14: Respuestas.

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"La reconciliación es más bella que la victoria" - Violeta Chamorro.

Esa repuesta no me la esperaba para nada, ahora comencé a presentir el porque se peleo con papá y mamá. Zaid paro por unos segundos para finalmente hablar.

-Sabes, estaba demasiado feliz porque iba a tener un bebé con la mujer que amaba. Aunque hubiera preferido que no fuera en esas circunstancias, pero de todos modos me responsabilice de mis acciones, aunque nunca considere a mi hijo como un error. Grace y yo estábamos felices -Dijo con un brillo en sus ojos y una sonrisa deslumbrante. Nunca lo había visto así -Pero, luego el problema era decírselos a nuestros padres... los padres de Grace la echaron de casa sin dejarla explicar, y nuestros padres... me rogaron que le pidiera a Grace que abortara -Se río indignado – ¿Cómo me pedían que hiciera semejante locura? ¿Cómo podría hacerle eso a mi hijo? Les había dado un rotundo no, entonces me amenazaron con echarme de la casa. Entonces dicho y hecho me fui de casa.

- ¿Tuvieron el hijo? -Asintió feliz mostrándome a Grace y su hijo que ya tenía 22 años y ella 40 -Es lindo mi sobrino -Asintió agradecido. Nunca pensé que mis padres serían ese tipo de personas, no estaba muy de acuerdo en cómo pensaban - ¿Cómo se llama?

-Peter, y ella -Me mostro una hermosa adolescente de 15 años más o menos ella se parecía mucho a mi hermano a diferencia de Peter que se parecía más a su madre Grace -Leise Marie -Mi corazón comenzó a palpitar rápido -Leise como mamá y Marie como la abuela Marie. Por más que estaba enfurecido con ellos por no apoyarme y ayudarme, eran mis padres -Me miro triste -Y los amaba con todo mi corazón. Cuando me enteré de sus muertes, me había desesperado, no sabía que hacer y no pude dejar de pensar en ti -Al sacar su teléfono, se mostró en el fondo de su pantalla una foto donde él tenía 10 años y me tenía en sus brazos cuando había nacido -Quería ir a ti, pero fui un cobarde, no tenía a nadie... solo a Grace y al bebé que esperaba y a quienes debía mantener. No encontraba trabajo y solo conseguimos un departamento barato, pero en mal estado.

Desde este momento comencé a sentirme mal por haber juzgado mal a mi hermano y haber pensado que la estaba pasando bárbaro cuando estábamos al mismo nivel de desesperación, de agobio, de soledad. Estaba solo, debía no solo mantenerse a él solo, sino a dos más. Y no era la única que por más que lo odiaba por dejarme sola, en el fondo lo extrañaba y lo necesitaba; él también me extrañaba y me necesitaba.

-Cuando paso un mes desde que me fui de casa, no pude dejar de pensar en papá y en mamá, odiaba pelearme con ellos y sentía varias espinillas enterradas en mi corazón desde ese momento. Un día tenía la necesidad de ir corriendo a casa y rogarles perdón, pero en ese momento me llamaron por teléfono y me dieron la noticia -Su voz se había quebrado y un llanto comenzó a salir de su garganta logrando de yo también comenzara a llorar imaginándome aquella escena desgarradora -Desde ese día nunca pude sentirme en paz, quería abrazarlos, decirles que los amaba y que les pedía perdón. Nunca puedo dejar de soñar con ellos, y las veces en el que nos peleamos y como poco a poco se alejaban desapareciendo sin ningún rastro. Siempre vengo aquí, la misma fecha, a la misma hora. El día en que nos peleamos y me fui de casa.

Claro, 20 de septiembre a las 11:00 de la mañana, ese fue el día en que estaba escuchando todo a escondidas. Lo mire sorprendida y triste por los fantasmas del pasado, el remordimiento de conciencia que lo mantiene encadenado, con una soga en el cuello.

-No es lo mismo que tenerlos en carne y hueso -Asentí dándole toda la razón. Volvimos a quedarnos en silencio y en ese momento ahora yo tenía la necesidad de pedirle perdón por haber pensado mal de él y no haber estado a su lado en ese momento. Aunque tenía 10 años y no tenía idea de nada.

-Zaid. Yo también... te pido perdón. Todo este tiempo pensé mal de ti y te traté injustamente. Espero que me perdones.

-No tienes porque -Tomo mi mano entrelazándolo. Pensé un poco y recordé otra pregunta que venía rondando en mi cabeza desde que tenía uso de razón.

Curando HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora