Lena estaba empezando a amar los sábados. Odiaba los sábados. Eran su archienemigo. No podía trabajar y cada vez le recordaban lo dolorosa que era la soltera, pero ahora pasaba la madrugada en el parque de la ciudad con su novia y su cachorro. Eran las 8 de la mañana y Lena de alguna manera había sacado a Kara de la cama y tomaron un café para llevar y un pastel de desayuno (o varios en el caso de Kara) y estaban en el parque. Lena estaba sentada en un banco mirando a Kara correr detrás de Lola. Intentaban enseñar el concepto de búsqueda. Ella había entendido todo el recorrido y lo consiguió y lo trajo de regreso, pero lo dejaría a un kilómetro de distancia de ellos o haría que Kara luchara con ella. Por eso Kara había sido empujada por la espalda mientras intentaba sacar la pelota de tenis de la boca de Lola.
"Hazle cosquillas detrás de la oreja", le dijo Lena, Kara lo hizo y ganó, extrayendo la pelota. Lola empezó a huir preparándose. Kara tenía la costumbre de arrojarlo muy lejos. Esta vez no fue la excepción y Lena tenía miedo de que Lola fuera a chocar contra una mujer muy mayor, pero Lola se levantó de un salto y la agarró antes de que pudiera. Era una cachorra muy rápida y ágil con una pequeña adicción a la pelota, nada se interpuso en su camino para conseguir esa pelota lo antes posible.
¡Lola! ¡Tráelo de vuelta!" Gritó Kara. El cachorro se quedó feliz de jugar con él al otro lado del césped. "¡Lola!" Kara llamó, silbando y golpeándose las rodillas para intentar que se corriera. Lena se rió levemente y la exasperación de Kara cuando la periodista comenzó a caminar por el césped hacia Lola. Kara logró agarrar la pelota de inmediato cuando alcanzó a Lola y se escapó dejando al cachorro sin más remedio que perseguirla. Kara corrió hacia Lena, agachándose detrás del banco. Lola sacó los mejores ojos de cachorro, saltó para sentarse en el banco junto a Lena y se enfurruñó en su regazo.
"Lo siento, cariño," Lena sonrió ante el puchero de Kara, rascando a Lola detrás de las orejas. Kara se sentó y dejó que la pelota descansara en el banco. Lola lo notó de inmediato y lo agarró, saltó del banco y comenzó a correr. Sintiendo que Kara no la seguía, se detuvo y miró a su alrededor. Dejó caer la pelota de su boca y se sentó con ella frente a ella, sacando los ojos de cachorro más grandes que jamás hayas visto. El corazón de Lena se rompió un poco. "Espera", puso una mano en el brazo de Kara mientras comenzaba a levantarse y sacó su teléfono, tomando una foto rápida del cachorro.
"Me tendrá haciendo esto todo el día si me mira así", hizo un puchero Kara.
"Ahora sabes cómo me siento, Supergirl", susurró Lena la última parte, presionando un beso prolongado en los labios de Kara antes de dejarla ir y tomar la pelota, lanzándola para que Lola fuera a buscar.
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Una hora más tarde y su novia se quejaba de hambre, Lena volvió a abrochar la correa de Lola y se fueron a la tienda cerca de su casa, para comprarle un bocadillo a Kara y algunos elementos esenciales: leche, pan, mantequilla y bocadillos para el almuerzo del juego; la falta de ella es la principal causa de la salida matutina improvisada. Era una locura pensar que hace tan solo unas semanas no había tiendas ni gente. Kara obviamente estaba pensando lo mismo porque cuando estaban a solo un par de cuadras de su bloque de apartamentos (le encantaba esa palabra 'su', cada vez que se le ocurría, el corazón de Lena se hinchaba), se volvió para ver a su novia mirando hacia ella con orgullo inconfundible y amor grabado en su rostro.
"¿Qué?" Lena se rió de su novia.
"Solo pensando en cómo mi genial novia salvó al mundo", sonrió Kara. Lena se sonrojó y empujó juguetonamente al costado de Kara.
"Detente", se quejó.
"No", se rió Kara, "porque eres un genio que salvó al mundo ya mi novia".
"No me gustan los cumplidos", Lena se sonrojó, presionando el botón del ascensor.
"Así que no te gusta cuando te digo eso", entraron al ascensor, "Eres un genio hermoso, asombroso, inteligente y brillante que salvó al mundo varias veces y que mereces ser reconocido por ello. Kara sonrió.
