IMPORTANTE: LA HISTORIA DETRÁS DE LA HISTORIA. POR FAVOR, ÉCHALE UN VISTAZO.

11.9K 365 105
                                    


  Los que me conocéis sabéis que empecé a escribir hace mucho tiempo, de forma anónima en la red y con diversidad de perfiles (la mayoría masculinos). Rassen era un proyecto en el que empecé a trabajar hace veinte años. Lo abandonaba y lo retomaba por etapas, porque, por mi condición de contable y agente comercial, no me sentía en el derecho de dedicarme a las letras, ni de ser leída. El tiempo me enseñó que todos tenemos valiosas experiencias vitales que aportar, y que nuestra profesión, sexo y todos esos largos etcéteras que nos dividen, no deben limitarnos a la hora de hacer algo que nos ilusiona; algo en lo que creemos y que podría ser bueno para otras personas.

Rassen me permitió conocer vuestras vidas, vuestras inquietudes, sueños y preocupaciones, y yo, que por lo natural soy empática, me sentí muy unida a algunos de vosotros de forma inmediata. Tengo mil anécdotas vinculadas a estas páginas, algunas mucho más sorprendentes y aterradoras que los naga, o que las pesadillas de la protagonista. Otras, tan hermosas como el descubrimiento del amor incondicional de la familia, de los amigos o de la pareja.

Puse muchas excusas mientras subía, capítulo a capítulo, esta historia, porque no podía ser del todo sincera con vosotros cuando me preguntabais por qué había cambiado el ritmo o porqué no contestaba a vuestros mensajes. Os iba dejando pistas y solo quienes por aquel entonces estaban pasando por lo mismo supieron leer entre líneas.

Me brindaron su apoyo y buscaron el mío. Como pudimos, nos ayudamos a levantar el vuelo de nuevo, aunque no fue nada fácil. Cuando parece que lo tienes todo en contra es muy difícil ser optimista y sentir algún tipo de emoción positiva. La tendencia a abandonarse, cuando todo se ha salido de control y no nos vemos capaces de redirigirlo a nuestro favor, es casi mecánica.

Cuando empezasteis a leerme, a recomendar mis escritos e incluso a interceder por mí ante editoriales, obtuve algunas propuestas para publicar. Yo, que en ese momento no entendía nada de este mundillo, pedí opiniones a diestro y siniestro. La mayoría de los entendidos me recomendó publicar con una editorial pequeñita, pero con buena gente, que me ofrecía corregir mi novela y ponerla a la venta, si cedía mis derechos sobre ella y hacía algunos cambios sin importancia. Un 5% sobre las ventas y el compromiso de asistir a los eventos que requirieran mi presencia (haciéndome cargo de mis gastos). Era más que suficiente para mí.

No os mentiré; me planteé hacer esos cambios en el texto (que sí eran importantes, porque eliminaban el principal motivo por el que empecé a escribirlo y lo convertían en un cliché). Me dije a mí misma que no era Cervantes, y que, en otra ocasión, con otra novela, podría defender todo eso en lo que creo y que me mueve a escribir. Sí, mis principios estaban de saldo. Pero la vida sabe cómo ponerte en tu lugar y a dos semanas de tomar la decisión, mi mundo entero se sacudió y se puso patas arriba. Perdí de forma inesperada y abrupta a dos familiares muy queridos. Enfermé, y al poco tiempo me informaron de que, al igual que otras mujeres de mi familia, podía tener una enfermedad bastante fea y en estado avanzado (al final no fue tal, pero pasaron meses hasta que lo supe). Pero lo que me destrozó el corazón fue enterarme de que, para no hacerme sufrir más, una de las personas que más quiero en el mundo me había ocultado que estaba siendo acosada en su instituto. De hecho, nunca llegó a decírmelo. Lo supe en el mismo momento en el que el doctor que revisaba sus heridas le dijo que no eran fruto de ningún accidente deportivo, y le advirtió que tendría que operarse de urgencia.

Fue una auténtica odisea salir de aquello sin perder la razón, sin darle rienda suelta a los deseos de venganza, sin sucumbir a la tristeza. Como comprenderéis, la publicación de Rassen dejó de ser algo importante para mí, por lo que, siguiendo el consejo de mi familia, que solo quería que tuviera una ilusión y pensara en cosas positivas, acepté publicarla en la editorial por mecenazgo que me habían buscado. Como seguía sintiéndome indigna de llamarme escritora, pensé que al no recibir apoyos el proyecto moriría, y podría seguir con mi vida, y con mi amargura, sin pensar en nada que no fuera que pasaran los días sin más tragedias. Me equivoqué: mis seres queridos, conocidos y amigos, me brindaron el apoyo necesario y buscaron a extraños que también lo hicieron. Todos se volcaron en Rassen, sin saber que todo su esfuerzo solo serviría para mostrarme que los malos son minoría y que tengo la suerte de estar rodeada de personas maravillosas.

Los editores me prometieron que se harían cargo de todo, un contrato verbal en el que confié. Solo diré que miréis vuestros libros aquellos que llegasteis a comprarlos; la novela se imprimió tal cual yo la había estado escribiendo de madrugada. Me enteré de que no recibiría una corrección, a menos que pagara un dinero del que no disponía, poco tiempo antes de su presentación. Mientras intentaba darle la vuelta a mi situación personal, de nuevo con la ayuda de mis seres queridos y amigos, intenté corregir lo que pude. Pero no había tiempo, y ninguno de nosotros era profesional (tampoco es fácil ver fallos de trama cuándo cada persona se encarga de corregir un determinado número de capítulos).

Creedme, he omitido muchas cosas feas de aquellos días. Si os cuento esto no es para victimizarme o para ganar vuestra compasión, es para que veáis que sigo aquí, con ganas de vivir, de luchar, de arrasar con todo aquel que se interponga en la felicidad de mis seres queridos. Y si yo pude salir de aquel pozo, vosotros podéis. Eso me lleva al siguiente punto: desde hace años colaboro con mis escritos en diversas causas benéficas, pero en este último he decidido centrarme en la lucha contra el bullying/acoso escolar. Así que, si necesitáis algunas pautas o simplemente hablar, estoy aquí, dispuesta a ayudaros a volar de nuevo y a poneros en contacto con las personas que más saben del asunto y que os orientarán de forma gratuita: hispaniasuma.org y noalacoso.org

Al margen de todo esto, he decidido retomar la escritura creativa y pausar mis colaboraciones por una temporada, para darle a Rassen esa dignidad que de algún modo le robaron y para emprender otros proyectos del estilo. Espero que me apoyéis, una vez más, como ya lo hicisteis en su momento.

GRACIAS INFINITAS POR ESTAR AHÍ, POR VUESTRO CARIÑO Y POR TODA ESA LUZ QUE ME ENVIÁIS EN CADA MENSAJE, EN CADA RECUERDO...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 21, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

RASSEN IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora