13: ¿Zaid?

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"¡Que extrañas criaturas son los hermanos!" - Jane Austen.

Me había despertado temprano para enviar algunos archivos a Jackie para luego bañarme y estar lista para el viaje. Cuando las tres estábamos listas nos fuimos directo a Malibú mientras escuchábamos música y cantábamos como unas locas. Hacía mucho que no me divertía así, que no me sentía relajada. Presentía que sería una semana de reflexión y de descanso. Donde por primera vez me divertiría y me sentiría cómoda. Menos mal que acepte la invitación de Charlotte porque si no, no me estaría sintiéndome así en este momento.

Antes de subir al coche mientras las chicas buscaban sus cosas me llamo Roman quien me deseo un lindo viaje y anhelando el día en que nos veamos y comamos juntos, cosa que me puso nerviosa e hizo que mi estomago se sintiera revolucionado. Mi corazón se sentía ansioso por ese día y no puedo evitar extrañarlo, querer que estuviera conmigo en este momento.

A camino a nuestro querido Malibú de lejos vimos un coche estacionado por un lado de la carretera tratando de hacer arrancar su coche cosa que al parecer no tuvo mucha suerte. Por lo que al ver que pasábamos al lado de él hizo un autostop para que paráramos y lo lleváramos. Adele nos miró preguntándonos si paramos a lo que asentimos dudosas. Cuando paro el coche, baje la ventanilla dejándome sorprendida al ver de quien se trataba, y era nada menos que Harry. El ex de Ad quien se quedó callada.

-Harry. Tanto tiempo -Dije yo tratando de que ese silencio incomodo se retirara.

- ¿Rose? -Luego miro a la piloto y sus ojos se agrandaron -¿¡¿Adele?!?

-Hola -Sonrió incómodamente mientras sacudía lentamente su mano.

-Hola Harry. La verdad es que no esperaba para nada encontrarte por aquí -Charlotte lo miraba como la niña exorcista cosa que no solo asusto a Harry, sino también a mí.

-Cambia esa cara, das miedo -Dije en susurro para que solo lo escuchara ella.

-Ese es el propósito -Aclare mi voz.

-Veo que se te averió tu coche -Señale atrás de él.

-Si, esta vez me fallo por completo y para agregarle más fallos, mi teléfono se apagó.

-Que lastima ¿No quieres que te llevemos? -Pregunte despreocupada y relajada muriéndome de risa por dentro.

- ¿¡¿Que?!?!? -Las chicas se sobresaltaron y me murmuraban un "¿Qué carajos estás haciendo?".

-No quiero molestar.

-No pasa nada. Espera un momento -Me bajé y me senté en el asiento de atrás -Sube.

-Gracias -Fue hasta su coche y saco su maleta dejándolo en el baúl, para luego sentarse como copiloto.

Adele me miro fulminándome con irritación. Solo me hice la desatendida y dejé que se sentara tranquilamente. Sin nada más que hacer, Ad no tuvo de otra que arrancar y seguir conduciendo mientras que nadie decía nada con música de fondo. Aquella incomodidad me estaba matando por completo, y no solo a mí. Sin esperarlo, Charl fue la primera en dar un tema de conversación.

-Dime Harry, que es de tu vida. Paso 12 años desde que no nos vemos a la cara -Son tono de voz sono menos agradable de lo que ella quería poner.

-Pues no tanto, me gradué de la universidad con el título de administración de empresas, trabajo en la empresa de mi padre en New York, estoy casado y tengo un hijo de cuatro años -Nos miramos con las chicas con los ojos bien abiertos. Digamos que Harry Abbey no era del tipo casado con hijos, sino más bien del tipo de "me encanta el dinero y estar con muchas mujeres", la verdad es que me sorprendió mucho y ahí va el dicho de que las personas realmente pueden cambiar a 180 grados -Aunque, no me va muy bien en mi matrimonio, así que estoy en proceso de divorcio.

Curando HeridasWhere stories live. Discover now