[SEGUNDO LIBRO TRILOGÍA AMOS]
El ángel a decidido al fin olvidar sus principios.
El ángel olvidó a su clan y escogió a un demonio en su lugar.
Pero, ¿y el demonio?
Ella es la hija de un poderoso ángel caído.
Hija del primer demonio femenino.
Pero s...
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Breve nota: Gracias a todos/as por los 90K en AMO. Los 100k están cerca y el entusiasmo crece cada vez más. Aquellos lectores fantasma que no deseen comentar lo comprendo pero os pido darle simplemente al botón para votar (botón en forma de estrella). Anima a la escritora a seguir escribiendo y a no detener la novela ya que no es un trabajo fácil y este pequeño apoyo marca la diferencia. Graciasxxx.
Pero por más que yo intentaba hacer lo mismo acababa dándome de bruces con unos siniestros sentimientos que me suplicaban impregnarme de la inmortalidad que desprendía el príncipe de la lujuria.
-Nuestra reunión a llegado a su fin, Asmodeo.
La voz de Lilith le hizo dejar de saborearme de pies a cabeza con sus infernales y fugaces ojos para mirarla por encima del hombro con una ancha sonrisa de dientes blancos.
Parpadeé rápidamente y retiré con mis manos de su agarre al sentir una macabra excitación apoderarse de mis sentidos al darme cuenta de que sus caninos acababan en unas tentadoras y afiladas puntas, las cuales en ese momento parecieron susurrarme los miles de lugares en los que podrían ser enterradas.
-No manifieste preocupación alguna, mi reina. Retornaré a mi reino cuando su poética criatura acepte reunirse conmigo tras la ceremonia.
Aquello lo dijo mirándome de reojo con una nada inocente sonrisa.
-¿Poética criatura? -susurré con intriga.- ¿Por qué poética?
Ladeó la cabeza, sorprendido de que yo no viera lo que él veía a la perfección.
Poniéndome aún más en alerta se alejó en dirección a la mesa para vaciar un jarrón de plata de las rosas rojas y caminando de nuevo hacia mí ignoró las miradas de advertencia que obtenía por parte de mis padres.
Situándose a mis espaldas colocó el ancho jarrón en frente de mi rostro y acercó su boca a mi oído de modo que su mirada se encontró con la mía a través del reflejo.
-La poesía es escrita con pasión al ser testigo de la desctrucción de la armonía de tus virginales ojos, producto de la endiablada seducción de tus labios.
Me fue inevitable no mirarle con delirio y cautividad.
Mi cuerpo había recibido aquel alago de una forma inesperadamente abierta y cuando su puntiagua nariz fue enterrada en mi cabello tensé hasta el último músculo de mi cuerpo al observarle cerrar los ojos en el reflejo y enterrar su rostro en mi cuello para inspirar hondo. Su mano libre acarició de manera provocativa los dedos de mi mano izquierda y entrelazándolos casi consigue que cierre los ojos ante mis padres quienes se miraban entre sí con desconfianza.
