Capítulo 59

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Sintió a Louis irrumpiendo en su pecho, mientras rallaba parmesano para la pasta que estaban preparando. Pudo notar la tristeza de su alfa y salió de la cocina buscándolo. Lo encontró sentado en el sofá, con los ojos cerrados y una mueca afligida. Zayn tenía la cabeza sobre su hombro y uno de sus brazos le rodeaba la cintura, acariciándolo como si le diera consuelo.

Fue como hacer un corto circuito. Por un lado, racionalmente, sabía que Zayn era su mejor amigo, estaba de acuerdo con el tipo de relación que tenían y sólo quería saber por qué Louis parecía abatido. Por otro lado, necesitó todo su esfuerzo para no dejar escapar el gruñido que le oprimía el pecho, para no ceder a la necesidad de arrancar a ese omega de lo que era suyo.

Louis abrió los ojos de pronto y lo vio con preocupación. Dijo algo, pero sólo pudo escuchar el zumbido en su cabeza y su corazón golpeándole el pecho. Los siguiente que sintió, fue a Zayn tomándole la mano y mirándolo con ojos suplicantes.

- Vamos a salir un momento, ¿verdad, puppy? - Algo en la voz del omega lo llevó a asentir. Era eso o saltar sobre Louis y acabarle el cuello a mordidas frente a sus amigos.

- ¿A dónde van? ¿Qué pasa? - Escuchó a Louis preguntar, sonando ansioso.

- Alfa, estoy bien. Quédate tranquilo, estoy bien.

No lo estaba, por supuesto. No tenía idea de qué estaba pasando con él, pero Zayn parecía entenderlo. Lo dejó arrastrarlo por la puerta y luego, en silencio, lo llevó de la mano por el pasillo hasta llegar al elevador.

- Todo está bien, Harry. - Dijo en voz baja, apretando su mano. - ¿Puedo abrazarte?

Asintió, aun sintiéndose irritado y emocional. El omega lo apretó entre sus brazos y acarició su espalda, inhalando y exhalando profundo contra él, como si quisiera guiar sus respiraciones. Cuando se abrieron las puertas, volvió a entrelazar sus manos y no lo soltó, hasta que llegaron a su auto. Ni siquiera se había dado cuenta que había tomado las llaves. Zayn lo hizo entrar y luego se sentó junto a él, encendiendo la calefacción. Se quedó en silencio, con la vista perdida a través de la ventana, intentando entender. No lograba asimilar lo instintivo que se había sentido todo. Estaba avergonzado, completamente avergonzado.

- ¿Qué tanto querías matarme allá adentro? - Dijo, rompiendo el hielo. Sabía que intentaba hacerlo sentir mejor, pero pudo notar la tensión en su voz.

- Zayn, lo lamento. Te juro que no quería hacerte daño, ni siquiera... - No supo cómo continuar.

- Yo sí sé. - Dijo Zayn con una sonrisa inquieta. - Me he sentido así, aunque probablemente mi experiencia no sea tan intensa como la tuya.

- ¿Qué mierda pasó? - Preguntó, tomando la mano de su amigo, intentando mantenerse calmado.

- Tú dime. - Insistió, dándole un un besito cariñoso en el dorso de la mano y le sonrió, como si supiera algo que él nada más no terminaba entender.

- Pues... sentí a Louis muy triste y luego los vi. No sé por qué carajos reaccioné así, tenía el impulso de alejarte de él, de marcarlo con mi olor, yo qué sé. Nunca me había sentido así de posesivo. - Dijo, con la piel erizada al recordar las ganas irreales de morder a Louis para reclamarlo. - Sobre todo no contigo, Zayn. Tú sabes que no es así, de verdad.

- Pero tal vez lo es, puppy... y está bien. - Dijo, encogiendo los hombros. - Que conscientemente puedas procesar y aceptar el tipo de relación que tengo con Louis, no significa que tu instinto esté dispuesto a hacerlo.

- ¡Pero yo no quiero meterme entre ustedes! No es mi intención, lo juro, no me gusta sentirme así. - Se quejó, frunciendo el ceño y dejando salir algunas lágrimas. Zayn apretó su mano y la acarició con el pulgar.

No Lie In His FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora