Bloody Attraction [KookTae]

20

—Cuando dijiste que besarías mi tristeza pensé que te referías a besarme la polla o algo así.

Taehyung frunció el ceño antes de girar su rostro para observar con una sonrisa ladeada al vampiro, quien se encontraba acostado a su lado, con la cabeza girada en su dirección.

—¿Por qué pensarías eso?

Jungkook se encogió de hombros, lo mejor que la postura en la que estaba se lo permitió.

—Es algo que me quitaría la tristeza — aclaró con simpleza.

Taehyung exhaló una risa, sacudiendo su cabeza en negación con lentitud antes de regresar su vista a lo que estaba observando en un inicio.

Jungkook soltó un bufido, algo malhumorado.

Ambos estaban en la habitación del azabache, recostados sobre la cama. El vampiro esperaba un poco de "sexo sanador" luego de haber visto las condiciones en la que se encontraba su madre. No obstante, cuando llegaron a su habitación, Taehyung notó la cámara fotográfica que él en un descuido había dejado sobre la mesa de noche, y el humano, con su insistencia desmedida no dejó de molestar hasta que él terminó cediendo en mostrarle su contenido.

Taehyung parecía muy entretenido mientras deslizaba y veía las fotos. Había pasado bastante tiempo desde que comenzó a hacerlo y parecía no aburrirse. Esbozaba sonrisas o en ocasiones incluso soltaba risitas por ciertas fotos que Jungkook tenía de sus amigos haciendo gestos divertidos que le provocaban mucha gracia.

Jungkook se mantenía a su lado, sin poder quitarle la mirada. Sintiéndose muy atraído por el rubio.

Le asombraba lo normal que Tae podía verse en algunas ocasiones, sobre todo cuando no había alguien persiguiéndolo o tratando de encontrarlo para asesinarlo.

Aunque eso ya no debería de ser una sorpresa para él, después de todo, si algo tenía seguro en todo el tiempo que llevaba conociendo a Taehyung, era que nada de este podía sorprenderlo más, y que siempre debía esperar lo inesperado viniendo de alguien tan misterioso como lo era Taehyung.

—Wah, que buena fotografía es esta — los labios del rubio se curvaron hacia arriba en una genuina sonrisa mientras le mostraba al vampiro la foto mencionada.

Jungkook deslizó su mirada de los labios de Taehyung hacia la pantalla brillante de su cámara. Reconoció de inmediato el momento en que había capturado dicha imagen.

Fue una noche en la que había estado  con los demás chicos en la zona boscosa de Angelical. En la foto se mostraba el cielo estrellado, con algunos destellos fugaces; resulta que esa noche hubo inesperadamente una lluvia de estrellas. Había sido un momento bastante divertido con sus amigos. Casi mágico.

Era un recuerdo que le gustaba atesorar, después de todo, los buenos momentos se redujeron a partir de la noche que se convirtió en vampiro, perdió al amor de su vida y a su madre.

Aunque ella seguía en ese plano, su progenitora había perdido por completo la razón, y cada vez que lo veía se llenaba de miedo. Era como si ella ni siquiera estuviera ahí. Solo su cuerpo, como si fuera una coraza vacía, carente de un alma o de algún sentimiento.

Su atención regresó hacia Taehyung, quien lo observaba con los orbes brillantes y curiosos. Parecía que estaba esperando algo.

—Fue cerca del lago — habló brevemente.

Taehyung asintió, manteniendo una sonrisa sellada en sus belfos, y luego dejó caer su cuerpo de espaldas nuevamente sobre la cama, aunque en aquella ocasión su cabeza se apoyó casualmente sobre el pecho de Jungkook.