Calcomanía (Novela 1)

Від Lily_delPilar

2.1M 332K 374K

En el año 1978, dos jóvenes se enamoran en tiempos de dictadura. Uno de ellos es orgullosamente gay y oposito... Більше

Sinopsis
Parte I
1: 1
1: 2
1: 3
1: 4
1: 5
1: 6
1: 7
1: 8
1: 9
1: 10
1: 11
1: 12
1: 13
1: 14
1: 15
1: 16
1: 17
1: 18
1: 19
1: 20
1: 21
1: 22
1: 23
1: 24
1: 25
1: 26
1: 27
1: 28
1: 29
1: 30
1: 31
1: 32
1: 34
1: 35
1: 36
1: 37
1: 38
1: 39
1: 40
1: 41
1: 42
1: 43
1: 44
1: 45
1: 46
1: 47
1: 48
1: 49
1: 50
1: 51
1: 52
1: 53
1: 54
1: 55
1: 56
1: 57
1: 58
1: 59
1: 60

1: 33

24.4K 5.2K 6.2K
Від Lily_delPilar

33

Febrero, 1979.

La habitación de Xiao Zhen era grande y vacía. Había un escritorio contra la pared, un librero repleto y una cama pequeña, nada más. No había decoración, ni cuadros, ni siquiera una lámpara bonita de noche que le diese dimensión y calidez a aquel cuarto. Era como un cascarón triste y vacío, carente de sentimiento. Liú Tian se moría por llevar sus pinceles y pinturas y darle algo de vida, dibujarle un gran mural de múltiples colores que lo hiciese comprender de que no tenía que por qué ser esa fachada tímida y reprimida impuesta por su padre.

Deseaba hacerle ver lo hermosa que podía ser la vida cuando se vivía. Y Xiao Zhen no lo hacía. Se parecía demasiado al Liú Tian de diecisiete años que intentaba ocultar su homosexualidad en un pueblo donde todos se conocían, convirtiéndose en una persona carente de personalidad al perderse a sí mismo.

Xiao Zhen se sentía como el Liú Tian del pasado.

Reprimido.

Y tal vez solo e incomprendido.

Girándose en esa cama que aún compartían, apoyó la mano bajo su mejilla mientras sentía el escozor horrible y doloroso en sus costillas y pierna, a pesar de que Xiao Zhen ya le había dado un analgésico para que amenguase el sufrimiento.

—Carlitos —susurró, su cabeza yendo hacia adelante para bajar todavía más su voz—, ¿por qué tu habitación no tiene nada tuyo?

El desconcierto brilló en su mirada. Xiao Zhen se movió contra la almohada para ganar distancia. Sus ojos ahora recorrieron las paredes blancas y desnudas del cuarto al escritorio vacío y por ese librero que no contenía ninguna novela de su gusto personal. Ninguna historieta regada por ahí, nada que identificase a ese sitio como la guarida de un adolescente.

—Me gusta el orden —finalmente respondió.

—Una cosa es el orden y el gusto por lo minimalista, pero aquí nada te representa, nada en ese cuarto dice Carlitos, solo Charles.

Xiao Zhen se quedó desorientado unos segundos, totalmente perdido ante una simple pregunta que debía tener otra simple respuesta.

—Está mi ropa —balbuceó tras un rato.

—No tienes nada en tu escritorio, nada en las paredes, nada en tu mesita de noche. Las mantas de la cama son oscuras y los libros que tienes son de política y estrategia militar. ¿Dónde están tus historietas de Marvel? Me dijiste que te gustaba Iron Man, ¿dónde están entonces tus cómics?

Los párpados de Xiao Zhen bajaron para ocultar su mirada. Liú Tian quería acurrucarse contra él y besarlo, decirle que entendía su confusión, su manera desapegada de ver el mundo porque, tal vez, estaba perdido dentro de sí mismo ante su intento desesperado por cumplir las órdenes de un padre represivo.

—Los leo en una tienda del centro —confesó.

—¿Y nunca te has comprado uno?

—A mi padre no le gustan los superhéroes.

—A mí me parecen fascinantes —aseguró Liú Tian con una sonrisa amable—. En mi casa coleccionaba las historietas de Tales of suspense. Y tengo el número treinta y nueve.

El chico se vio sorprendido, Tian quería premiarse por eso.

—¿Es la primera...?

—Sí, es el primer tomo en donde aparece tu héroe Iron Man. —Sacando una mano de entre las mantas, peinó los cabellos de Xiao Zhen que caían por su frente de la misma forma que Xiao Zhen lo hizo con él la noche anterior—. Cuando vaya a visitar a mi familia, te lo traeré de regalo.

—¿Es en serio, gege?

Asintió con solemnidad, su cabello fregándose contra la almohada.

—Te lo prometo.

Xiao Zhen parecía no entender todavía que Liú Tian sería capaz de darle todo si tan solo se lo permitiese.

Si tan solo se diese cuenta...

—Ahora bien —continuó Liú Tian con duda—, ¿no te gustaría algo de color en este cuarto?

La vista de Xiao Zhen se perdió en alguna parte del techo.

—Mi padre no me dejaría —respondió en un suspiro.

