Bloody Attraction [KookTae]

13

Taehyung mordió con fuerza su labio inferior mientras veía como el mayor jadeaba lleno de sudor, con el torso descubierto debido a la actividad física que estaba realizando.

—¿Salir en la noche? — inquirió Seojoon con duda, su voz salió algo agitada al soltar los brazos de la máquina multifuerza que estaba usando para ejercitarse —. ¿Estás seguro que esa es una buena idea ahora? — encaró al rubio que se encontraba sentado sobre la escalera que guiaba al sótano, lugar donde él había improvisado una especie de gimnasio.

El menor inclinó levemente su rostro, detallando con sus orbes al contrario, para después pasar su lengua por la parte superior de sus dientes. No. Aquello posiblemente no era una buena idea dadas las circunstancias, pero era la excusa que le había dado a Jungkook cuando este lo descubrió husmeando en su casa, y contradecir sus palabras frente al vampiro, era algo que no quería. Sería ganar aún más su desconfianza.

Él debía aprovechar la cercanía que sentía el azabache hacia su persona para averiguar la razón del por qué tenía en su poder la daga de Leviatán, el príncipe del infierno que había declarado su eterno amor por él, pero estaba seguro, que si lo volvía a encontrar después de todo lo que había hecho, este no se detendría hasta terminar con su miserable vida.

El amor que una vez sintió Leviatán por él, a ese punto ya se habría consumido por completo, y reemplazado por un profundo odio y deseo de venganza. Negó levemente con su cabeza, volviendo su atención hacia el mayor. No tenía caso darle vueltas a ese asunto, al menos no en ese momento.

—Papi — se quejó, haciendo un mohín, disimulando la pequeña y traviesa sonrisa que amenazó con formarse en sus labios al ver como Seojoon tragó con fuerza —. Tú dijiste que querías que saliera, además, no iré solo. Jackson irá conmigo, y también el niñero que contrataste.

Seojoon se relamió los labios, dudando. Siempre era él la primer persona en querer darle un poco más de libertad a Taehyung, no obstante, dados los eventos recientes y el número de muertos que se acumulaban día tras día, le era imposible no preocuparse por los posibles peligros a los que se podría exponer el rubio si salía de casa, aunque esos mismos peligros podían encontrarlo a él sin necesidad ir al exterior. Era consciente de ello.

—Jackson ni siquiera está aquí — le recordó el mayor, tomando una toalla que estaba en uno de los fierros de la máquina que usaba para hacer ejercicios y secando con cuidado el sudor de su rostro.

—Pero volverá mañana.

Taehyung resopló. Su amigo se había ido tan pronto como él regresó de la casa del vampiro azabache, y ni siquiera le comentó algo al respecto, el muy idiota solo se fue con la excusa de tener que hablar con sus padres sobre algo urgente y luego le dijo que le contaría cuando regresara. Odiaba que lo dejara con la incertidumbre, y ni siquiera respondía el maldito teléfono. Solo esperaba que no se haya metido en problemas.

—No sé, Tae. Tengo mis dudas sobre tu salida, sobre todo si es en la noche.

Seojoon dejó salir un suspiro prolongado mientras se debatía en qué sería lo mejor para su hijo, estaba completamente seguro que si Eunha estuviera ahí ya habría dicho un gran y determinante «no». No obstante, él no era como la rubia. Él era demasiado débil y complaciente cuando se trataba de Taehyung.

—Por favor — Taehyung estiró su labio inferior, y unió sus dos manos frente a su rostro —. Nada malo pasará, ¿sí? Jungkook cuidará de mí.

Seojoon resopló. Debía confiar en que Taehyung estaría bien, no solo por la protección que le brindaría el vampiro que lo acompañaría, sino también por la sombra que siempre seguía al rubio. Sus ojos se entrecerraron durante unos segundos y luego asintió brevemente.