Bloody Attraction [KookTae]

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Nota:

• Los vampiros en esta historia son como humanos, pero con ciertas habilidades distintivas.

• No todos los seres humanos pueden convertirse en vampiros u hombres lobo luego de ser atacado por uno, deben tener un gen especial para ello.

• Hay una mezcla de mitologías provenientes de diversas culturas.

• NO contiene incesto. Esta aclaración es útil al momento de leer el capítulo uno.

[...]

Bastaron dos embestidas más para que el pelinegro derrame toda su esencia en el látex, sintiendo como la castaña se aferraba a su espalda con fuerza, rasgándola con las uñas.

Luego de unos minutos, él ya estaba completamente vestido y listo para irse.

—Espero que podamos vernos de nuevo — dijo ella mientras se relamía los labios, aún desnuda sobre la cama.

Jungkook subió el cierre de su chaqueta de cuero negra, y le dio una vaga mirada.

—Claro, cariño — rio, sabiendo que no la volvería a ver más, para después salir de la habitación.

Suspiró cuando logró salir de la enorme casa, viendo su motocicleta estacionada en el mismo lugar que la había dejado el día anterior.

Amaba la sensación del aire contra su rostro, la adrenalina que recorría su cuerpo al aumentar cada vez más la velocidad.

Solo fue cuestión de minutos para llegar hasta su hogar; un complejo de residencias casi todas iguales para personas diferentes, entendiéndose por personas diferentes a los vampiros.

Angelical era una especie de ciudad aislada del resto del mundo, donde habitaban humanos y vampiros en armonía, o ese fue el proyecto inicial.

La realidad era muy distinta.

Ambas especies no se toleraban, y existía cierto grado de discriminación de parte de los humanos hacia los vampiros, a pesar de eso, nunca se habían presentado problemas graves entre ellos.

Jungkook no le prestaba mucha atención a esas estupideces, mientras tenga humanos de los cuales beber y follar, todo se podría ir a la mierda y él estaría bien.

Para él follar a los humanos era lo más divertido que podría existir, ver como sus expresiones pasaban de inocencia a lujuria cuando atravesaba sus sensibles pieles con sus colmillos, era sencillamente exquisito.

Escucharlos gritar porque no podían soportar las exigencias de su cuerpo, era tan delirante.

Cuando estacionó su motocicleta frente a su casa notó un gran camión de mudanzas estacionado en la residencia de al lado, varios hombres entraban y salían con diversos muebles.

Vecinos nuevos. Pensó. Realmente no le importaba en lo más mínimo saber que nuevo vampiro llegó para vivir en dicho lugar.

Sin embargo, cuando iba abrir la puerta de su casa, un exquisito aroma penetró sus fosas nasales, una placentera sensación recorrió su cuerpo, volviéndolo hambriento.

Se vio obligado a buscar al poseedor de tan agradable olor, y fue entonces cuando vio como una persona empezaba a bajar de un auto negro que estaba estacionado más adelante del camión de mudanzas.

Un bello ángel descendió del vehículo, luciendo completamente inmaculado. Jungkook sintió como su garganta se secaba y sus colmillos hormiguearon de inmediato.

Delicioso. Afrodisiaco. Sublime.

No pudo evitar relamer sus labios al detallarlo con lentitud.

Era un hermoso y exquisito rubio; sus cabellos rizados parecían hilos de oro que caían con gracia por su frente, su piel acanelada hacía un majestuoso contraste, sus ojos azules brillaban de forma incandescente incluso en la lejanía, se podía apreciar su fina cintura ceñida dentro de unos apretados pantalones oscuros que resaltaban su enorme, y atractivo trasero. En sus manos poseía una bola de pelos café, aferrada a su pecho. El joven observaba con una dulce sonrisa geométrica todo a su alrededor.

Era realmente una joya deslumbrante.

—¡Tae, ya entra a la casa bebé! — gritó una rubia desde el umbral de la puerta de la residencia contigua a la suya.

El rubio vio en dirección a la mujer, y sonrió para luego empezar a caminar hasta la entrada, y antes de ingresar volteó su rostro para ver al joven que estaba de pie en la puerta de la casa de al lado, había notado su intensa mirada; le dedicó una sonrisa sellada y luego desapareció en el interior de su nuevo hogar.

Al pelinegro le resultaba bastante extraño que quienes se muden a ese complejo de residencias sea una familia de humanos, ya que ellos detestaban vivir entre los "chupasangre", sin embargo él no se iba a quejar, y menos aún al ver que un miembro de esa familia era un ser tan majestuoso y excitante, el deseo de poseerlo surgió de forma instantánea.

Ver como sus ojos brillaban con inocencia le hizo imaginar diversos escenarios en los que ese brillo cambiaba por la lujuria, mientras se cernía sobre su cuerpo, dándole placer hasta enloquecerlo y no dejar nada de raciocinio en su sistema.

Jungkook sonrió de forma lasciva, mordiendo su labio inferior mientras asentía e ingresaba finalmente a su casa, fantaseando con aquel ángel que acababa de ver.

Posiblemente, las cosas se pondrían interesantes en ese lado de Angelical.