|Peligro|

271 27 8
                                    

Eleanor.

-Oye elocuente, ¿Por qué no me invitas a pasar la noche en tú casa?- inquirí con seriedad y mirada fija

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Oye elocuente, ¿Por qué no me invitas a pasar la noche en tú casa?- inquirí con seriedad y mirada fija.

No sentía que aquella pregunta fuera algo extraña, sin embargo la expresión de Nathan me hizo creer que era lo contrario. Sus manos se paseaban frenéticamente por su cabello al mismo tiempo que sonreía algo incrédulo. Su rostro incluso era una combinación de pálido y rojo en ciertas zonas.

-¿Qué te ocurre?- pregunté sin entender su comportamiento- te pedí pasar la noche en tu...

Pero antes de si quiera terminar de hablar las manos de Nathan me atraparon; una aprisionando mi espalda entre su pecho siendo mi cuello rodeado por su brazo y la otra cubriendo mi boca. Antes de que intentara liberarme, fui arrastrada dos cuadras lejos de la casa de Hudson, aquello me hizo tropezar a ratos hasta que llegamos a una pequeña farmacia en donde finalmente fui liberada.

-¡Neanderthal!- vociferé algo molesta-¿Se puede saber por qué hiciste eso?

-¡Eso debería decirlo yo!- exclamó con las mejillas coloreadas-¿Cómo se te ocurre decir eso enfrente de la casa de Hudson? ¿Acaso quieres dejarme estéril?

- Joven Killer- dije esbozando una sonrisa traviesa en mis labios-¿Qué es lo que estas imaginando?

Las reacciones en el rostro de Nathan resultaban exageradamente divertidas, hasta ahora no lo había visto tan fuera de sus casillas y planeaba disfrutar un poco más de aquello. Confiada por un segundo terminé acercándome un poco más al chico, la distancia entre nosotros era casi imaginaria pues nuestras narices se rozaban entre ellas, mi dedo dibujaba círculos sobre su cuello mientras sentía como sus hombros se tensaban ante mi frío tacto, de alguna forma me hacía sentir un poco poderosa.

-¿Qué es lo que estas pensando que pasara?-volví a preguntar con la voz ronca, provocando que Nathan hiciera un sonido gracioso al tragar- bueno, creo que hasta ahora las veces que hemos estado solos en una habitación las cosas se ponen divertidas ¿no? Incluso en Tacoma, de hecho fue la única vez que hemos dormido juntos.

-¿Te diviertes jugando y probando mi control?- preguntó Nathan con una voz demasiado sexy. Su mano de pronto sujeto la mía, aquello hizo que cualquier broma que planeara decir se quedara ahogada en mi garganta. Sin duda eso me tomo desprevenida, su mirada tenía una brillo que me hipnotizaba.

-Ya vale- dije nerviosa alejándome rápidamente de él- no es nada de lo que piensas, Rebecca tiene una cena hoy con su nuevo novio y no quiero estar ahí. No puedo quedarme con Hudson y pensé en ti, ¿Qué dices?

Durante unos segundos parecía debatirse entre sí debía aceptar o no, en su proceso me arrancaba la razón cuando lo miraba como mordía su labio, aquello me descontrolaba un poco y no entendía razón del porque. Sin embargo tras insistir un poco Nathan terminó accediendo. —Será igual que en los viajes—.

La muerte se llama... Eleanor. ||| Mrs. Write ||| EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora