Capítulo 8

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- No, no, espera.

- ¿Te lastimé?

- No, sólo... ¿puedo ir arriba? Estoy un poco sensible.

Salió de él lentamente y lo tomó por la cintura para colocarlo sobre su cuerpo. Sus manos recorrieron los brazos del omega de forma distraída, haciendo pequeños círculos con los pulgares al llegar a los hombros, mientras le besó con calma el cuello. Zayn dobló las rodillas a cada lado de su cadera y se sostuvo colocando las manos sobre su pecho. Empujó la pelvis hacia arriba, juntando sus erecciones y provocando un gemido compartido. Cuando Zayn abrió los ojos, Louis lo estaba viendo con las cejas juntas, claramente preocupado.

- ¿Estás seguro que quieres seguir?

- Sí. - Zayn se movió sobre él nuevamente, probando su respuesta.

- Podemos ver una... película o algo. - La voz se le corto a la mitad de la frase, al sentir la fricción entre sus cuerpos.

- No, Lou, shhhh.

A pesar de que intentó alzarse sobre sus rodillas para hacer que Louis volviera en él, el alfa lo detuvo con fuerza por la cintura, impidiéndolo. Antes de que pudiera reprochar nada, giró su cuerpo de nuevo y ambos quedaron sobre sus costados. Zayn subió una de sus piernas sobre la cadera de Louis y llevó una mano hacia atrás, acercándolo a su entrada. La mano que lo sostenía por la cintura, se movió rápidamente y detuvo su muñeca con fuerza contra su espalda baja. Louis no era tonto, sabía que el omega estaba comenzando a frustrarse, sintió el lubricante escurrir hacia sus muslos y dejó escapar un gruñido bajo mientras forcejeaba para liberarse.

- Suéltame, idiota.

- Cálmate, vas a lastimarte. - Louis respondió suavemente, dejando escapar su muñeca, pero apretándolo contra él. Conocía a Zayn demasiado bien, para adivinar la guerra que le esperaba.

- No te soporto, en serio. Siento que voy a explotar. Suéltame. - Respondió furioso, empujándolo, en medio de pequeños jadeos.

- Entonces puedo hacer que te vengas y ya está, quieto.

Zayn cayó dócil contra él al escuchar la orden y lo colocó sobre su pecho de nuevo, acomodando el rostro del omega en su hombro. Era consciente de que tenía sólo unos minutos antes de que reaccionara y esperaba que, para cuando lo hiciera, le importara más su orgasmo, que seguir discutiendo. Actuando rápido, para evitar a un homicidio, Louis deslizó dos dedos por la línea entre sus nalgas, empapándolos de lubricante, antes de llevarlos lentamente a su entrada. Sobre él, el cuerpo de Zayn se tensó brevemente y, cuando los introdujo por segunda vez, comenzó con jadeos suaves sobre la piel de su cuello, el golpe tibio de su respiración le erizó la piel y la presión alrededor de sus dedos se hizo más apretada. Al escuchar el primer quejido de frustración, aceleró el ritmo, saliendo lentamente y entrando en movimientos rápidos y firmes, aun cuidando no lastimarlo. Zayn empezó a frotarse contra su cadera con urgencia y sintió los delgados dedos del omega rodeando su erección con fuerza, antes de comenzar a masturbarlo.

- Más fuerte, tonto.

- Zayn, estás sensible.

La única respuesta que obtuvo, fue otro gruñido bajo y una mordida furiosa cerca de su clavícula. Con la mano libre, palmeó tres veces con fuerza la delicada piel de sus muslos, justo debajo de sus nalgas, sintiendo el lubricante mojar sus dedos. Zayn gimió alto al sentir el impacto y, finalmente, soltó la mordida en su pecho y pasó su lengua tibia sobre la piel que, estaba seguro, tendría una marca por unos días. Louis se dio por vencido, sabía que el omega no iba a dejar de presionar y atacarlo, a menos que le diera lo que quería. Sacó con cuidado sus dedos, sintiendo la humedad escurriendo por el dorso de su mano. Con un movimiento preciso y antes de que Zayn pueda volver a morderlo, lo giró boca abajo sobre la cama, asegurando firmemente sus muñecas contra su espalda y montándolo, sin tregua. El sonido de sus cuerpos chocando entre sí siempre lo excitaba, sobre todo si estaba acompañado de gemidos como los que Zayn estaba soltando sin control. No necesitaba verlo a la cara, para saber que el omega estaba sonriendo. La vista de su pene desapareciendo entre sus nalgas, el brillo del lubricante mojándolos a ambos, los músculos de su espalda tensándose cada que lo penetraba, las venas marcadas de sus manos, apretando sus sus brazos. Estaba siendo demasiado, necesitaba controlarse para no acabar pronto. Sólo aceleró el ritmo cuando la columna del Zayn repentinamente hizo un arco, empujando sus nalgas aun más hacia su erección. Sintió la presión intermitente alrededor de su pene, su espalda tensándose una vez más y escuchó, finalmente, los gemidos desesperados del omega perdiéndose contra las sábanas. Justo antes de que su nudo se hinchara, salió de él y se vino en la parte baja de su espalda, manchando de blanco su piel morena.

No Lie In His FireTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon