Bloody Attraction [KookTae]

19

—¿Así que todo fue bien? — inquirió con cautela Jackson, mirando de forma inquisitiva a Taehyung.

El rubio había llegado el día anterior con Jungkook, y no había dicho ni una sola palabra. Entró en casa, se duchó y se metió debajo de las sábanas. Al día siguiente, se despertó como siempre; renovado. Como si nada hubiera pasado. Su actuar era tan raro la mayor parte del tiempo, pero en aquella ocasión estaba superando los niveles que Jackson había delimitado como normales en los años que lo llevaba conociendo.

Así que sí. Definitivamente algo había pasado en ese viaje que hizo con el vampiro azabache, quien el día anterior, curiosamente se mantuvo fuera de la casa incluso después de que el rubio entrara sin darle siquiera una mirada o un agradecimiento.

Jackson no supo cuánto tiempo estuvo Jungkook en el exterior, pero si de algo estaba seguro, es que fue mucho. No entendía nada. Comprendía el gusto que había generado el vampiro por su amigo, era algo bastante normal teniendo en cuenta la procedencia de Taehyung y el poder al que se había visto expuesto cuando solo era un niño y fue tomado por los príncipes del infierno, pero ahora, sentía que había algo más.

—Sí, ya te dije que todo fue bien — habló Taehyung con naturalidad, dándole un mordisco a uno de los waffles que había preparado su padre antes de irse al trabajo —. Hicimos el viaje, llegamos a Hopeless, Pandora nos dio la caja y estamos aquí de nuevo — enumeró después de tragar —. Todo bien — volvió a afirmar, tomando la taza de té humeante frente a él para posteriormente llevarla con cuidado hasta sus labios y sorber con lentitud, provocando un sonido casi imperceptible para los oídos ajenos.

—¿Por qué será que siento que me estás omitiendo muchas cosas en toda esta historia? — el castaño entrecerró los ojos, sin creer en lo absoluto lo que le decía su amigo.

Taehyung se encogió de hombros, pasando su lengua por encima de sus labios para retirar la sensación que quedó en los mismos debido al té.

—No me lo preguntes a mí, tú eres el paranoico. Ayer solo llegué muy cansado y no tenía ganas de hacer nada más que dormir, recuerda que a pesar de todo, sigo siendo solo un humano. No lo pienses tanto.

Jackson alzó una ceja, manteniendo su atención sobre el rubio.

—Sigues ocultándome cosas, incluso si sabes que puedes confiar plenamente en mí — soltó el castaño en medio de un bufido, cruzándose de brazos.

—Ya te dije que no es eso — resopló Taehyung con cansancio después de haber estado repitiendo lo mismo varias veces en lo que iba de la mañana.

—Y yo ya te dije que no te creo en lo absoluto — masculló el hechicero, con la mirada indagadora fija en el rubio —. Entiendo que no confíes en los vampiros recién llegados sobre ciertas cosas, pero yo soy diferente y lo sabes, hemos hecho muchas cosas juntos y siempre te lo he contado todo. Pensé que al menos confiabas en mí para decirme el por qué ayer llegaste luciendo tan desorbitado.

Taehyung dejó salir un suspiro prolongado, pasando nuevamente su lengua por encima de sus belfos antes de encarar al castaño. Sabía que Jackson no desistiría hasta que él le cuente todo.

Su amigo siempre decía que era mejor dejar salir la tormenta, a dejar que esta lo ahogue por dentro.

Era tan insistente.

Pero tenía razón, ellos habían compartido muchas cosas juntos, Taehyung podía decir plenamente, que Jackson era el único que lo conocía en el mundo humano, a pesar de que eso no era del todo cierto. La sinceridad nunca fue una de sus cualidades, así que incluso Jackson aún desconocía muchísimas cosas sobre su vida.

Su primer vida.

La cual debía quedarse donde se perdió; pereciendo en las llamas más ardientes y profundas del infierno.