Andrew quedó tan palido como la pared que tenía justo detrás, los hombres que estaban en la mesa de al lado miraron al chico de reojo, incluído su padre, el cual, entre los comentarios dañinos y acusadores que comenzaban a hacer sus acompañantes en la mesa, fingió no conocer a su hijo de nada.

-Hijo de puta.- Masculló una vez más.

-Hugo, basta.- Instó Andrew con un tono amenazador.- No te he traído aquí para esto.

-¿Y para qué me has traído entonces?

-Joder, no sabía que estaría aquí, fue coincidencia.

Hugo iba a contestar cuando sus palabras se quedaron a medio camino y su boca abierta con el dedo índice levantado.

-Espera un momento, ¿cómo sabías que ese viejo andrajoso era mi padre?

Andrew no abandonó su expresión seria, apoyó los codos en la mesa acercándose un poco más al chico mientras este sentía que aquellos ojos azules le iban a absorber.

-Sabes, o al menos, si eres listo, te imaginas el tipo de hombre que de verdad soy.

Hugo asintió.

-¿De verdad crees que voy a ser tu amigo sin más? Obvio que no.

-Andrew.- Comenzó a asustarse un poco.- ¿Que coño me quieres decir con eso?

-Has visto mis negocios, has estado en mi casa y has escuchado conversaciones privadas.- Le miró furtivamente a lo que el chico tragó saliva, no esperaba que se hubiese dando cuenta.- Sé todo lo que sabes de mi, y las personas que saben demasiado de mí solo acaban de dos formas, o siendo de mi propiedad, o muertas.

-Yo nunca te delataría Andrew, y sabes que me considero de tu propiedad.- Comentó con una voz mas baja, bebiendo un poco de refresco para calmar la ansiedad.

-¿Y crees que con eso me basta?- Apoyó su mejilla en la mano izquierda.- ¿De verdad piensas que las palabras de un niño obsesionado con joder a su padre me bastan?- Volvió a adoptar su postura normal.- He conseguido mucho Hugo, he llegado lejos, nadie va a arruinar mis planes.

El menor cada vez estaba más nervioso a parte de incómodo.

-¿Qué te sucede? No estoy enfadado contigo Huguito, tan solo te estoy advirtiendo, ¿son tus nervios una declaración de tu infidelidad?

-¡¿Qué?! No j-joder, ya te lo dije, soy de tu propiedad. 

-Pues entonces deja de calentarle la poya a otros hombres.- Instó de forma cortante mientras la mujer del comienzo les traía el primer plato.- ¿Te ha quedado claro?

Hugo asintió obediente a lo que la camarera se retiraba.

-Sé quiénes son tus padres, donde vives, quiénes son tus amigos, con cuántos te acostaste y mucho mucho más.- Añadió para terminar de crispar los nervios del chico.- ¿No pruebas la ensalada? Está de muerte. 

(...)

Patrick y Dylan estaban preparados, ambos sentados a un lado de la mesa, con sus imponentes vasos de tubo en los que cabía un litro de leche y un paquete de galletas oreo en frente de cada uno.

Sus miradas estaban llenas de furia, eran puros titanes sin miedo a morir en el campo de batalla, se tragarían cada galleta sin masticar si era necesario, estaban dispuestos a morir ahogados por la falta de oxígeno al ingerir la leche.

Pero nada importaba.

Tan solo  había algo en el horizonte de cada muchacho marcando una gran victoria, debían alcanzarla si querían ganar....

Give Me LoveWhere stories live. Discover now