[SEGUNDO LIBRO TRILOGÍA AMOS]
El ángel a decidido al fin olvidar sus principios.
El ángel olvidó a su clan y escogió a un demonio en su lugar.
Pero, ¿y el demonio?
Ella es la hija de un poderoso ángel caído.
Hija del primer demonio femenino.
Pero s...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
[Recuerde querido lector, manifestar su apoyo es de suma importancia para que esta obra llegue a más personas. Usted es el responsable de las puertas por desbloquear. Gracias eternas.]
Capítulo dedicado a @floryjr65
Retorné a la sala de Aradia en cuanto pude.
Apenas tenía uñas por haberlas estado mordiendo sin compasión alguna. Los nervios habían sido dueños de mi cuerpo desde incontables noches.
-¡Lo que piden es algo ridículo!
-¿Por qué? Algún día tendremos que ir al infierno, ¿no?
-¡Pero no ahora! -gritó de vuelta Cirox.
Habían aparcado sus motos a una distancia considerable del castillo para no ser oídos.
-Deimos, escúchame hermano. -posó las manos Mavron sobre sus hombros.- Aceptamos el que te sientas culpable, ¿pero qué culpa tiene Alaida?
-¿A qué te refieres?
-¡La dejarás sola! ¡No tendrá ni madre ni padre que la guíen en el control de sus poderes! -bramó Cirox, aún chillando y caminando de un aldo a otro.
Me di cuenta de que podría llevarse de maravilla con Jacob.
-Hago esto para que su madre vuelva a su lado.
-¡¿Acaso sufres de sordera?! ¡¿No escuchaste a aquella bestia?! ¡El infierno es gigantesco! Además, ¡¿si no vas tú a por ella quién demonios va a ir?!
-Como sigas gritando te haré tragar la rueda trasera de la moto. Ponme a prueba. -le amenazó Deimos, señalándole con un dedo.
-Deimos. -volvió a atraer su atención Mavron.- No sabemos lo que te sucederá allá abajo.
-¡Perderá toda oportunidad de volver a estar entre nosotros, maldita sea!
Llevé las manos a mi cabeza y caminé de un lado a otro cuando Deimos comenzó a perseguirlo mientras el otro continuaba chillando todos los nefastos finales que tendría aquello.
-¡Es mi decisión y nadie la alterará! -bramó el ángel caído.- Alaida cada día pregunta más por Kimberly y no soporto el mirarla y fingir que su muerte no fue por mi culpa.
La sinceridad y dolor en su voz me petrificaron.
-¿Realmente haces esto por Alaida?
-¿Qué estás insinuando? -espetó en dirección a Cirox.
-Podemos trazar un plan. -interrumpió Mavron antes de que comenzaran de nuevo a perseguirse.- Somos iguales o más poderosos que esas criaturas y estoy seguro de que con apoyo podremos con todos ellos.
-¿El apoyo de quién? ¡¿De Miguel?! -gritó Cirox.- ¡¿Qué dices, hermano?! ¡¿Te apuntas?! -bramó mirando al cielo con los brazos abiertos.
-Llévatelo de aquí antes de que también lo mande de cabeza al infierno. -siseó Deimos, echando a caminar en dirección al castillo.