44: Te amo.

2 1 0
                                    

"Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos lo hará" - Julio Cortázar.

+18

Puede que en este momento me sienta nerviosa y con miedo, ahora más nunca me dio cuenta cuanto lo amo y por más de que me llegué a rechazar y quiera entenderlo y respetar su decisión, dolería mucho. No quiero obligarlo a estar conmigo y mucho menos a que me ame, yo quiero que él este conmigo porque me ama, porque quiere vivir su vida conmigo a su lado. Mis ojos estaba bien puesto en los suyos y mis oídos bien atentos a lo que estaba por decirme, ansiosa de saber cuál es su respuesta.

-Pero antes de decirte lo que tengo para decir.

- ¿Sí?

- ¿Quién es el hombre que estaba contigo minutos atrás? -Su pregunta me sorprendió, sin haberme dado cuenta de que estaba la posibilidad de que me hubiera visto con Rayan. Mi pulso volvió a aumentar y mi corazón salto un poco feliz al escuchar su tono de voz al preguntar, como si estuviera celoso -También lo vi en el hospital cuando estuviste internada -La sorpresa en mis ojos se multiplico con su declaración.

- ¿Fuiste a verme? -Puede que me haya ilusionado un poco más con lo último.

-Si, Adele me llamo -Reí negando por mi loca amiga -Digamos que fue quien me daba los reportajes semanales -Tragué duro al pensar que sabía de mi estado de ánimo sintiendome un poco avergonzada -Me contó que tenías que hacerte una cirugía de emergencia. Fui a verte, pero no sabía cómo... no quería incomodarte y no sabía cómo reaccionarías y como te sentirías. Ni siquiera yo sabía que decirte en el momento en que entrara en ese cuarto.

-Pero pudiste haberlo hecho igual.

-Lo iba a hacer, pero te vi con ese tipo.

-Se llama Rayan y es un simple amigo -Aclare con calma.

-Como sea, simplemente me acobarde. Me sentí inseguro y pensé que te olvidaste de mi porque no fui lo suficiente valiente para haberte detenido y haberte dicho que te amo -Negué tratando de ser comprensiva y hacerle cambiar de opinión, pero lo último que dijo me dejo sin palabras. Me levante mirándolo un poco shockeada. Negué nuevamente pensando que tal vez me lo imaginé.

-Espera... ¿Qué dijiste? -Necesitaba volver a escucharlo decir esas palabras de su boca.

-Que no fui los suficientemente...

-No... eso no, lo que sigue -Se quedo un segundo en silencio aclarando su voz para decirme lo que siempre quise escuchar de su boca.

-Que te amo... -Volví a negar pensando que estoy volviéndome complemente loca, que la esquizofrenia golpeo con fuerza mi cabeza.

-Perdón creo que me estoy volviendo loca, escucho cosas que no son. Creo que necesito descansar -Estaba por devolverme a mi departamento. Si, estaba huyendo por miedo, pero su mano me detuvo dándome la vuelta perdiéndome en sus ojos negros profundos que me encantaba ver y que me sigue encantando. Estábamos cerca del otro sintiendo nuestra respiraciones inusuales disparatados. Sus manos descansaron en mis mejillas evitando que yo desviara mi mirada de la suya.

-No, no escuchaste mal. Te amo Rose -Remojo sus labios suspirando -Y estoy completamente loco por ti, estos días eternos me sentía como un león dentro jaula. No paso ni un día para darme cuenta de cuanto te he necesitado, cuanto deseaba ir a buscarte y tomarte entre mis brazos.

- ¿Y porque no lo hiciste? -Las lágrimas salían de mis ojos sin control - ¿Por qué no simplemente me detuviste? ¿Por qué decidiste soltarme o alejarme? ¿Por qué Roman? -Pregunte un poco desesperada quitándome sus manos de encima.

Curando HeridasWhere stories live. Discover now