"La reconciliación es más bella que la victoria" - Violeta Chamorro.
Esa repuesta no me la esperaba para nada, ahora comencé a presentir el porque se peleo con papá y mamá. Zaid paro por unos segundos para finalmente hablar.
-Sabes, estaba demasiado feliz porque iba a tener un bebé con la mujer que amaba. Aunque hubiera preferido que no fuera en esas circunstancias, pero de todos modos me responsabilice de mis acciones, aunque nunca considere a mi hijo como un error. Grace y yo estábamos felices -Dijo con un brillo en sus ojos y una sonrisa deslumbrante. Nunca lo había visto así -Pero, luego el problema era decírselos a nuestros padres... los padres de Grace la echaron de casa sin dejarla explicar, y nuestros padres... me rogaron que le pidiera a Grace que abortara -Se río indignado – ¿Cómo me pedían que hiciera semejante locura? ¿Cómo podría hacerle eso a mi hijo? Les había dado un rotundo no, entonces me amenazaron con echarme de la casa. Entonces dicho y hecho me fui de casa.
- ¿Tuvieron el hijo? -Asintió feliz mostrándome a Grace y su hijo que ya tenía 22 años y ella 40 -Es lindo mi sobrino -Asintió agradecido. Nunca pensé que mis padres serían ese tipo de personas, no estaba muy de acuerdo en cómo pensaban - ¿Cómo se llama?
-Peter, y ella -Me mostro una hermosa adolescente de 15 años más o menos ella se parecía mucho a mi hermano a diferencia de Peter que se parecía más a su madre Grace -Leise Marie -Mi corazón comenzó a palpitar rápido -Leise como mamá y Marie como la abuela Marie. Por más que estaba enfurecido con ellos por no apoyarme y ayudarme, eran mis padres -Me miro triste -Y los amaba con todo mi corazón. Cuando me enteré de sus muertes, me había desesperado, no sabía que hacer y no pude dejar de pensar en ti -Al sacar su teléfono, se mostró en el fondo de su pantalla una foto donde él tenía 10 años y me tenía en sus brazos cuando había nacido -Quería ir a ti, pero fui un cobarde, no tenía a nadie... solo a Grace y al bebé que esperaba y a quienes debía mantener. No encontraba trabajo y solo conseguimos un departamento barato, pero en mal estado.
Desde este momento comencé a sentirme mal por haber juzgado mal a mi hermano y haber pensado que la estaba pasando bárbaro cuando estábamos al mismo nivel de desesperación, de agobio, de soledad. Estaba solo, debía no solo mantenerse a él solo, sino a dos más. Y no era la única que por más que lo odiaba por dejarme sola, en el fondo lo extrañaba y lo necesitaba; él también me extrañaba y me necesitaba.
-Cuando paso un mes desde que me fui de casa, no pude dejar de pensar en papá y en mamá, odiaba pelearme con ellos y sentía varias espinillas enterradas en mi corazón desde ese momento. Un día tenía la necesidad de ir corriendo a casa y rogarles perdón, pero en ese momento me llamaron por teléfono y me dieron la noticia -Su voz se había quebrado y un llanto comenzó a salir de su garganta logrando de yo también comenzara a llorar imaginándome aquella escena desgarradora -Desde ese día nunca pude sentirme en paz, quería abrazarlos, decirles que los amaba y que les pedía perdón. Nunca puedo dejar de soñar con ellos, y las veces en el que nos peleamos y como poco a poco se alejaban desapareciendo sin ningún rastro. Siempre vengo aquí, la misma fecha, a la misma hora. El día en que nos peleamos y me fui de casa.
Claro, 20 de septiembre a las 11:00 de la mañana, ese fue el día en que estaba escuchando todo a escondidas. Lo mire sorprendida y triste por los fantasmas del pasado, el remordimiento de conciencia que lo mantiene encadenado, con una soga en el cuello.
-No es lo mismo que tenerlos en carne y hueso -Asentí dándole toda la razón. Volvimos a quedarnos en silencio y en ese momento ahora yo tenía la necesidad de pedirle perdón por haber pensado mal de él y no haber estado a su lado en ese momento. Aunque tenía 10 años y no tenía idea de nada.
-Zaid. Yo también... te pido perdón. Todo este tiempo pensé mal de ti y te traté injustamente. Espero que me perdones.
-No tienes porque -Tomo mi mano entrelazándolo. Pensé un poco y recordé otra pregunta que venía rondando en mi cabeza desde que tenía uso de razón.
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Curando Heridas
Romance"El dolor no es para siempre si uno decide soltarlo" Curando Heridas nos contara la historia de una joven doctora llamada Rose Bellemore que pasa por muchos sucesos dolorosos que tuvo que afrontar de forma violenta. Recuerdos traumáticos, cicatrices...