105 ⛥The Mistress

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[Se recomienda escuchar este capítulo con la sinfonía etérea de: Royalty

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[Se recomienda escuchar este capítulo con la sinfonía etérea de: Royalty. Recuerde querido lector, manifestar su apoyo es de suma importancia para que esta obra llegue a más personas. Usted es el responsable de las puertas por desbloquear. Gracias eternas.]







Cuando Deimos regresó volvió a alzar mi toga para observar aterrorizado las venas.

Lorcan permaneció a un lado de la puerta mientras los demás se movían de un lado a otro sin saber muy bien qué hacer.

-Tu amigo. -señaló Alexander a Lorcan.- ¡El médico puede ayudarnos!

Negó.

-Él no está especializado en casos sobrenaturalres.

Con la espalda apoyada contra el cabecero de la cama respiraba agitadamente mientras el ángel caído acariciaba mis piernas, buscando una ilusa e inexistente solución.

-¿Qué es lo que está pasando?

-Esto debe de ser culpa de los drosravis. -siseó Cirox.

-No cabe duda. -asintió su hermano.

-¡No importa de quién sea culpa! ¡¿Cómo demonios la ayudamos?! -gritó Richard con Jacob sosteniendo su brazo y mirándome con pesar.

-Guardemos la calma. -se puso en pie Idalia, terminando de exprimir paños con agua helada para ponerlos sobre mi frente.

-Tiene razón, debemos pensar las cosas bien y...

-¡¿Pero tú la has visto?! -graznó Alexander a su novia.

-¡La e visto! -gritó de vuelta.- ¡¿Crees que será de ayuda el que estés gritando por todo el castillo?! ¡Alaida está a dos habitaciones de aquí!

Aquello logró callarlo pero no tranquilizarlo así que Mavron cooperó en sacarlo de la estancia.

-Kimberly. -susurró Deimos sobre mis manos.- Dime qué está ocurriendo.

-Es mi culpa. Prefiero pagar yo por ello.

Mi rota voz llenó sus ojos de lágrimas.

-Estamos juntos en esto, ¿lo recuerdas?. -cerré los ojos y él sostuvo mis mejillas.- Dime, Kimberly. ¿Lo recuerdas?

-Lo recuerdo todo. -susurré a lágrima viva.- Pero no... No puedo.

Mi lengua volvió a atorarse y me contraje en mi lugar, gritando entre dientes cuando las venas finalmente consiguieron trepar por mi vientre.

Alejaron las manos de mi cuerpo al intentar desgarrar mi piel a través de la fina tela de la toga.

-Dime quién es. -gruñó sobre mi cara cuando los demás sujetaron mis brazos.

Pude ver claramente en sus ojos cómo la respuesta llegó antes de tiempo.

-El general de los seres sombra. -agonicé.- A regresado.











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