No Lie In His Fire

Capítulo 19

Por primera vez en su vida, había peleado a gritos con su papá. Sucedió justo después de desayunar los tres juntos. Harry terminaba su té y antes de que Niall pasara por él para ir al colegio, Finn le dio play a un video. En seguida, la voz de Louis había llenado la habitación:

"Aunque él y yo no estemos juntos, mi corazón sigue ardiendo por él. Yo sigo siendo suyo".

Tuvo oportunidad de aprenderse cada palabra, porque sus padres decidieron repetir el video tres, cuatro veces, mientras él estaba estático, sin poder asimilarlo. Una de esas veces, por supuesto, lo reprodujeron frente a él, para que lo viera. En el video, aparecían Louis y Zayn en una librería, con Louis hablando lentamente, visiblemente nervioso y sonrojado, con los ojos azules brillándole como si fueran magia. Ingenuamente, pensó que Niall podía tener razón, que el fuego del que hablaba Louis, podía ser el mismo que él había sentido la primera vez que lo vio y todas las siguientes. Sin embargo, antes de que pudiera elevar demasiado sus esperanzas, Emmy estaba marcándole a Louis para preguntar sobre el video y todo fue a peor.

- Hola... ¿Zayn? Perdón por despertarte, ¿cómo estás? - Preguntó, elevando las cejas. - Oh, no, no... tranquilo, cachorro, ¿por qué no me dejas hablar con Zayn? Seguro que estás cansado.

Emmy los miró divertida, con una risa burlona y lanzó un guiño. Para Harry, fue demasiado. Sin decir una palabra, se levantó de la mesa, tomó su taza y la dejó caer sin cuidado en el fregadero. La sangre le hervía y le quemaba mientras salía con prisa de la cocina. Le estaba costando demasiado contenerse de comenzar a gritar y llorar ahí mismo. ¿Cómo podía ser tan estúpido? Odiaba a Niall por hacerlo creer en la insignificante posibilidad de que Louis sintiera lo mismo por él. Debía haberse escuchado, en lugar de dejarse llevar por el idiota de Niall. No quería verlo, no quería ver a nadie. Con las manos temblando, le marcó.

- Hola, hola, estoy a dos minutos.

- No vengas por mi, Niall, hoy no iré a la escuela. - Intentó sonar neutral, pero no lo consiguió.

- ¿Por qué no irás? ¿Estás enfermo?

- No tengo por qué darte explicaciones, no voy y ya.

- Harry, ¿qué sucede? En un segundo estoy ahí. - Le prometió, sonando preocupado.

- ¡No vengas! No te quiero aquí, ¿me entiendes? - Gritó, furioso, colgando el teléfono.

En el fondo, sabía que estaba siendo injusto con Niall, pero dentro de su pecho todo estaba explotando, todo se estaba incendiando y no podía dejar de pensar en la infinidad de veces en las que el omega lo había intentado convencer de que Louis lo amaba. No podía parar de culparlo, aunque sabía que el único culpable de creer toda esa mierda era él. Se había permitido tener esperanzas, a pesar de tener prueba tras prueba de que, históricamente, Louis jamás había demostrado ningún interés por ser su alfa. O en verlo como algo más que el omega incómodo que, por si fuera poco, lo había llamado en pánico hacía un par de días. Todo era demasiado humillante, demasiado confuso.

- Harry, ¿qué pasa? - Emmy y Finn habían escuchado el último grito y se habían acercado a él, asustados.

- Nada, no pasa nada. - No tenía fuerzas para explicar por qué le había gritado a su mejor amigo y, ahora, se ahogaba en llanto.

- Cachorro - Susurró Emmy, intentando tomarlo del brazo - Ven, vamos a hablar.

- ¡No! Suéltame, no tengo nada de qué hablar. - Dijo alzando la voz entre sollozos, soltándose con fuerza del agarre de Emmy y caminando hacia la puerta.

- ¡Harry! - La voz de Finn, generalmente calmada, sonó como un estruendo. - Vuelve y siéntate, necesitamos hablar y que te disculpes con Emmy.

- ¡No tengo nada de qué hablar! ¡Nada! Todo está bien, ¿no te das cuenta? - Los sollozos casi le hacían imposible terminar las frases. - Todo está bien, todo siempre está bien para ti. ¡No te importa una mierda cómo me siento!