Bloody Attraction [KookTae]

16

Hace muchos años, hubo un tiempo en el que todos los seres convivían entre sí, el desconocimiento era su mejor aliado. Nadie sabía de la existencia de ángeles o demonios. Ante los ojos de cualquiera, todos eran humanos que compartían las mismas similitudes, ninguno era más o menos que el otro. Había paz.

Sin embargo, pronto los rumores sobre personas con habilidades especiales empezaron a esparcirse, y el desconocimiento pasó de ser un aliado, a ser el peor enemigo de todos.

A diario, los humanos inconscientes y llenos de miedo al creerse indefensos, asesinaban a personas que ellos consideraban peligrosas, cualquier acción rara era sentenciada con la muerte.

Acabaron con varios de su propia especie, ya que aunque los demás trataron de convivir con ellos, solo lo hicieron para divertirse, para jugar con sus mentes débiles, y tan pronto como la humanidad se volvió fastidiosa, ellos simplemente volvieron a sus dominios, donde estaban por encima de cualquiera. Burlándose de los ignorantes que creían poder contra ellos.

Mientras que los ángeles apreciaban las matanzas desde lo alto de los cielos, los demonios lo hacían desde las penumbras del averno.

Los humanos, cegados por el pánico, terminaron con prácticamente todo. Su entorno, sus familias, casi todo pereció. Hasta luego de algunos años, cuando la situación mejoró para ellos, pero para ese momento ya estaban sentenciados, ya habían cometido muchos errores. Y por eso ya eran inferiores, y la seguridad que gozaban desapareció, ya no eran merecedores de la misma.

Quedaron a merced de las criaturas de la oscuridad, los demonios tomaron ventaja de esto para divertirse con ellos. Desataron guerras, enfermedades, maldad, el mundo se tiñó de carmín. Y lo peor de todo es que no hicieron nada para evitarlo.

Los humanos eran idiotas, porque ellos confiaron en los demonios; y todos murieron.

[...]

Jungkook le dio una mirada escéptica a Taehyung cuando soltó esa última frase, bastante intrigante a su parecer, ya que parecía haber algo extraño en la forma que lo narró, como si él mismo hubiese presenciado toda la devastación aludida en su cuento.

—¿Hay acaso un mensaje oculto en tu historia? ¿Estás tratando de decirme algo? — inquirió el vampiro, regresando su atención al camino, dándole un lento giro al volante con sus dos manos cuando la vía se curvó, y luego dejando una sola sobre el mismo, mientras que dejaba la otra afirmada en la ventana abierta.

Habían iniciado su viaje juntos hasta Hopeless en el auto de Jimin, tal y como acordaron. Las calles estaban vacías, en el sendero no había nada llamativo o alguna otra persona que tomara ese rumbo, ni un solo ruido. Todo era bastante desértico. La luz del sol que resplandecía en el cielo se empezaba a tornar naranja debido al descenso del astro, dejando en su lugar un matiz de aquel color intenso que significaba la llegada del ocaso. Ya llevaba conduciendo por lo menos cerca de cinco o seis horas, y aún faltaba mucho más.

—No — el rubio sonrió con inocencia —. Solo quería hacer nuestro viaje más ameno con un poco de fantasía, soy un buen chico. Recuerda, tú mismo lo has dicho varias veces, yo soy un angelito.

Jungkook bufó, echándole otra corta mirada.

—A este punto dudo demasiado de eso, cada vez eres más parecido a un demonio traicionero.

Taehyung solo liberó una carcajada, y regresó su atención hacia el frente, viendo como avanzaban por un camino que parecía conducirlos a la nada.

Frente a ellos no había nada más que carretera, algunas rocas grandes y arbustos a sus costados. Si Angelical era bastante similar a un pueblo en retroceso, definitivamente Hopeless se había quedado en la prehistoria, y eso que aún ni siquiera llegaban.