—Tu padre no tendría por qué saberlo.

Volteó el rostro hacia él, ambos separados por no más de treinta centímetros. Se quedaron observando sin decir nada, ninguno de los dos realmente hablando de pintura.

—Puedo hacer que esto mejore —susurró Liú Tian.

Su mano tocó la punta de la nariz de Xiao Zhen.

—¿Mejorar...? ¿Cómo esto podría mejorar algún día?

Liú Tian comprobó la puerta cerrada, uno de sus tímpanos todavía no funcionaba demasiado bien por lo que no podía confiar en el silencio que percibía en la casa. Cuando habló, su pobre corazón latía con tanta intensidad que dolía.

—Sé cómo te sientes.

Le acarició el cabello. Xiao Zhen cerró los ojos y adelantó su cabeza para profundizar el contacto. De pronto, solo veinte centímetros los separaban.

—Sé lo que es sentirse reprimido, Xiao Zhen. Y solo.

El flequillo de Xiao Zhen, que ahora le iba desordenado, le caía por su frente cubriéndole la mitad de la mirada. Al lamerse los labios, Liú Tian quedó pendiente de aquel movimiento nervioso.

—¿Hay una manera de sentirme menos solo, gege?

Liú Tian tragó saliva, sus dedos todavía enredados en el cabello de Xiao Zhen. Notó, entonces, lo cerca que estaban. Era una distancia tan pequeña que no le costaría nada reducirla. Cómo se moría por acortar el espacio entre ambos para besarlo, para ser besado, para que ambos se besasen, ahí, en esa cama pequeña donde sus cuerpos podrían rozarse ante el mínimo movimiento.

Pero cuando sus latidos iban tan fuertes que podía sentirlos y se movía para acortar la distancia, Xiao Zhen habló.

—Lo siento, gege, pero no quiero ser como tú.

Y ese latir enloquecido desapareció de la nada. Sus manos quedaron agarrotadas y tiesas en medio de la caricia. Se apartó con confusión, los ojos abiertos y dolidos.

—Carlitos...

—No quiero tener que emborracharme para sentirme vivo —continuó Xiao Zhen—. Ni tener que besarme con desconocidos para sentirme querido.

Liú Tian se apartó herido.

—Eso se llama vivir, una palabra que tú al parecer desconoces.

—Yo estoy vivo —replicó Xiao Zhen—. Solo que no quiero vivir una vida como la tuya. No quiero ser cazado en la calle como un animal.

Tomando asiento en el colchón con el costado doliéndole, Tian apuntó el cuarto carente de sentimientos. Sus emociones erráticas y el dolor en su corazón explotaron con una intensidad que opacaba su dolencia física.

—¿Pero esto es vida para ti, Xiao Zhen? Porque yo solo veo una cáscara vacía.

La respiración le salía en jadeos fuertes cuando logró apartar las mantas y ponerse de pie apretando los dientes. Cojeó hasta el centro de la habitación y esperó.

Xiao Zhen tomó asiento en la cama y jugó con sus dedos, no lo observaba.

—Creo que es mejor que te vayas, gege. No escucho a papá hace una hora.

Liú Tian apretó los puños a los costados.

—¿A qué le tienes miedo? —quiso saber, pasando saliva con dificultad.

Xiao Zhen se puso de pie y fue hacia la puerta. Le sacó el pestillo y comprobó el pasillo. Luego, pasó por su lado para ir hasta el ropero y sacar algunas prendas que le tendió.

—¿Tanto miedo le tienes a tu padre? —insistió.

—Debes limpiarte la herida dos veces al día —le dijo.

Pero Liú Tian continuó sin moverse.

—No puedes vivir toda tu vida con miedo, Charles.

Xiao Zhen hizo una mueca y sacó una muda de ropa para sí mismo.

—Te estoy hablando, ¿qué...?

En ese momento, el chico se giró hacia él.

—¿A qué le tengo miedo, gege? En este momento, solo a ti.

Y con eso último, se encerró en el baño.

Por mucho que Liú Tian lo esperó por minutos completos sentado en la cama, Xiao Zhen no salió. Finalmente regresó a su casa cojeando y llorando, ni la noche anterior se había sentido así de miserable como esa mañana. Y es que Charles acababa de cerrar una puerta que Liú Tian posiblemente nunca lograse volver a abrir.


Продовжити читання

Вам також сподобається

2.3K 324 14
Peleas amorosas y eventos afortunados... ¿Quien será capaz de seder primero? ¿Darías una nueva oportunidad? Pareja principal: Kotakak Pareja secundar...
15.3K 1.4K 19
SNK | AU! Moderno. Pareja principal: Eren x Emilian [OC/Personaje Original de mi Autoría.] (Créditos de la portada a su respectivo artista.) Todos lo...
12.4K 471 2
_ Mamita... no me dejes aquí...- dijo la niña asustada. En medio de aquel bosque oscuro y aterrador. _ No tengas miedo confía en mi pequeña, sólo esp...
11.5K 1.4K 11
• Jeon jungkook tiene una enfermedad llamada Xerodemia pigmentosa, la cual no le permite exponerse mínimamente al sol o tendrá graves afectaciones e...