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Habían pasado tres jodidos días desde que cortó cualquier lazo con Taehyung, y Jungkook no había podido dejar de pensar en él ni por un solo segundo.

Era como si lo llevara tatuado en el alma.

Cada vez que trataba de alejar esos pensamientos, volvían con mucha más fuerza en forma de torrente.

Simplemente no podía sacarlo de su cabeza. Y eso lo hacía sentir tan confundido.

Él nunca se sintió de esa manera con la persona que amó en el pasado.

Las cosas con ella siempre fueron más fáciles y suaves de sobrellevar, pero con Taehyung todo adquiría una fortaleza tan grande, una intensidad a la cual no estaba acostumbrado y contra la cual no podía batallar.

La diferencia de la magnitud de sus sentimientos lo abrumaba. Taehyung era un duro golpe a su sistema del cuál solo podía sentir dolor ahora que estaban separados.

Su encierro no hacía que las cosas fueran mejor. Debido a la soledad que lo acompañaba en esas paredes oscuras, tenía mucho tiempo para no dejar ir el recuerdo del rubio. Esos ojos triste y suplicante que le había puesto la última vez que se vieron seguían muy presentes.

Taehyung se veía muy herido, y por más que tratara de convencerse de que muy posiblemente aquello pudo haber sido falso, como la gran mayoría de cosas que lo rodeaban, algo en su interior le gritaba que no era así.

Aunque pensó que tal vez eso se debía a su propia necedad de pensar que hubo algo real entre ellos.

Gruñó con frustración y se pasó las manos por el rostro con fuerza.

—Ah, lo extraño tanto... — las palabras salieron de su boca aunque nadie lo escuchara. Él solo quiso exteriorizar lo que sentía.

Porque sí. Extrañaba con locura a Taehyung. A pesar de lo que este había hecho, y a pesar de que solo habían estado separados por tres días, sentía que una parte de sí mismo le hacía falta.

En algún momento, le había parecido incluso escuchar la voz de Taehyung susurrándole al oído. Pero eso era algo imposible, así que posiblemente solo estaba enloqueciendo por el encierro y la soledad.

Era increíble como no había ido nadie desde que el rubio lo visitó. Ni sus amigos, ni los guardias. Nadie. Y lo que se le hizo más extraño aún, era ver que no llevaban a ni un solo preso más a las celdas donde él se encontraba.

El lado sur de Angelical era conocido por ser el peligroso, con actividades ilegales haciéndose en cada rincón, y por lo menos un vampiro debía ser atrapado al día, no obstante, desde que Jungkook había llegado, no habían llevado a ni uno solo.

Y la posibilidad de que de repente todos hayan querido cambiar y convertirse en buenas personas era nula, así que debía haber algo más.

O tal vez solo era el encierro haciendo que sobrepensara las cosas. También se llegó a preguntar si el padre de Taehyung lograría hacer algo, aunque dadas las circunstancias lo dudaba mucho, además, ¿quién ayudaría al idiota que hace llorar a tu hijo? Así que estaba perdido.

Todo dependía únicamente del hijo de puta de Winwin, a quien había estado esperando desde que fue encarcelado. Pero él tampoco había hecho acto de presencia, lo cual lo extrañó, ya que pensó que este usaría todo eso para obligarlo a mantener una relación.

Se equivocó, porque el muy imbécil ni siquiera le había dado la cara después de lo que hizo. Tal vez Hoseok tenía razón, y lo único que quería era vengarse de él por todos los malos tratos que le dio. Tal vez su plan era dejarlo encerrado ahí hasta que todos se olviden de que existía y él perdiera su raciocinio.

Bloody Attraction [KookTae]Where stories live. Discover now