30: Mi motor.

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"Al final todo saldrá bien, y si no sale bien, es que todavía no es el final" - Anónimo.

Decir que estaba encantada y agradecida por todo lo que estaba haciendo Roman por mi, era muy poco. Nunca nadie había intentado reglarme tantos significados o que se esforzara tanto en hacerme sentir bien. Siento que Roman es ese tipo de persona que sabe que hacer o que decir en el momento exacto y consigue que pueda olvidarme de todo lo malo del pasado e incluso momentos tristes que paso en el día al recibir las malas noticias.

No puedo negar que me encanto que se arrodillara y me pidiera que sea su novia, incluso me dio escalofríos agradables al pensar en... no se, por un momento se me ocurrió la loca idea de que así sería en el momento en que me pida matrimonio. En un día lejano y en el caso hipotético de que vaya todo bien en nuestra relación.

¿Qué le respondí? Por supuesto que le dije que si, por más de que aun dolía y no olvidaba mi pasado, me sentía segura estando con Rom. Lo quiero un montón, tenía ese deseo de seguir conociéndolo y pasar momentos con él, poder crear nuevos y bonitos recuerdos a su lado. Ni siquiera siento dudas de ello. 

Estuve despierta desde las seis, no podía dejar de mirarle y admirarlo, era tan hermoso cuando duerme y me trasmite una tranquilidad tan acogedora que no podía evitar verlo dormir. En ese momento sus ojos se abrieron mostrándome dos esferas negras profundas provocando que mi corazón se acelerara y casi sufriera un infarto al ver su sonrisa.

- ¿Acaba de salir el sol o es la sonrisa que me regalas hoy? -Cerro sus ojos riéndose mientras me sentaba cruzando mis piernas como indio -¿Sabes porque los ángeles estan enojados conmigo? -Abrió sus ojos con confusión.

-¿De que estas hablando? ¿Porque...

-Porque en lugar de soñar con ellos, sueño contigo -Una carcajada salió de lo más profundo resonando en toda la habitación contagiándomelo a mi.

-Eres muy payasa. Ven aquí -Me agarro de la cintura y me coloco debajo de él tratando de no aplastarme.

-No lo soy, solo digo la verdad. Naciste para ser un guapetón hermoso -Su sonrisa nunca desparecía de su rostro dándome la oportunidad de grabarlo.

-Buen día mi reina.

Sonreí colocando mis manos en su nuca acercándolo a mi y pegando mis labios con los suyos que me besaban con hambre. Supongo que en la mañanas suele suceder, porque nunca había tenido tantos deseos de besarle. Sus manos jugaban debajo de mi blusa tocando mi piel caliente lo que me provocaba placer al recordar que no tengo mi sujetador puesto. Mis manos fueron hasta la orilla de su camisa levantándola hacia arriba y sacándosela, mis ojos admiraba encantadas su pectoral tan definido y mis dedos inquietos no dejaba de explorarlos.

Sus besos comenzaban a abajar a mi mentón, hasta mi cuello y mi clavícula, bajo con agilidad subiendo un poco mi blusa besando mi abdomen llegando casi a la orilla de mi short causando que soltara un leve gemido, y sin verlo venir beso mi cicatriz por lo que exaltada me removí en mi lugar y lo aleje. Por un momento me sentí frustrada por no poder estar con Roman más allá de simples besos por el estúpido trauma que dejo James en mi. 

-Perdón -Conteste de forma inmediata sintiendome mal por hacer esperar a Rom. Aun con su respiración entre cortada negó con una mirada suave y comprensiva. Se acerco a mi sentándose al lado mío descansando su espalda en el respaldar de la cama, me tomo entre sus brazos y me abrazo.

-No me tienes que pedir disculpas. No te obligare a nada y eso no significara que me moleste o te deje de querer. Mi amor por ti es incondicional independientemente de lo que pase. 

-Pero yo quiero -Sonrió con amor besando mi frente.

-Lo se, pero necesitas más tiempo. Juntos podremos superar el pasado y cuando sea el momento en el que estés preparada pasara lo que tenga pasar -Sin evitarlo las lagrimas salieron sin mi permiso por lo que me oculte entre mis manos -No llores que me hace mal -Roman se alejo para tomar mis mejillas entres sus manos y borrar la lagrimas -Esos ojos hermosos no merecen sufrir.

Curando HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora