17: Revelación.

5 1 1
                                    

"El duelo es una casa cuyas sillas han olvidado como sostenernos, cuyos espejos han olvidado como reflejarnos, la paredes no saben como contenernos" - Jandy Nelson.

Me levante emocionada porque me tocaba a mi la salida que organice con mucho entusiasmo. Esto lo hacían mucho mis padres y es algo que también quería hacer, es como rememorar sus memorias. E incluso invite a mis tíos y a los hermanos de las chicas. Y sin poder evitarlo, invite a Zaid quien acepto con gusto la invitación.

Ya me encontraba preparada con mi equipo de gimnasia y totalmente desayunada, pero quienes no lo estaban era Adele y Charlotte que seguían durmiendo debido a todo lo que tomaron a noche. De seguro tendrán una resaca insufrible, más Charl.

Como no bajaba Charlotte tuve que ir yo a buscarla en su habitación. Al entrar vi que seguía durmiendo como una roca y roncaba como un león. Era un desastre, tenia sus piernas salidas de la cama y su cabello estaba en todo su rostro.

- ¡¡Charlotte!! -La moví, pero no respondía. Resople agarrando un megáfono que tenía en su ropero -Charlotte Elizabeth Evans Ortiz -Asustada se levantó rápidamente tratando de entender lo que acaba de pasar hasta que se dio cuenta de mi presencia.

-Me asustaste mujer -Se enderezo dejando descansar su espalda en el respaldar con su mano en la cabeza con el ceño fruncido -Por amor al dulce de leche, que maldita resaca.

-Es hora de irnos, así que ve y vístete.

- ¿Por qué parece que no tomaste ni una gota de alcohol anoche?

-Lo que pasa es que tomé moderadamente y no competí con chicos para saber quién lograba tomar más rápido tres litros de tequila con otras mezclas más fuertes -Dije de forma obvia.

-Como sea. No podemos ir más tarde, tengo mucha vagancia.

-No lo creo. Me prometieron que iríamos al lugar que yo quería -Dije haciendo un mohín con mis labios logrando que ella suspirara rendida.

-Espero que no sea nada de movernos tanto o hacer fuerza porque me voy a morir.

Una hora después nos encontrábamos al frente de una montaña demasiada alta con equipos de escalada. Ad y Charlotte miraban aquella montaña con terror, se notaban lo mal que se encontraban por aquella resaca. Palpe las espaldas de las chicas mientras sonría con malicia, dejándolas atrás comencé a ponerme los equipos con ayuda profesional junto con los tíos y primos.

Zaid había venido solo porque sus hijos no pudieron venir y su esposa estaba trabajando. Después de esta actividad me invito a comer junto con ellos cuando terminaran sus tareas matutinas. De lejos vi como Charlotte suspiraba con ganas de llorar, resoplando fastidiada se dejo ayudar por aquellas personas que nos estaban ayudando.

-Bien, comencemos -Exprese emocionada.

-Recuérdenme no tomar cuando al día siguiente haremos este tipo de cosas o avísenme, así pondría limites en mis locuras.

-Sigo sin creer que nuestra querida Charlotte Evans este tan desanimada por escalar una montaña cuando ella misma es una extremista demente -Charl fulmino con su mirada a Ad y ella solo sonrió burlesca.

-Cállate Wilding.

-No seas aguafiestas Evans, estas siendo muy aburrida o ¿tal vez temes perder contra nosotras y por eso te haces la difícil para no sentir vergüenza cuando pierdas?

-Se lo que estás haciendo y te digo una cosa no lo vas a lograr. Ahora mismo me siento totalmente apagada para ser competitiva. Iré a mi paso, a mi tiempo y a mi estado físico en este momento.

Curando HeridasWhere stories live. Discover now