Capítulo 27

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Sabía que tendría que estar durmiendo, pero por más que lo intentaba, no había podido mantener los ojos cerrados. Hacía más de una hora que había colgado con Niall, después de contarle entre susurros lo que había pasado. Pensó que hablarlo le serviría para tranquilizarse, pero no había sido así. Estaba acurrucado bajo las mantas suaves que Zayn le había entregado y se había dejado puesto el suéter sobre la pijama porque olía un poco a Louis. Debería estar pensando en mañana, en el taller, en aprender, pero sólo podía pensar en los brazos del alfa sobre su espalda, sus dedos recorriendo la línea de su columna, su pecho meciéndolo, subiendo y bajando calmadamente, su olor, nublándole la razón. Se había perdido y no tenía idea de por cuánto tiempo, ni de qué significaba. Incluso mientras caminaban de regreso, sentía que flotaba un poco.

Cuando el alfa lo había consolado después de la discusión con Jason, no había pasado esto. Se había sentido bien, por supuesto, pero lo que sea que había sucedido esta noche, era algo que se le iba a quedar en el alma para siempre. Quería regresar al estudio de Louis, pedirle explicaciones, preguntarle si él también se había sentido... ¿completo? ¿pleno? Ni siquiera sabía cómo describirlo. Estaba seguro que lo había sentido, pero una vez más, que el alfa reaccionara a su vínculo, no quería decir que sus emociones hacia él habían cambiado. Siempre iba a haber atracción entre ellos, pero tenía que meterse en la cabeza que no había nada más allá.

Al salir de Doncaster, se prometió no forzar nada con Louis, no hacer las cosas incómodas, actuar como su amigo y nada más. Estaba feliz tan sólo por poder estar con él de nuevo, por ver a Zayn, por pasar dos días aprendiendo sobre lo que le apasionaba. Y aunque fue difícil mantenerse ecuánime al ver a Louis esperándolo en el andén, se contuvo de correr hacia él y saltarle en los brazos, como si fuera una película cursi. En su lugar, lo abrazó como se abraza a los amigos que se ven poco, le agradeció lo que estaba haciendo por él y evitó verle los labios tanto como pudo.

Zayn lo había recibido con una habitación hermosa, sábanas calientitas y una ventana que iluminaba todo. Su departamento no era muy grande, pero se sentía espacioso y acogedor. Habían muchos cojines de colores por todos lados, alfombras suaves con estampados y frazadas sobre los sofás, como si fuera un nido gigante.

- Puedes usar el escritorio y los cajones para poner tus cosas. Creo que en el primero aun hay algunas cosas de Lou, pero si te estorban, tíralas a la basura. Es su culpa por ser tan desordenado. - Le indicó, rodando los ojos. - Si te da frío, puedes tomar cualquier manta del clóset. Están en el cajón de arriba, en el de en medio están las toallas. Ahora, este es el baño, puedes utilizar la bañera si quieres. El agua sale muy caliente, así que ten cuidado. También cualquier cosa de la encimera, todo es para ti.

- Zayn, wow, ¿ese es mi shampoo? - El omega lo vio con ternura, mordiéndose el labio. - No era necesario, no tenías que haber hecho todo esto...

- No te preocupes, no lo hice. - Respondió, guiñándole un ojo. Harry frunció el cejo, confundido. - Louis quería que estuvieras cómodo, Harry. También hay una caja de KitKats en la alacena, que es tuya.

Harry lo veía con los ojos muy abiertos y las mejillas en llamas. Aunque intentaba no tomar esto como algo más que amabilidad y cariño por parte del alfa, se sentía abrumado con los detalles. Ni siquiera recordaba haber mencionado la marca de gel de ducha que utilizaba o contarle que sus chocolates favoritos eran precisamente los Kitkats. No significaba nada, tenía que recordárselo cuantas veces fuera necesario .

- A veces es un idiota, pero otras es lindo, ¿no? - Dijo Zayn, dejándose caer sobre la cama y palmeando el lugar a su lado. Aunque sabía que tenía que responder algo, nada salió de su boca. - Está muy feliz de que estés aquí y nosotros también, quiero que lo sepas.

No Lie In His FireWhere stories live. Discover now