19⛥Angel

1.5K 205 379
                                    

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.






Un helicóptero.

Todos taparon sus rostros con un brazo cuando aterrizó a unos metros de nuestro vehículo.

Abrí los ojos una vez que las hélices empezaron a disminuir de velocidad. Un soldado vestido de negro y con varias armas de fuego colgando de la cintura bajó para después abrir la puerta del asiento trasero. En cuanto vi un bastón apoyarse en la hierba me di la vuelta con las manos formando puños en mi pecho.

-Mierda. -gemí, intuyendo a la perfección la razón de su presencia.- Me esconderé. Decid que e vuelto a la mansión por problemas digestivos y que-

-Me temo que ya es demasiado tarde. -dijo Lorcan, intentando no sonreír.

Seguí su mirada y efectivamente la vibrante mirada de Angelo ya estaba puesta en mí. El soldado le acompañaba en su lento pero seguro caminar.

Cojeando sobre su pierna derecha el líder de los Santos Amos barrió con la mirada el paisaje. Recordaba a la perfección sus botas, sus guantes y su pantalón de cuero. Portaba también el mismo cinturón con el mismo símbolo del heptagrama en el mío, cuyo color plateado deslumbraba incluso más. Esta vez su corset no era de color negro sino de color blanco, con una camisa negra bajo este. Sus mangas estaban arremangadas, descubriendo así una perfecta piel blanca con algunos arañazos ya cicatrizados. Los cuatro primeros botones de la camisa estaban desabrochados, descubriendo así una fina y solitaria cadena de oro. Mantuve mis ojos durante más tiempo del permitido en dicho corset y en las delicadas líneas doradas que trazaban hojas y ramas de árboles.

Di un respingo cuando las monjas abandonaron la iglesia, soltando pequeños chillidos y alaridos de emoción. Corrieron hacia el líder de los Santos Amos para dejarse caer de rodillas en frente de él, interrumpiendo así su caminar. El soldado quiso interceder pero Angelo le detuvo con un gesto de dedos. Todas besaron sus botas y mis cejas se alzaron cuando él acarició con cariño el rostro de una. Las demás acariciaban sus piernas y le susurraban lo milagrosa que era su presencia sobre la tierra donde se encontraban los aposentos de su orden. Mordí el interior de mis mejillas con fuerza cuando, posando su mano bajo la barbilla de Idalia, procedió a posar suavemente sus labios sobre los suyos.

Un beso de devoción y respeto.

Desvié mi atención al notar una incómoda mirada a mi izquierda. Deimos, quien me miraba fijamente, alzó una ceja.

-Qué. -dije, a la defensiva.- Hay que buscarte una vestimenta como la suya.

Rodó los ojos, molesto. ¿Qué esperaba que hiciera? ¿Que fuera a suplicar también un beso?

Angelo alzó su mano libre para señalar la iglesia con su dedo índice y corazón. Todas las monjas entendieron dicha indicación y con rapidez se levantaron para después caminar a paso rápido hacia su escondite. Angelo entonces procedió a retomar su caminar. Seguía careciendo de barba, dejando así a la interperie sus rosados labios, los cuales se estrecharon con lentitud al notar mi fija mirada sobre él. En cuanto me perdí en su peinado, el cual seguía siendo impecable a la vez que rebelde, la tan familiar bruma trajo consigo la extraña energía que manaba cada vez que le sentía cerca. Ésta vez fue más soportable que las anteriores por lo que evité el dar pasos hacia atrás. Mi piel no tardó en ponerse de gallina cuando al fin se detuvo a menos de un metro de nosotros.

AMA© |TRILOGÍA AMOS 2|Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang