42⛥The Arrows

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Capítulo dedicado a DianaKstorena

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Capítulo dedicado a DianaKstorena











-Ésta vez no a sido mi culpa.

Mi voz se perdió en las paredes del automóvil.

Deimos no había desviado su mirada de su regazo consciente también del esfuerzo que estaba ejerciendo Lorcan sobre sus sentimientos, evitando así sollozar.

-Son tus hermanos. -respondió con voz rota.- Eres responsable de todos sus actos.

Tensé mi mandíbula para desviar la mirada hacia la ventana.

-Últimamente no resisten el estar en mi interior. -susurré en tono perdido, observando los árboles pasar a gran velocidad.- Debo de averiguar pronto la razón y...

-¿Estás intentando convencernos de que si tus hermanos no hubieran descuartizado a cada miembro de esa orden habríamos abandonado el lugar en paz? Sin ofender, ama, pero creería esas palabras si procedieran de la antigua Kimberly.

Tanto mis hermanos como el general esparcieron su malestar por lo que me fue inevitable el hacer no una mueca.

-La antigua, débil y llorica Kimberly. -murmuré con burla.- Su ignorancia os hacía sentir superiores, ¿cierto?

-Su ignorancia era a su vez su cualidad ya que aprendía con lentitud para evitar dar un mal paso. Pero ahora...

-Sólo tenías un jodido trabajo. -siseé, mirándole de soslayo.- Haberlo hecho bien.

-No fue mi culpa que-

-No me interesa de quién haya sido la culpa. ¿Por qué te a afectado tanto esta orden? Bien recuerdo que dijiste no sentir nada por su ama.

Inspiró para cerrar con fuerza sus manos sobre la tela su pantalón.

-Me pidió vengar a su hijo. -le hice saber a lo que Deimos también se sorprendió.

-¿Tú? -preguntó.

Asentí.

También me resultó algo irónico ya que en su momento me culpó a mí de todo lo relacionado a la muerte de su hijo. ¿Por qué entonces pedirme ahora el vengarlo? ¿Y porqué mi sádica mente comenzaba a replantearse el aceptar?

-¿Y qué harás? -preguntó Lorcan.- ¿La harás descansar en paz con su última voluntad o seguirás esparciendo tus sangrientas huellas en otros lugares?

Apreté los labios, pensando bien en la respuesta.

El general se negó totalmente a aceptar mientras que mis hermanos únicamente estaban sedientos de más sangre. Acaricié distraídamente el mango dorado de mi espada.

-No soy ninguna justiciera.

Mi contestación le llevó a girar su rostro en sentido contrario al mío y yo centré mi atención entonces en Deimos.

AMA© |TRILOGÍA AMOS 2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora