sigan diciendo que es una zorra, prefiero que crean que tan solo somos amigos ¿entiendes ahora?

Luis negaba con la cabeza.

-¿Cuándo vas a vivir tu vida y a dejar de pensar en tu madre?

-¿Qué? Tío, no, para ya.- Bufó.-No, para tú, si te jode es porque sabes que es cierto.-Le recriminó.- Has dejado de hacer lo que te gusta por ella, estuviste mucho tiempo con una chica que no te molaba del todo solo por complacerla y ahora...

-Se acabó Luis, es mi vida joder, yo decido lo que hago.

Luis se levantó secándose el sudor con una toalla.

-Tu sabrás, pero no creo que ese chico quiera llevar una relación a escondidas, nadie que tenga un poco de orgullo y dignidad aceptaría eso y si de verdad te importa, no deberías obligarle a estar contigo de esa forma.

Dann suspiró mientras intentaba incrementar la intensidad del deporte para así olvidar la rabia que las palabras de su amigo le habían causado.

¿Qué sabía él? ¿Por qué siempre le atacaba con su madre? Estaba harto, ella le había dado la vida, le había criado en un ambiente feliz y lleno de amor, había tenido todo cuanto quería sin importar a que precio fuera, él solo tenía que pedirlo y ella se lo daba al momento.

¿Es que no merecía como mínimo que su hijo la hiciera sentir orgullosa?

Era cierto que Allen le gustaba mucho, muchísimo, pero su madre se lo tomaría como una vergüenza atroz.

-Joder...- Dejó caer su cabeza hacia atrás mientras estiraba los brazos.- ¿Te estoy haciendo daño por eso? - Preguntó en voz alta pensando en el chico rubio.

Él no tenía experiencia en el amor verdadero, nunca se había enamorado, por lo que no sabía lo que dolía y lo que no, ni lo que se esperaba de una verdadera relación.

-Luis.- Le llamó cuando vio que los demás estaban cambiándose para marcharse.

Se había pasado todo el rato debatiéndose sobre qué hacer.

-¿Ahora si quieres hablar?- Cuestionó burlón caminando de una forma un pelín afeminada que Allen captó al vuelo.

Aquello hizo que le chico quisiese sacar las uñas al momento.

¿Se estaba atreviendo a pisar su territorio?

-Deja de chulearme que ya me estoy arrepintiendo.- Refunfuñó Dann acercándose a él para que nadie escuchara de qué tenían que hablar.

Luis se agachó de cuclillas apoyando sus manos sobre las rodillas de Dann mientras le escuchaba con su sonrisa encantadora.

-¿Por qué mierda le sonríe así? ¿Por qué pone sus manos ahí? ¿De qué están hablando?- Allen se hacía esas preguntas en voz baja mientras todo su estómago se revolvía y sentía ganas de ir allí y cantarle las cuarentas a ese atrevido.

-Bueno, quería comentarte algo, ¿cómo ves que hable con él y le cuente lo que sucede? Osea.. proponerle seguir conociéndonos e intimando y..

-Uh...intimando.- Comenzó a reírse mientras Dann le pegaba de broma para que se callase sin darse de cuenta que Allen lo estaba malentendiendo todo, porque realmente, parecía otra cosa.

-Si joder, tú me entiendes, bueno, le propongo todo eso y le comento lo que sucede y... con mi madre... iré intentando que lo entienda poco a poco.

-¿Quieres proponerle ser amigos con derecho a roce con posibilidad de ser novios en secreto hasta que tu madre esté preparada para aceptar la noticia?- Resumió en una cuestión.

Dann asintió.

-Me parece bien, mejor que lo otro sí que es, habla con él, esta noche, guaperas.- Le acarició la barba con intención de molestarle mientras se marchaba al baño para cambiarse.

Dann se levantó dispuesto a ir a buscar a Allen para ducharse juntos y llevarle a casa.

Quería quedarse un poco allí con el si era posible, mirar que su azúcar estuviese bien, asegurarse de que comía, comentarle todo lo que estaba sintiendo y de paso, si podía, robarle un par de besos.

Le buscó por todas las máquinas extrañado de que no estuviera.

-Eh.- Fue al entrenador.- ¿El chico rubio sabes dónde está?

-Sí, se marchó hace dos minutos.

-¿Qué?

Give Me LoveWhere stories live. Discover now