22: Difunta esposa.

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"El principio más profundo del carácter humano, es el anhelo de ser apreciado" - William James.

Resulta que nuestra querida Adele había invitado a Harry para solo mostrar "el departamento" e invitarlo a "comer algo", pero una cosa paso a otra y llegaron a esa situación. Nos encontrábamos en la cocina, ambos se encontraban con la cabeza gacha con Charlotte mirándolos con regañamiento. Esta situación me causaba demasiada gracia, sentía que yo era la madre sumisa y Charl el padre protector y celoso. Es muy gracioso.

-Bueno. Yo la verdad es que no se qué decir de esta situación -Di mi opinión sin dejar de ver con gracia a Ad y Harry.

-Yo sí. Saben, hay otras dos personas viviendo aquí. Podrían tener más respeto, ¿no?

-Lo sentimos.

-Y tu Adele. Eres una pervertida y traviesa, lo hiciste a propósito de seguro.

-No es verdad. No tenía ninguna mala intención.

-Si claro. Bueno como sea, la próxima háganlo en otro lado.

-O por lo menos cuando... -Estaba por terminar la frase cuando mi teléfono comenzó a sonar mostrando el nombre de Roman. Aclare mi voz un poco nerviosa agarrándolo -Permiso.

Me aleje de las chicas para dirigirme a mi habitación porque conociéndolas van a querer escuchar toda la conversación y más Ad que antes de irme me vio con una sonrisa picarona al ver de quien se trataba. Cuando entré y cerré la puerta descolgué la llamada.

-Tanto me extrañaste -Dije burlesca.

-No juegues conmigo. Sabes que sí, sino no hubiera ido a verte -Sonreí a la vez que negaba.

-No, tu viniste para acompañar a tu sobrina y aprovechaste para verme.

-Eres muy terca, te gusta ganar en todo, ¿no?

-Si, puede ser.

- ¿Cómo estás? -Aquella voz burlesca se transformó en una cariñosa y dulce. Suspire recostándome en mi cama.

-Bien... de hecho bastante bien. Fue un día agotador como siempre, pero fue diferente, más ligero, tranquilo...

-Quiero verte -Solté una pequeña risa por la repentina confesión.

-Que repentino. Nos acabamos de ver en el hospital.

-Si, pero es muy poco tiempo, además eso fue como 13 horas atrás -No le veo falla en su lógica – ¿Acaso no me quieres ver?

-Te estás haciendo la víctima, no es que no quiera verte. Solo... -Es muy rápido, me causa ansiedad y miedo -Estoy un poco cansada y además tenemos un poco de problemas en la cocina.

- ¿Problemas?

-Si, es cosa de Adele. Y no la quiero dejar sola con Charl, si vieras sus ojos te darías cuenta.

-No es cierto. No pasa nada, es libre como una mariposa -Salto Adele agarrando mi teléfono para hablar con Roman.

- ¡¡Adele!! Devuélveme el teléfono -Comencé a perseguirla para que me devolviera el teléfono, mientras que Harry y Charlotte nos miraban sin hacer nada - ¿Y ustedes? ¿No harán nada?

-Hola soy Adele, amiga, hermana, prima. Todo de Rose, no te preocupes ella va a ir... no tenemos ningún problema, es solo una tontera.

-Adele por favor dame el teléfono -Dije aun tratando de alcanzarla para que me diera el teléfono.

-Esta bien, le digo entonces a donde debe de ir... lo que pasa es que es un poco tímida, pero cuando la conoces es toda una loca atrevida como nosotras -Alce la ceja derecha.

Curando HeridasWhere stories live. Discover now