Bloody Attraction [KookTae]

03

—¡Yo sabía que algo como esto pasaría! — vociferó Eunha, dedicándole una mirada mordaz a su esposo mientras apretaba con más fuerza el cuerpo de su hijo contra el suyo —. Nunca debí dejarte ir a ese lugar tan peligroso, lleno de esos monstruos sin sentimientos, es más, nunca debí aceptar venir hasta aquí. Mañana mismo Taehyung y yo nos iremos de este lugar.

El aludido se apartó, tal vez con más brusquedad de la que debería, mirándola con el entrecejo fruncido.

—No — se negó rotundamente, moviendo la cabeza hacia ambos lados, para después ir hasta donde su padre y aferrarse a su torso —, yo no me iré, no dejaré a papi aquí solo. Somos su familia, mamá. Debemos permanecer a su lado.

Seojoon acarició de forma superficial la rubia cabellera de su hijo, para después mirar a la rubia, quien solo suspiró con cansancio y se cruzó de brazos, notablemente molesta.

—Esta mañana pedí seguridad para ustedes, la casa estará custodiada — Seojoon suspiró cansado antes de continuar hablando —, lo que sea que haya asesinado a ese pobre chico no es lo mismo que está asesinando a los humanos en el otro lado de Angelical, esta es una criatura más sanguinaria y violenta. Estaremos bien.

—Todos esos seres son monstruos — habló alterada la rubia —. No me digas que estaremos bien, porque sé que eso no es cierto.

—Lo estaremos, cariño — Seojoon soltó a Taehyung para acercarse a su esposa y acunar su rostro en sus manos con delicadeza, acariciándole los pómulos con sus pulgares —. Ya el caso está tomado por los líderes de los vampiros, ellos tratarán de mantener su ciudad y a sus personas a salvo. No tienes nada de qué preocuparte, nosotros estaremos bien. No es a nosotros a quien esa cosa está buscando.

Eunha negó levemente, sus ojos brillaban pero trataba de no perder la compostura, así que solo se apartó de Seojoon y subió por las escaleras hasta su recámara.

—Deberías hablar con ella, de nuevo... — sugirió en un susurro Taehyung, y Seojoon asintió comprensivo.

El castaño comprendía la posición de su esposa, el temor que le provocaba la cercanía con todos los seres no-humanos, después de lo que ocurrió ella quedó aterrada, y aunque siempre quiso hacerle frente a la situación y no darse por vencida, el miedo de algún día perder a Taehyung la afectaba en demasía. Dándole una última mirada al rubio, quien le brindó una diminuta sonrisa de confianza, él subió por las escaleras, siguiendo el mismo camino que había tomado Eunha minutos antes.

Taehyung suspiró con pesar cuando se encontró solo en la sala, esbozando una pequeña sonrisa. Sus padres normalmente se llevaban muy bien, pero desde que su papá decidió tomar el caso de los asesinato masivos de humanos en Angelical, todo se complicó para ellos. Ahora su madre vivía en una burbuja de miedo constante, y su padre afligido por no poder ser el apoyo suficiente que ella necesitaba para sobreponerse a toda esa situación.

Inhalando fuerte también fue hasta la planta alta, con dirección a su recámara. Sus pasos se detuvieron y su ceño se frunció cuando le pareció escuchar un extraño sonido venir desde el interior de su habitación, con sutileza se acercó hasta la puerta, tratando de hacer el menor ruido posible. La abrió en el mismo instante en que YeonTan salía prácticamente volando sobre su cama, casi tocando el techo, y luego cayó sobre las manos de un pelinegro que lo observaba con diversión.

—¡¿Qué haces aquí?! — Taehyung gritó en un susurro, cerrando la puerta a su espalda. Notablemente alterado se acercó hasta el vampiro, y le quitó al pequeño cachorro para después dejarlo en el suelo.

YeonTan ladraba y saltaba en dirección a Jungkook, sacando la lengua jadeante en señal de diversión.

—Me aburría en la soledad de mi casa, así que decidí venir a visitarte a ti y a tu hermoso trasero — Jungkook guiñó un ojo y se mantuvo en su posición; recostado sobre el espaldar de la cama del menor, con su mano recorrió su abdomen y levantó un poco su camiseta negra, dejando parte de su piel al descubierto.