Capítulo dedicado a FtimaAmricaSerranoGo
Extraño.
Así definía el silencio que habitaba ahora en mi interior.
Un silencio que traía consigo paz en algunos momentos y caos en otros. Los primeros días hablé poco, hice poco y comí mucho. Ninguno dijo nada al respecto y me dejaron vagar en mis tranquilas orillas durante el día y la noche.
Algunos amaneceres me encontraban tumbada en el prado, respirando los primeros rayos de sol que decidían molestar a la oscuridad de mi interior mientras que algunos anocheceres llegaba a dormir incluso a un lado del establo, apreciando las pocas estrellas que las nubes de tormenta dejaban a la vista a veces.
En ciertos momentos despertaba con las manos sobre mi vientre y sin pensarlo dos veces las alejaba al instante, a veces incluso con cierta sorpresa.
Intenté contactarme con mi padre Samael durante un tiempo pero me rendí cuando no acudió a mi llamada. Sin preocuparme y segura de que estaría ocupado en uno de los miles de asuntos en los que el infierno le obligaba a respirar decidí esperar a que él acudiera a mí esta vez. Continué los días observando a lo lejos a los demás estudiar y entrenar.
Pensaba constantemente en lo que le había prometido al general y en lo fácil que había sido convencerme con la libertad mental, la cual era algo más que esencial para que pudiera moverme con total soltura sin ser reprendida o inundada en burlas con su grotesca e irritable voz. Con un brazo apoyado sobre la mesa del comedor mantenía mi oscura mirada perdida en el mantel rojo de la mesa, escuchando desde la lejanía las risas y animadas conversaciones de los demás quienes cenaban como si no hubiera un mañana.
Los primeros días me costó un poco despegarme del espejo, sin acostumbrarme a la blancura humana de mis cuencas las cuales habían abandonado por completo su rojez. Comencé pensando que podría perder poder por ello pero al sonreír e inclinar un poco la cabeza me di cuenta de que no.
No había perdido mi siniestra e intimidante mirada.
-¿Y en las aventuras podríamos llevar tapabocas? -sugirió con emoción Alexander.
-¿Tapabocas?
-Con la sonrisa de una serpiente o... ¡De una pantera! -contestó a Tracy.
-Desde luego suena muy intimidante. Más que llevar la mitad del rostro tapado. -asintió Richard.
-Últimamente estás muy de acuerdo con él. -gruñó Jacob.- Cuidado porque si se le sube el ego luego no hay quien lo baje.
-Sus ideas al menos son lógicas, no como las de algunos.
La indirecta de Richard esbozó una pequeña sonrisa en mis labios.
-¿Nunca os cansáis de discutir como dos niños pequeños? -dijo de repente Lorcan mientras cortaba un trozo de filete de terna.
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AMA© |TRILOGÍA AMOS 2|
Романтика[SEGUNDO LIBRO TRILOGÍA AMOS] El ángel a decidido al fin olvidar sus principios. El ángel olvidó a su clan y escogió a un demonio en su lugar. Pero, ¿y el demonio? Ella es la hija de un poderoso ángel caído. Hija del primer demonio femenino. Pero s...