21: Comportamiento extrañó.

2 1 0
                                    

"Siempre parece imposible hasta que se hace" - Nelson Mandela.

"Cuando hablas de él veo algo más de lo que vi cuando hablabas de James". Pensé que era la única que sentía esa sensación de que los dos son diferentes y que Roman comenzara a ser parte de mi vida desde ahora. Adele me hizo dar cuenta de que James no era el indicado para mí, y no solo por el hecho de que casi me matara, sino porque por más que afirmara que James me gustaba, él no era para mí y viceversa, no complementábamos.

No sé si Roman lo sea, pero lo que sí podría precisar es que hay algo en él que me transforma, me convierte en una Rose diferente, en una Rose que puede disfrutar ser ella misma, de sentirme perfectamente bien a su lado, de sentirme querida, respetada y protegida. Es el tipo de hombre que es como una roca, pero que por dentro son los más bellos, puros y honestos, ese tipo de hombres que debemos valorar y querer, porque son los únicos que podrían llegar a entenderte, a consolarte, a abrazarte cuando más lo necesitabas sin habérselos pedido porque te conoce lo bastante para hacerlo.

No quiero y no deseo llevar esta relación tan rápido, pero si deseo disfrutar de ella y no pensar en que pasara en el futuro, pero no cometeré los mismos errores que me llevaron a una casi destrucción infinita.

Al día siguiente me levante con más energías que nunca, había dormido como una bebé sin llorar. Me acomodé mi cabello de un lado dejando caer lo rulos característicos de mi cabello formándolos un poco más, mientras que me acomodaba mi blusa color verde pastel. Al mirarme al espejo me note diferente, ya no tengo aquellas bolsas negras debajo de mis ojos que se encontraban bañadas por una capa suave de sombra verde un poco más oscuro.

Sin esperar demasiado agarre mi bolso blanco y lo coloque sobre mi hombro saliendo de mi cuarto para dirigirme a la cocina a buscar una manzana para comérmela en el camino sin haberme dado cuenta de que las chicas estaban sentadas desayunando y me miraban sorprendida por mi humor de hoy. Di un mordisco al tiempo en el que fruncía el ceño por sus miradas.

-Buen día

-Buen día -Respondieron al unísono.

- ¿Por qué me miran así? -Se miraron entre las dos para luego mirarme a mí.

-Hoy te ves... diferente -Charlotte se paró acercándose para revisarme de arriba abajo -No es tu ropa.

-Que por cierto te queda hermoso el color verde -Dijo Adele sacándome una foto -Desde ahora serás mi musa.

-Tu maquillaje tampoco es -Coloco su mano en su barbilla -Tampoco tu perfume.

-Yo creo que se la razón de porque se ve diferente.

- ¿Qué bicho les pico a ustedes?

-Empieza con R -Adele sonrió con una picardía que asusta. Y Charlotte no se queda atrás.

-Ah... es verdad. Puede que termine con N.

-Ya se ha dónde quieren llegar y saben, no arruinaran mi día. Así que, con permiso, me retiro a mi humilde trabajo -Abrí la puerta a punto de salir por ella cuando escucho lo siguiente.

- ¡¡Roman!! -Tape mis oídos saliendo con rapidez del departamento. ¡Infantiles!

Durante mi viaje hacia mi trabajo no puedo evitar reír por las ocurrencias de las chicas, y debo decir que tiene razón Ad con respecto a que me aburriría sin ellas y sus métodos para burlarse de mí. Al parar en un semáforo recibí la notificación de que alguien me mandaba un mensaje, así que aprovechando en que está en rojo desbloquee el teléfono mirando el mensaje que Rom me mando.

"Buen día bella Rose, espero que tengas un mejor día que ayer. Te extraño y... ¿Es normal que no deje de pensar en tus labios y tener deseos de volver a probarlos?". Cerré mis ojos sin evitar sonreír por aquella última declaración logrando que mi corazón diera una media vuelta para volver a su lugar. ¿Quiere que me muera de algo? Suspire dejándome llevar por los sentimientos encontrados. Volví a leer el mensaje una y otra vez mordiéndome el labio inferior sin saber que decir.

Curando HeridasWhere stories live. Discover now