Capítulo 18

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- ¿En dónde estabas? - Preguntó Zayn, fingiendo una sonrisa, pero visiblemente molesto.

- Tuve que hacer una llamada. - Respondió, cortante.

- No era el momento, Louis, tuve que terminar la lectura solo.

- Lo lamento, ¿podemos hablar de esto luego, por favor? - Los ojos del omega se suavizaron, al ver la aflicción en los de Louis.

- Claro, claro. - Intentando confortarlo, lo abrazó por la cintura y se pegó a su cuerpo.

En ese momento, los fotógrafos del evento les pidieron algunas fotos sosteniendo su libro, frente al póster promocional. Después, algunos de los lectores se formaron para que ambos les firmaran el libro. Louis solía encargarse de escribir un agradecimiento de parte de ambos y, Zayn, dibujaba algún detalle con el estilo de sus ilustraciones. A los lectores les encantaba sentir que se llevaban algo exclusivamente para ellos, en lugar de una firma genérica. Aunque el alfa sentía que el fuego lo estaba consumiendo por dentro desde el momento en el que le había llamado a Harry, mantuvo una sonrisa y compartió palabras amables con cada una de las personas formadas. Nunca en la vida imaginó estar en una librería en Bristol, después de una lectura de su primer libro, con 40 personas esperando para que firmara algo escrito por él, recibiendo agradecimientos de cada uno de ellos.

Al finalizar el evento, Zayn y Louis se despidieron de las personas que quedaban, agradecieron al equipo de Waterstone's, la librería con la editorial tenía convenio para publicitar su libro. Después de unos minutos resguardándose de la lluvia en la entrada del edificio, se subieron a un taxi rumbo a su hotel. Generalmente disfrutaban de caminar o de irse en metro, para conocer las ciudades que visitaban, pero estaba comenzando a llover y no quisieron arriesgarse. Era muy evidente que Louis estaba tenso y tratando de evitar su cuestionamiento, pero el omega sabía que, si no lo hablaba, iba a terminar explotando en algún momento. Decidieron cenar en la cafetería del hotel. Se sentaron en una mesita redonda, la más alejada de la barra y de otras personas. En lugar de sentarse frente a él, Zayn eligió sentarse al lado, sabiendo que tarde o tremprano hablarían de lo que había pasado en la librería. Un alfa se acercó a ellos con los menús y, mientras esperaba a que decidieran, Louis se dio cuenta que tanto él, como otro alfa en una mesa cercana, miraban fijamente a Zayn. Ya ni siquiera le sorprendía, la verdad. El omega solía llamar la atención desde siempre, pero desde hacía un par de meses que se había teñido el cabello de lila, era como si siempre llevara una flecha de neón sobre la cabeza, señalándolo.

- Lou, quiero la baguette de salami, pero también se me antoja la ensalada caprese... - Dijo con el tono que usaba cuando quería algo de él, jaloneando suavemente la manga de su suéter.

- Ahá, pues elige lo que se te antoje más.

- ¿Qué tal si...?

- No quiero ninguna de las dos, Zayn, voy a pedir una hamburguesa.

- Louis, anda, de verdad se me antoja mucho. - Volvían a tener 8 años, con Zayn convenciéndolo de comer lo que él dejaba en el plato.

- Estaba a punto de pedir esa baguette. Si quieres, podemos compartirla, te invito a cenar.

Ambos voltearon hacia el alfa desconocido que se tambaleaba frente a ellos, sonriente. Zayn con las mejillas rojas y Louis entre divertido y hastiado. Habían hablado antes de esto, varias veces. En un inicio, el omega solía ponerse ropa más sobria y masculina. Tenía la idea de que, si llamaba la atención, los alfas podían "justificar" ser unas mierdas con él. Le llevó mucha terapia convencerse de que él no había provocado el abuso que sufrió. Louis y luego Liam, habían convencido a Zayn de ponerse la ropa que le gustara, de hacerse los tatuajes que quisiera. Liam, incluso, había sido quien decoloró su cabello en el baño de su departamento. Que Zayn fuera guapo y llamara la atención, no era una invitación para que cualquier alfa se metiera en su conversación, lo acosara o tuviera la audacia de invitarse a cenar con el omega. Por la cara de su amigo, pudo adivinar que estaba muy incómodo con la situación. Generalmente, era rápido al responder y rechazar a este tipo de alfas, pero recién había terminado su celo y solía sentirse más sensible y tímido. Liam había tenido que regresar antes a Londres y, básicamente, se la había pasado en su habitación, olfateándolo, quejándose de que extrañaba a Liam y pidiendo cosas dulces del room service cada 20 minutos.

No Lie In His FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora