𝑺𝒐𝒚 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐.

Epílogo 1

Tae-soo llegó a la cafetería con Kang Se-hun, emocionado por su primera cita en mucho tiempo, sólo para descubrir algo inesperado.

—Así es como saben los macarrones.

Estaba delicioso cuando estaba embarazado, pero ahora solo mordió la mitad y no quiso más.

Después de enjuagarse la boca con el Americano, Tae-soo miró los macarons con asombro. Incluso cuando se comió los donas que le pidió a Kang Se-hun que le comprara en el hospital, pensó que sólo estaban bien.

Kang Se-hun se ofreció a darle de comer, creando una atmósfera dulce como el azúcar espolvoreado sobre la dona, pero el sabor era regular. En ese momento, pensó que no tenía apetito porque estaba en el hospital y su cuerpo aún no se había recuperado, pero ahora lo sabe con certeza.

No me gustaban los dulces.

Pensé que mis gustos habían cambiado porque me convertí en Yoon Tae-soo, pero volví a mi gusto original.

—Si es difícil de comer, ¿por qué no lo dejas?

Al ver la expresión seria de Tae-soo, Kang Se-hun murmuró mientras comía su ración de macarrones.

—A hyung le gusta.

—Um... yo tampoco puedo comer dulces.

Luego, se metió el resto del macaron en la boca. Me preguntaba si no podía comerlo bien. Parece que el macarrón masticable se está derritiendo en su boca….

—¿Quieres que te diga cómo comer bien?

—¿De verdad tienes que llegar tan lejos para comer esto?

¿Realmente necesitas concentrarte en los macarons? Si no te gustan los dulces, no los comas.

Al mirar el macarrón que dejó, Tae-soo pensó. Si le vuelve a gustar este macarrón, ¿no sería una señal de que va a tener a su segundo hijo?

—¿Recuerdas cuando comíamos y parábamos en una cafetería todos los días?

Tae-soo solo asintió.

—En aquel entonces, siempre olías dulce. Era dulce cuando me besabas. ¿Sentí como si estuviera comiendo algodón de azúcar?

—....qué quieres decir.

—Voy a calmar ese arrepentimiento con estos macarrones.

Después de decir eso, Kang Se-hun tomó el macarrón que había dejado Tae-soo y se lo comió.

—Cuando lo dices así…

Tae-soo tomó silenciosamente un macarrón nuevo. ¿Entonces te estás comiendo estos macarrones en ese sentido?

—Empiezo a pensar que una nueva perversión no está tan lejos.

—Piensa como quieras. Voy a comer macarrones recordando ese momento.

Cuando Kang Se-hun tomó un macarrón nuevo con una sonrisa relajada, Tae-soo se lo quitó.

—¿Por qué?

—No te fuerces a comer.

Estaba bueno, pero se lo quité porque no lo comía porque estaba delicioso.

—No me importa.

Kang Se-hun agarró la mano de Tae-soo y se la llevó a la boca como si estuviera presumiendo. Tae-soo frunció el ceño mientras observaba los macarrones y sus dedos entrar juntos.

El deslizamiento de su lengua por sus dedos fue intencionado. La lengua húmeda y resbaladiza seguía chupando sus dedos. Este pervertido.....

Tae-soo miró a Kang Se-hun con desaprobación y sonrió suavemente como si se le hubiera ocurrido una idea. Al mismo tiempo, Kang Se-hun se detuvo por un momento. Quizás se dio cuenta de lo que había hecho.