Bloody Attraction [KookTae]

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—Prométeme que no irás a ninguna parte. No quiero llegar y encontrarme de nuevo con la sorpresa de que te has ido.

—Tranquilo —murmuró Taehyung contra el pecho de Jungkook, puesto que se encontraba abrazándolo bajo el umbral de la puerta de salida—. Yo estaré aquí para cuando tú vuelvas.

—Prométemelo, Tae —insistió Jungkook.

—Te lo prometo. Me encontrarás cuando vuelvas —Le aseguró Taehyung—. Pero ahora tú prométeme que destrozarás a esa maldita que me quitó a mi madre. Por favor, solo puedo confiar en ti para hacerlo.

Jungkook miró fijamente a Taehyung, y luego tomó su rostro con ambas manos y unió sus labios en un casto beso.

—Te lo prometo. No tendrás que preocuparte por ella de nuevo. Me aseguraré de que vuelva al infierno del cual no debió salir.

Taehyung asintió, su mirada se veía cansada y su piel pálida. A Jungkook le dolía verlo de esa forma, pero era consciente de que debía pasar un tiempo para que Taehyung asimilara lo que estaba ocurriendo y comenzara a recuperarse.

Después de todo, había perdido a su madre. Y no había nadie mejor que él para comprender el dolor que se sentía ante esa pérdida.

—Vuelvo pronto, ¿bien?

—Está bien, cuídate.

—Lo haré.

Jungkook volvió a besar a Taehyung, prolongado el encuentro de sus labios.

—Basta, vete ya. —Le pidió Taehyung—. Está lloviendo.

—No me niegues tus besos. —Jungkook lo tomó del mentón y trató de besarlo de nuevo, pero Taehyung giró el rostro.

—No es eso. Pero debes irte ahora o no podrás ayudar a tus amigos.

Jungkook exhaló con pesadez, pero terminó sacudiendo la cabeza en un asentimiento. Su novio tenía razón, se separó de él y dio unos cuantos pasos hacia el exterior, pero antes de avanzar más, se detuvo y se giró. Regresó en sus pisadas y besó nuevamente a Taehyung.

—Jungkook, ya. —Volvió a separarlo, esta vez sonriendo tenuemente—. Vete ahora.

Jungkook también sonrió.

—Te amo.

—También te amo.

—No creo que lo hagas tanto como yo.

—Discutiremos eso en otro momento. En serio, ya vete.

—Sí, sí. Ya me voy. —Jungkook rodó los ojos—. Parece que estás desesperado porque me vaya, espero que no pretendas meter a nadie en nuestra casa, ¿eh?

—¿Cómo puedes bromear en un momento así?

El vampiro se encogió de hombros.

—Uno de los dos tiene que hacerlo, ¿verdad?

—Mejor entraré ya, de lo contrario dudo que te vayas.

Taehyung ni siquiera le dejó a Jungkook decir algo más, ingresó a la casa y cerró la puerta a sus espaldas.

Jungkook observó la superficie de madera y sonrió. Sin distraerse por más tiempo se giró y corrió en dirección a su destino, con un solo pensamiento en la cabeza; debía volver con su Taehyung.

Por otra parte, el humano volvió a abrir la puerta luego de un lapso de tiempo, y tal y como se lo imaginó, Jungkook ya se había marchado. Sonrió y volvió a entrar.

Sabía que podía confiar en Jungkook.

El vampiro le había demostrado en más de una ocasión que sin importar qué tan mal vaya la situación o qué tan fuerte sea el enemigo al que se enfrenten, él siempre lograría salir victorioso.