No Lie In His Fire

Capítulo 3

- Es todo lo incorrecto, todo lo equivocado, todo lo desafortunado. No hay forma de hacer nada, Zayn, ¿qué quieres que haga? - dijo con la voz rota y las manos temblando

- Puedes hablar con Emmy, Louis, puedes contarle..

- ¿Y decirle, qué? ¿Que me voy a enlazar con el hijo de su alfa? ¿Que no puedo estar sin él? Tuve que convencerme de que la alternativa de llevármelo lejos y marcarlo, no era viable.

- ¿Marcarlo? Louis, ¿de qué hablas?. Deberías intentar conocerlo, no sé, tomar una decisión juntos. - Zayn lo vio con asombro, mientras Louis se limpiaba las lágrimas toscamente con la manga de su suéter.

- ¿Eres imbécil? ¡Tiene 15 años! - No pudo evitar elevar la voz, sintiéndose sofocado. - No sé que mierda de broma del universo nos unió, pero esto no puede suceder. Harry y yo no podemos suceder. Y él no tiene palabra en esto, no importa lo que él quiera, porque es un niño, ¿entiendes? El adulto soy yo, no hay nada que discutir, la decisión de alejarme la tomo yo.

Louis se levantó por enésima vez del sofá y comenzó a caminar compulsivamente a través de la recámara, dando caladas profundas al cigarro entre sus dedos. Llevaba una hora en casa de Zayn. Le había abierto la puerta sorprendido, después de que Louis lo dejara frente a su casa apenas un par de horas antes. No tenía idea de qué había visto Zayn en sus ojos, pero ni siquiera preguntó antes de arrastrarlo a su habitación y ofrecerle un cigarro. Si no hubiera estado él mismo en crisis, la expresión de su amigo al explicarle lo que pasaba, hubiera sido suficiente para provocarle un ataque de risa. Sin embargo, ya no le quedaban ganas de reír y Zayn no dejaba de verlo con preocupación. Nadie se espera que su mejor amigo llegue una tarde cualquiera a decirle que conoció a su omega destinado y que tiene la edad de su hermana más pequeña.

- No sé qué decirte, babe.

- ¿Qué me vas a decir? Esto es una mierda.

- Entiendo que estás buscando el bienestar del niño, pero...

- Es lo único que me importa, Zayn. Lo demás no...

- Louis, no puedes evitarlo para siempre. - Lo interrumpió, sonando desesperado. - Si te vas, si te alejas de él, también te estarás alejando de Emmy. Podrías... podríamos intentar. Déjame que...

- Nada que pensar, nada que intentar. No lo entiendes. Es la única forma.

- ¡Apenas lo conoces, Louis! Vas a dejar atrás a la única familia que tienes por un niño que...

- Por mi omega. Quien no está entendiendo eres tú. Ese "niño" es mi omega. - Decirlo en voz alta, le quebró la voz y, al mismo tiempo, le llenó el pecho de una forma que no entendió. - Y voy a hacer todo, voy a sacrificar todo, porque él es lo único que me importa. Que esté bien, que esté a salvo. Y mientras yo esté cerca, no lo está.

Muchas horas después, fue momento de regresar a casa. Lo había postergado hasta que no hubo más tiempo. Consideró, incluso, quedarse a cenar con los Malik, pero fue suficiente con imaginar la tristeza en los ojos de su mamá, para convencerse que no era una decisión que quería tomar. Tal vez era la última Navidad que pasarían juntos. No podía decepcionarla de esa forma. Zayn se ofreció a llevarlo de regreso, pero prefirió caminar y prepararse mentalmente para lo que venía. Sabía que Harry también lo había sentido, sabía que lo había lastimado brutalmente al ignorarlo, pero no había tenido otra opción. Prefería romperle el corazón a cagarle la vida. Aceptar el vínculo entre ellos dos, aunque fuera un segundo, iba a ser suficiente para que Harry viera su relación como una posibilidad y no existía. No había forma en la que tomara a un niño de 15 años como su omega. No era esa clase de alfa, no habían pretextos. Aunque su alma estuviera unida a él y no pudiera hacer nada al respecto, sí que tenía la capacidad de vencer al instinto, de decidir no aprovecharse y permitir una relación en la que, claramente, no estarían en situación de igualdad.