Bloody Attraction [KookTae]

17

Jungkook exhaló con pesadez, recostado en la amplia cama con un brazo bajo su cabeza mientras admiraba el techo oscuro del hotel en el que estaba. No tenía ni idea de cómo habían llegado hasta ese lugar. Por más que lo pensara no había forma de llegar a una respuesta clara frente a esa situación.

Taehyung simplemente tuvo que verlo con aquellos orbes brillantes que destilaban inocencia —la cual, él estaba muy seguro que era falsa—, y sus labios abultados en un pronunciado puchero, para luego prácticamente exigirle que busquen un lugar donde pudieran asearse.

Y aunque en un inicio trató de mostrarse renuente, en algún punto del viaje detuvo el auto frente a un hotel que se veía bastante descuidado y antiguo a un lado del camino. Ni siquiera tenían dinero para pagarlo, y tuvo que usar sus habilidades con el hombre de la recepción para poder entrar sin problemas. Y ese lugar tampoco parecía un hotel como tal, era más bien similar a una gran casa deteriorada con muchas habitaciones, incluso Jungkook se preguntaba si habían más huéspedes a parte de ellos, puesto que el establecimiento se ubicaba en medio de la nada.

También era consciente que estaban haciendo demasiadas paradas, retrasándose, y que aquel viaje no era uno de placer, sino más bien de sobrevivencia, pero por alguna razón que prefería no conocer, no pudo decirle que no al rubio tan intrépido e insistente. Eso fue algo que logró descolocarlo un poco.

¿Desde cuándo hacía todo lo que su amante de turno quería? Él no era un mandilón.

Soltó un suspiro y escuchó como el sonido de la ducha se detenía. Lo peor de todo era que Taehyung ni siquiera le había permitido ducharse con él.

Pasaron algunos minutos antes de que Jungkook escuchara la puerta abrirse, una de sus cejas se alzó al ver salir a Taehyung del cuarto de baño con una bata de seda blanca cubriendo su cuerpo y con el cabello húmedo.

—¿Trajiste un puto albornoz contigo?

Taehyung le echó una fugaz mirada llena de diversión al vampiro, y dedicándole una inocente sonrisa cuadrada se encogió de hombros levemente.

—Tengo que verme bien luego de un baño, incluso en un hotel de baja categoría como este — fue la vana respuesta del rubio, antes de voltearse hacia la ventana de cristal que quedaba justamente a un costado de la cama. La lluvia aún azotaba el exterior, en una esquina de la habitación se filtraba el agua, Taehyung arrugó la nariz cuando un ligero aroma a moho entró por sus fosas nasales. Desagradable —. Por cierto, ¿No pudiste encontrar un lugar mejor que esta ratonera?

Jungkook resopló.

—No, lo siento. No pude encontrar un palacio digno de usted, su majestad — respondió con irónico, rodando los ojos.

Taehyung rio sacudiendo la cabeza, para después acercarse hasta el pie de cama, donde había dejado su maleta. Jungkook se acomodó contra el espaldar de la superficie acolchada, observando minuciosamente, viendo como el rubio sacaba prenda tras prenda para usar en ese momento, una arruga se formó en su frente.

—¿Qué rayos? ¿En serio trajiste todo eso contigo? ¿Pensabas que estabas de vacaciones o qué?

Las comisuras de los labios del rubio se elevaron con gracia, y luego de dejar su ropa y una toalla perfectamente acomodada en un espacio sobre la cama, se sentó en el borde de la misma, encarando al vampiro.

—Ah~, pero qué divertido suena eso, ¿no? — Taehyung afirmó sus dos manos detrás de sí, apoyando sus palmas en la mullida superficie, ladeó el rostro y expandió su sonrisa, su vista siempre fija en el contrario —. De vacaciones en un hotel de mala muerte como si fuéramos una tierna pareja adolescente que escapa de sus padres.