28: Buscar ser feliz.

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"El éxito no es la clave para la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si le gusta lo que está haciendo, usted será un éxito" - Albert Schweitzer.

A pesar de la incomodidad que hubo por unos momentos, Rayan se disculpo aceptando mi amistad y de ahí no se volvió hablar del tema. Todo el día surgió sin problema alguno lo que me tranquilizo mucho, y también me había parecido extraño debido a que la muchas ocasiones en el que tenía esa horrible pesadilla terminaba de muy mal humor o incluso terminaba teniendo el peor día de mi vida.

Cuando estaba preparándome para irme a casa me llego un mensaje de Charlotte invitándome a salir a comer en un restaurante por lo que acepte con gusto dirigiéndome hasta el estacionamiento y entrando al coche, lo encendí y arranque siguiendo las indicaciones que me había mandado Charl. Al llegar a la ubicación note de lejos a Charlotte apoyada en su coche mirando el teléfono mientras me esperaba. 

Al aparcar, apagué el motor y sacándome el cinturón de seguridad salí del coche con mi bolso directo hasta donde se encontraba Charlotte. Cada vez que me acercaba notaba que Charl estaba muy concentrada en la pantalla con una sonrisa que nunca había visto en mi vida. Con la cejas levemente fruncida y un leve sonrisa burlesca me acerque de puntillas aprovechando su insistente atención a su teléfono.  

Al acercarme note que estaba hablando con un tal Paul, los mensajes que se mandaban eran burlas hacia el otro, pero se notaba la pizca de coqueteo, juegos que solo ellos conocen y entienden. Con una sonrisa de diversión aclare mi garganta provocando que Charl saltara del susto apagando con nerviosismo su teléfono y llevándose su mano a su pecho tratando de calmar sus pulsaciones.

-Dios Rose, ¿Cuándo llegaste?

-Mas bien... ¿Cuánto tiempo llevo a tu lado leyendo los mensajes juguetones entre tu y un tal Paul? -Cambie la pregunta donde a la vez trataba de interrogarla. Se aclaro la garganta enderezándose y mostrando su actitud de siempre.

-No se de que hablas... -Sus ojos no lograban mirar los míos y siempre miraba para otro lado. ¿ESTA NERVIOSA? -Vamos, aquí dan una comida increíble, exquisita.

La forma en como se excuso me causo sorpresa y gracia a la vez. Le seguí la corriente aun sin dejar de lado lo que sucedió en esos segundos anotando mentalmente el volver a pregunta por aquello. Nos tomamos del brazo dirigiéndonos adentro siendo atendido por un mozo joven con linda sonrisa. Al sentarnos elegimos nuestro menú y tan pronto como se fue con el pedido comenzamos a charlar y a reírnos de las experiencias de nuestro día, incluso de lo que sucedió con Rayan.

-Pobre, debió sentirse humillado.

-Hay por favor Charlotte, me haces sentir mal. ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué siguiera ilusionándolo y sobre todo haberme traído problemas? Voy en serio con Roman y estamos en un punto sin retorno, un punto que no me arrepiento de estar y que quiero seguir estando.

-Lo se y estuviste bien. Me alegra saber que todo va bien con Roman -Me tomo de la mano y me sonrió con sinceridad -¿Como te sientes? ¿Cómo te hace sentir? -Suspire con una sonrisa recordando todo los momentos que pasamos juntos y que, si ocurre, seguirá habiéndolas.

-Es... increíble, es la primera vez que alguien me valora, me respeta y me cuida. Amo que me ame, pero sobre todo amo como es conmigo, es la primera vez que siento como un hogar cálido. El mismo hogar cálido que siento con ustedes, que sentía cuando aun vivían mis padres, la seguridad que tenía cuando estaba abue, y la que siento con Zaid. Es tan sencillo, auténtico y tiene un corazón puro e inocente. Charlotte, te juro con todo mi corazón que esto no lo sentí ni siquiera cuando estuve con James y a veces me abruma todo esto porque nunca lo sentí. Y siento que todo eso me aterra porque... temo perderlo -Charl negaba con seguridad en sus ojos.

Curando HeridasWhere stories live. Discover now