♡Capítulo treinta y uno

8.9K 519 21
                                    

Termino de enfriar el cuerpo con la rutina en la clase, sé que no he dado la mejor versión de mí por este día, pero es que me es complicado estar enfocada cuando necesito saber los resultados de la improvisada audición. No hay tensión entre mis compañeras, creo que están un poco estresadas por algunos exámenes de la escuela.

Pero, conmigo es distinto. Las palmas de las manos me están sudando e intento quitarlo con discreción contra las mallas. La música se termina y puedo sacar todo el aire contenido en los pulmones.

¿Cuándo va a ser que Odette nos diga alguna palabra?

Por lo que Kaleth me dijo, es que la obra de su mamá ya está casi terminada. Solo falta una semana para que se termine el año, por lo que Odette nos va a dar unas breves vacaciones de dos semanas, y regresando, vamos a estar trabajando arduo en la coreografía, y yo como su asistente de otras clases, voy a tener que aprenderme todas.

Lo cual me emociona mucho, sobre todo, porque voy a estar en su casa, y me va a dar los detalles antes de tiempo.

—Chicas —llama la maestra, aplaudiendo—. Lo he analizado durante todo el fin de semana y parte de esta... —Tomo un gran bocado de aire.

¿Por qué guarda silencio más del tiempo necesario? Siento que no puedo con los nervios.

—Quiero decirles que he quedado cautivada por cada uno de sus bailes, por lo que la elección de la reina de las estaciones ha sido complicada de escoger—. Volvió a quedarse callada por unos segundos—. Así que he estado buscando una que me haya hecho transmitir emociones, porque los pasos de todas fueron impecables y estupendas.

Solo debería de decir el nombre.

¡Mi nombre!

Que estrés. Ni siquiera me doy cuenta de que me estoy mordiendo las uñas. Ya no soy capaz de escuchar el resto de lo que está diciendo, y ahora pasando duro la saliva que se me acumula de lo fuerte que aprieto los dientes.

—¡Jolene! —exclama con efusividad.

Tardo unos segundos en procesar lo que ha aclamado. Sin embargo, al hacerlo, brinco tan alto que creo que estoy a punto de golpearme la cabeza en el pecho, unos aplausos suenan al ritmo de mi regocijo.

Estoy incrédula, sí. Asimismo, lo esperé.

—¡Gracias! —chillo con un nudo en la garganta.

Camino hacia Odette, la envuelvo con los brazos como agradecimiento. Estoy tan sumida en mis propias emociones que no me percato de lo fuerte que estoy estrechando a la maestra, por lo que la suelto con sutileza, ensanchando la sonrisa.

—Prometo dar lo mejor de mí misma. —Mis dedos se entrelazan.

La maestra nos da permiso para irnos a cambiar para poder marcharnos, permanezco unos instantes más antes de ir al cuarto. Lo que presiento es una mirada intensa, estoy segura de que es la de Edith.

Al resto de las compañeras no les interesa este tema, porque lo hacen de hobbie. Por otra parte, Edith era quien veía esto como una carrera profesional, por lo tenía una mezcla de sentimientos.

—Felicidades, Jol —menciona con tranquilidad—. La verdad lo hiciste muy bien, creo que debí de agregarle más brincos, me gusta como en ningún momento te mueves y hasta creo que ni respiras durante toda la pieza.

Le regalo una sonrisa como agradecimiento, extiendo la mano, estrechándole el hombro, intentando consolarla, porque sé que la decisión que Odette tomó, le ha afectado un poco.

Tal vez ella también que fuera su nombre pronunciado.

—Estoy segura de que vas a tener más oportunidades para demostrar de lo que eres capaz de hacer. —Vuelvo a apretar su hombro antes de alejarme.

NefelibataWhere stories live. Discover now