Capítulo 48

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"Incluso si nunca vuelvo a verte, te llevaré conmigo todo el tiempo. En los párpados, en las puntas de mis dedos, en las orillas de mis pensamientos y en los dobleces de lo que queda de mí".

Había leído esa frase muchas, muchas veces. La primera vez, se le rompió la voz casi al final. La segunda, tuvo que tomar un respiro. Las últimas 10 veces la pronunció como si fuera la lista de la compra, la contraseña de su correo, el "buenos días" automático que das cuando te cruzas a un desconocido en una calle vacía. Ya no sabía si le dolía o no, si prefería que le doliera o no. Tenía un tiempo desnudando el alma, leyendo sus miedos más grandes, sus dolores más profundos y sus esperanzas más peligrosas ante desconocidos. Lo único que evitaba que se sintiera demasiado vulnerable exponiendo su corazón, era cuando alcanzaba a ver entre la gente a sus lectores exponiendo los suyos junto con él.

- Una vez más, agradecemos mucho que estén aquí. Para Louis y para mí es un sueño el poder compartirles la segunda parte de este proyecto que, les aseguro, preparamos para ustedes con todo el amor. - Dijo Zayn, con una sonrisa en los labios, con las mejillas sonrojadas. - Los siguientes 10 minutos, son para que nos compartan sus dudas, vamos a intentar responderlas desde el corazón.

En el primer libro, el corazón roto y el amor no correspondido habían sido lo único presente. En el segundo, en cambio, había una historia. Su historia. Y la de Harry. El amor había sido correspondido por un momento, después de la larga espera y el desazón. La burbuja, por desgracia, se había roto demasiado pronto. En la última página del libro, sin diseño, ni colores, aparecía una dedicatoria que no lo era, pero que todo el mundo parecía haber elegido como el tema favorito de cada una de las lecturas.

"Recordaré tus labios y cómo me diste todo lo que tenías y cómo te ofrecí lo que quedaba de mi. Y recordaré tu pequeña habitación, la sensación de ti, la luz de la ventana, tus discos, tus libros, nuestro café por la mañana, nuestras tardes, nuestras noches, nuestros cuerpos derramados juntos".*

- Hola, soy Farah, tengo 17 y mi pregunta es para Louis. - Dijo una alfa de cabello negro y ojos tristes. Asintió, haciéndole saber que la escuchaba. - En la última página del libro... - Aquí venía, una vez más, alguien intentando adivinar la identidad del omega que ya no estaba. - Dices que recuerdas y yo también recuerdo, pero ya no quiero. ¿Cómo olvidas, Louis? ¿Cómo haces que cosas como discos y libros y café vuelvan a ser ordinarias?

Separó los labios para hablar, pero ninguna respuesta era apropiada y se descubrió incapaz de mentir y ser hipócrita. Él no había olvidado y nunca olvidaría. El café seguiría oliendo a su omega y sus libros favoritos habían sido conquistados y luego abandonados por el amor de su vida. Cada página tenía sus huellas. No iba a poder olvidar, aunque quisiera. Y no quería.

- Aun no lo sé, Farah. Sigo sin olvidar. Recuerdo tanto, que me da para hacer libros y para agregar páginas no planeadas. - Dijo con una sonrisa pequeña, esperando sonar menos melancólico. - Si algún día descubres el secreto para que el café vuelva a ser solo café, necesito que me digas.

...

Zayn se cubrió el rostro con un cojín pequeño y dejó salir un gruñido frustrado. Dos respiraciones después, lo tiró al suelo y encaró a Louis. Llevaban casi una hora hablando y, de esa hora, la mitad del tiempo había sido de Louis convenciéndolo de soltar qué lo tenía de malas desde hacía un par de días.

- Para ti es muy fácil decirlo, Louis. Si algo no funciona, lo dejas y sigues con tu vida.

- No es así y lo sabes. - Respondió, mirándolo molesto.

- Bueno, tal vez no para ti específicamente. - Dijo, entornando los ojos. - Pero para cualquier otro alfa. Si se hartan del omega que marcaron o se enamoran de otro, rompen el lazo y ya está. No miran atrás. Los omegas nos quedamos con una marca que nos condena, ustedes son libres.

No Lie In His FireWhere stories live. Discover now