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Taehyung no era consciente de cuántos metros había caminado.

Pero estaba seguro de que ya había salido del territorio de los vampiros, y estaba de nuevo en el lado norte de Angelical.

Cuando se despertó solo en la habitación de Jungkook, se sintió tan perdido que lo único que atinó a hacer fue salir de esas paredes que lo asfixiaban y caminar sin un rumbo fijo.

Tal vez Jungkook se preocuparía al llegar y no encontrarlo, pero en aquel instante no estaba pensando en nada. Lo único que quería hacer era escapar.

De todo, de todos, incluso de él.

Jamás se imaginó que podría sufrir tanto al perder a una persona.

Siempre pensó en sí mismo como una criatura desalmada, sin sentimientos o preocupación por otros. Era un demonio después de todo. Su linaje lo precedía.

No obstante, en ese momento ni siquiera podía respirar sin que su pecho ardiese. El dolor se expandía como un veneno que lo debilitaba con cada paso. Su estabilidad se fragmentaba y no podía hacer nada para impedirlo, porque solo quería gritar y llorar.

Tal vez era el cargo de conciencia porque Eunha era una buena mujer que no debió sacrificar su vida por alguien tan podrido como él, o quizá era porque ella era la única persona a la que realmente podía llamar madre y sentirlo de esa forma, y simplemente ya no estaba.

Tal vez era por ambas razones.

Jungkook era todo lo que tenía ahora.

Y por alguna razón que no terminaba de comprender, comenzaba a sentir que eso no era del todo cierto.

Apretó los dientes con fuerza cuando una punzada en su cabeza lo obligó a jadear.

No sabía qué estaba pasando con su cuerpo, ni con su cabeza. Todo era demasiado para él. De repente tuvo náuseas. Como si fuera una bomba y estuviera a punto de estallar.

Su alrededor daba vueltas y sus piernas dolían.

Como si la energía abandonara su cuerpo, a penas pudo apoyarse en una pared cercana. Nadie pasaba por ese lugar, así que nadie podía ayudarlo. Con la entrada de la noche, eran pocas las personas que continuaban en las calles.

Nadie quería ser la próxima víctima de una desaparición. El pánico seguía muy presente.

Se metió en un callejón cercano y oscuro porque sentía que no podía avanzar más.

Ni siquiera tenía un lugar al cual ir.

No tuvo fuerzas para reparar en el hedor o en la suciedad. Apoyó su espalda en una de las paredes y cedió al cansancio, deslizándose por la dura superficie hasta quedar sentado en el suelo.

Miró al cielo nublado y después de unos pocos segundos cerró los ojos.

Las diminutas gotas de agua de la lluvia que se avecinaba cayeron en su rostro y se mezclaron con sus lágrimas, las cuales habían dejado de caer en algún instante pero se mantuvieron secas en su piel.

Había llorado tanto que sus ojos ardían.

Taehyung recogió sus piernas y las abrazó contra su pecho, dejando luego que su cabeza descansara sobre sus rodillas.

Pasaron minutos antes de que volviera a sollozar y la lluvia se desatara con violencia sobre él. Ni siquiera se inmutó, porque la de su interior era mucho más torrencial, y le provocaba más daños que unas simples gotas de agua.

No supo cuánto tiempo pasó hasta que dejó de sentir la lluvia impactar contra su cuerpo, pero continuaba escuchándola.

Fue entonces que percibió una presencia a su lado.

Bloody Attraction [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora