43: Cambios.

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"Las estrellas nunca se alinean ni todos los semáforos se ponen en verde al mismo tiempo. El universo no conspira contra ti, pero tampoco está para ponerte las cosas fáciles. Las condiciones nunca son las ideales. El "antes o después" es algo que nunca te llevará a cumplir tus sueños. Las listas de pros y contras tienen casi el mismo efecto. Si algo te importa y quieres hacerlo "antes o después", hazlo ya. Ya tendrás tiempo de corregir tus errores a lo largo del camino" - Tim Ferris.

Paso un mes y dos semanas desde mi cirugía para extirpar la vesícula, donde tuve que estar en cama por varios días y a pesar de lo aburrida que estuve sin levantarme me he sentido mucho mejor en cuanto a lo emocional. Ahora no me sentía tan mal con lo de Roman y he pensado en muchas cosas estos últimos días, donde comencé nuevamente mis sesiones con la psicóloga y comprendí que no tenía suficiente amor propio, que me infravaloraba inconscientemente.

Si realmente me amaba debía desechar todo lo que perjudicaba mi salud mental, emocional y físico. El cambio que quería debía empezar desde ahora y necesitaba hacerlo, porque era lo único para ser feliz. Mi psicóloga me recomendó escribir en un cuaderno una lista de cosas que harían quitar uno por uno la mugre de mi habitación interior y todo lo quiero hacer de ahora en más. Sobre todo, quiero y elijo curar mis heridas, empezando por hablar con James... quiero cerrar aquel ciclo que enveneno el intento de felicidad que quería crear y moldear.

Me di cuenta de que no puedo pretender ser feliz, sino acepto lo que me paso y no elijo soltarlo, entonces sí quiero un cambio y que ese cambio se realice, debo hacer lo que siempre debí hacer y que no me atrevía por miedo. El pasado es algo que no puedo cambiar, pero que puedo soltar y aprender de él; que de alguna forma me faculta para el día de mañana.

Hoy sería ese día y me encontraba un tanto nerviosa porque decidir ir a ver a James era un gran paso para mí, quería ir sola, pero Charlotte no quería que fuera sola, aunque no podía acompañarme porque tenía una reunión importante y tampoco quería que lo hiciera Adele, no quería que pasara nervios. Entonces el único libre, era Zaid y en ningún momento quiso que estuviera sola, pero necesitaba dar este paso por mí misma, entonces me espero afuera dándome mi espacio para charlar cómoda con él.

El guardia me dejo entrar ayudándome a sentarme diciéndome que su compañero iría a buscar a James. Mientras pasaba los minutos trataba de pensar en todo lo que planee para cómo actuar, que decirle, que expresión poner y saber cómo controlar mis emociones cuando lo vea porque de algún medo temía que siguiera siendo como antes y que pueda tener ese control en mi nuevamente, aunque ya no lo siento con tanta potencia como antes.

En ese momento el guardia me anuncio que ahí viene, notando como detrás de los muros que nos separaba, una puerta se abrió entrando otro guardia junto a James. Sentí como mi corazón se detenía al ver a este nuevo James, estaba más corpulento que antes cuando era más delgado y no tan musculoso, estaba afeitado y su cabello cortado a estilo militar. La expresión en su rostro era diferente a como lo conocí y a como se convirtió en el paso del tiempo cuando salíamos.

Todavía no se había dado cuenta que estaba yo, tenía la cabeza gacha con sus manos rodeado de esposas. Caminando hasta la silla como una costumbre con la sensación de que tal vez piense que sea su madre. Finalmente, cuando levanto su vista un destello de sorpresa, incredulidad y confusión atravesó sus ojos. Siguió con su objetivo sentándose sin saber que decirme.

-Hola -Fue el primero en hablar luego de unos eternos segundos de silencio. Aclare mi voz inhalando y exhalando con ligereza.

-Hola James.

-No pensé que vendrías.

-Yo tampoco -Dije con honestidad -Había jurado nunca más verte, ni escucharte, ni saber nada de ti. Y por supuesto eso equivalía a no visitarte -Sonrío sin ganas.

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