Bloody Attraction [KookTae]

15

"Ellos confiaron en los demonios...

El dolor de cabeza que Taehyung sentía era aplastante. No tanto como lo estaba aparentando en aquel instante frente a su padre, pero sí bastante abrumador como para hacerlo quejar cada vez que este levantaba la voz para reñirlo, y eso que ni siquiera sabía lo que había pasado concretamente.

—No debiste haber bebido tanto — dijo Seojoon con dureza como por quinta vez, luego de ver a su hijo tragar con dificultad las pastillas que le había llevado junto con el desayuno para su resaca, a pesar de que ya pasaba del medio día —. Me desobedeciste.

Taehyung no había llegado a la hora acordada por Seojoon, y además de ello, cuando llegó estaba completamente ebrio, en exceso. El mayor se enojó y se preocupó mucho cuando abrió la puerta y lo que vio fue a su hijo desmayado por tanto alcohol que había ingerido, y a Jungkook cargángolo en brazos junto con Jackson, quien tenía una expresión martirizada en su rostro, aunque trataba de disimularla, fallando en el intento, evidentemente.

—Papi, ya, entendí la primera vez que lo dijiste — se quejó Taehyung en voz baja, haciendo un mohín con sus labios y hundiéndose en su almohada, cerrando los ojos en el proceso.

La mandíbula de Seojoon se endureció. Taehyung era tan descuidado con sus acciones, a pesar de que él quisiera darle más libertad, ya que independientemente de la procedencia que este tenía, en la actualidad era solo un humano que podía ser dañado con facilidad, incluso por otro de su misma especie. Por ello trataban de cuidarlo, aunque era evidente que fallaron al siempre tratar de complacerlo.

—Si tu madre estuviera aquí, y te hubiese visto en el estado que llegaste en la madrugada estaría muy enojada con los dos. Te dije que quería que estés aquí para cuando yo llegara.

—Pero mi mami no se va a enterar — canturreó muy despreocupado, sin abrir los ojos —. Ella no está aquí, y nadie le dirá nada. Todos felices — exhaló, sintiendo otra punzada en su cabeza —. Ya, ¿sí? Luego me reprendes si quieres.

Seojoon suspiró, negando levemente con su cabeza, para después acariciar la rubia cabellera del menor con gentileza, de nada le serviría seguir riñendo a Taehyung cuando a este parecía no importarle en los más mínimo lo que él tenía para decirle. Siempre había sido así de débil con el contrario.

—No tienes remedio — murmuró, y solo obtuvo otro quejido como respuesta —. Por cierto, ¿La has llamado? — prefirió preguntar, dejando atrás el intento de riña, ya que el papel de padre castigador no le quedaba bien con Taehyung, a este no parecía importarle sus palabras. Apartó algunas hebras de cabello de la frente del rubio antes de continuar —. Habló conmigo en la mañana y dijo que te había estado llamando pero que no le respondiste.

Taehyung por fin abrió los ojos con lentitud, enfocando de prisa a su padre.

—¿Ah, sí? — Seojoon asintió ante la mirada estoica del menor —. Hablé con ella ayer, antes de salir. Como has podido ver, mi estado no es el más óptimo para recibir llamadas — sonrió, pero la mirada de desaprobación del contrario le hacía saber que eso solo le había hecho gracia a él —. ¿Qué dijo? ¿Va a volver pronto? — inquirió, antes de que su padre comience nuevamente con los regaños.

—Sí, dijo que aproximadamente en un par de días regresaría. Tu abuela ya está mejorando mucho su salud, Eunha solo está esperando que se regule y llegue una enfermera que se hará cargo de ella.

Taehyung bufó. —Mi abuela — repitió con ironía, rodando los ojos y cruzando sus brazos por encima de su pecho.

—Lo es — afirmó Seojoon con una sonrisa —. A pesar de las diferencias entre ustedes, ella es tu abuela, Tae.