Capítulo 5

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No tuve valor para levantar la vista y ver quién era. No había pensado en ello desde la mañana en que nos separamos. No, para ser sincero, a veces pensaba en ello. Lo consideraré como un acontecimiento, preguntándome por qué nos reunimos aquí. Tae-soo soltó el botón y dio un paso atrás. No forzaría el cierre de las puertas del ascensor, pero si el hombre no entraba, la puerta se cerraría. De todos modos, quería evitarlo.

[La puerta se está cerrando]

La puerta del ascensor se movió junto con el sonido del anuncio. Mirando el campo de visión cada vez más estrecho, Tae-soo supo que el hombre no subiría. Si seguían por el mismo camino, tal vez la próxima vez que nos encontremos.......

La puerta volvió a abrirse y Tae-soo levantó la mirada. Cuando sus ojos se cruzaron con los de Kang Se-hun, se dio cuenta de que le había estado observando todo el tiempo.

Kang Se-hun entró en el ascensor. Luego, miró un poco más a Tae-soo y se dio la vuelta.

Las puertas del ascensor se cerraron, dejándolos solos en el pequeño espacio. Tae-soo se acarició la nuca para tranquilizarse, pero de repente el aroma que percibió de Kang Se-hun le tocó los nervios.

El aroma refrescante parecía entrar en mi nariz y permaneciendo en mi pecho mientras continuaba oliéndolo. El movimiento del aroma resultó ser puro y honesto.

《Es bueno.》

Era un aroma que pensé que era bastante bueno en ese momento. Así que pensé que no podía olvidarlo, pero hoy reconocí al hombre primero por su olor. Me pregunté qué tipo de perfume llevaría, pero luego me di cuenta de que podía ser feromonas. Aquí, las feromonas mismas son reconocidas y aceptadas como olores.

Tae-soo levantó disimuladamente el brazo y lo olfateó. Dijo que era Omega, así que supuse que podía olerlo. Ahora que lo pienso, me pregunto por qué no se me había ocurrido antes oler mis propias feromonas.

《¿Mmm?》

Tae-soo inclinó la cabeza. No podía oler nada más que un suavizante de telas. ¿Entonces no soy Omega? Pero ese día definitivamente estuve en celo.......

—Yoon Tae-soo.

El cuerpo de Tae-soo se estremeció ante la pequeña pero estruendosa voz. Cómo eran los únicos en el ascensor, Kang Se-hun lo llamó.

—Simplemente iba a ignorarte.

La voz de Kang Se-hun, ni alta ni baja, resonó suavemente en el reducido espacio. No quise concentrarme en su voz, pero extrañamente, todos mis nervios estaban dirigidos hacia él.

—Pero hay algo que me incomoda.

Las cejas de Tae-soo se elevaron. Digamos que es posible pretender no conocerse después de verse por primera vez en mucho tiempo. Incluso en ese momento, nos despedimos como si no hubiera una próxima vez porque nos involucramos por casualidad. Pero, ¿hay algo que le incómoda? Se siente como cuando me aferré al cuerpo de ese hombre.

—¿Tienes algo que decirme?

—Creo que tengo algo que escuchar.

—¿Crees que responderé obedientemente?

De ninguna manera. Tae-soo no quería alinearse con el estado de ánimo del hombre que tenía delante. No, no tenía que hacerlo. No estaba en posición de preocuparse por Kang Se-hun cuando ni siquiera era una persona cuya vida dependiera de ello, como Kang In-hyuk o Seo Da-rae.

—Oh, sí. Así es. Lo recordé.

Kang Se-hun actuó como si hubiera recordado algo ante la dura respuesta de Tae-soo.

𝑺𝒐𝒚 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐.Where stories live. Discover now