"Me hace sentir incómoda", Lena se sonrojó, saliendo corriendo del ascensor con una risa tan pronto como se abrió. Corrió al apartamento, arrojó su bolso y se quitó los zapatos antes de salir corriendo de Kara y entrar en su habitación, enterrándose debajo de las sábanas. Escuchó la risa de Kara mientras entraba en el apartamento, sus llaves fueron arrojadas a un lado, Lola soltó la correa, la comida se guardó y luego Kara se acercó al dormitorio.
"Hola", estaba muy obviamente encima de Lena, muy cerca de sujetar sus muñecas
"Hola", chilló Lena, asomando la cabeza por el edredón y lamentándose por lo sexy que se veía su novia, sus músculos se ondulaban mientras mantenía la posición de flexión. Lena se fue a alejar y luego Kara se inmovilizó las muñecas, con una mirada interrogante en su rostro que comprobó si estaba bien.
"Sabes que debes acostumbrarte a recibir cumplidos", sonrió Kara, mientras se inclinaba para besar a Lena.
"¿Yo debería?".
"Definitivamente deberías, porque nunca lo soy", Kara presionó un beso rápido en la mejilla de Lena, "Nunca", se movió hacia la otra mejilla de Lena, "Voy a dejar de decirte lo increíble que eres", susurró Kara el último bit contra sus labios, su aliento bromeando como fantasma sobre la piel. Lena solo asintió y se movió para poder encontrarse con los labios de Kara en un beso apasionado. Kara se fundió con ella y Lena hizo lo mismo, pero consciente del tiempo, les dio la vuelta y separó sus labios de los de Kara.
"Tenemos gente que vendrá pronto", sonrió y Kara hizo un puchero.
"¿Por qué acordamos un almuerzo de juego?" Kara gimió.
"Maggie tiene un turno de noche en la comisaría, vamos", Lena se sentó en la cama y jaló a Kara con ella. Se bajó de su regazo, pero Kara volvió a caer sobre la cama.
"No quiero", se quejó.
"Una porción entera de potstickers solo para ti", sonrió Lena.
"Dos,".
"De ninguna manera,".
"Uno y medio,".
"Nop".
"Uno y un abrazo", preguntó Kara, incorporándose un poco.
"Siempre puedes tener un abrazo", sonrió Lena cuando Kara se puso de pie y la atrajo hacia uno. Ella se derritió en sus brazos. Cada vez que olvidaba lo relajados que la harían sentir los abrazos de Kara. Apretó la cara contra el cuello de Kara y respiró. Realmente amaba estos abrazos.
"Te amo", sonrió Kara.
"Yo también te amo", susurró Lena, presionando un beso en su cuello. No fue sexual, solo una señal de afecto. Finalmente se separaron y Kara tomó la mano de Lena, llevándola a la sala principal del apartamento donde comenzaron a organizar todo listo para los invitados.
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"¡No te beses! ¡No te beses! ¡No te beses! ¡No te beses! " Gritó la voz familiar de Alex mientras entraba al apartamento, con los ojos cubiertos. Maggie entró detrás de Alex, sacudiendo la cabeza en señal de disculpa.
"No te preocupes, no lo estamos", le sonrió Lena a Kara que estaba al otro lado de la habitación. Justo cuando Alex comenzaba a descubrir sus ojos, Kara corrió hacia Lena y la besó.
"Ustedes dos son los peores", gritó Alex mientras Maggie se reía. Lena apartó los labios de los de Kara y pasó un brazo alrededor de la cintura de Kara.
"¿Quién es el peor?" Nia preguntó mientras ella y Brainy entraban.
"Esos dos", Alex negó con la cabeza, iba a sacar una cerveza del refrigerador y le pasaba una a Maggie. "¿Alguien más quiere algo?" ella preguntó.
"Nada alcohólico para mí", sonrió Kara. Nia y Brainy estuvieron de acuerdo mientras Lena también tomaba una cerveza. Como había dicho Alex, "los extraterrestres" tenían limonadas. Ruby se unió a ellos cuando ella y Sam entraron, mientras Sam también tomaba una cerveza. Winn y J'onn entraron, trayendo los pedidos chinos y de pizza con ellos, diciendo que se encontraron con el repartidor y entre ellos abajo. Cat y Carter llegaron a continuación, una nueva adición a los juegos a pedido de Lena. Consiguieron sus diversos alimentos, los potstickers iban bastante rápido. Lena tomó una bandeja de potstickers de Alex y se las dio directamente a Kara.
"¡Oye!" Alex se enfurruñó.
"Me los gané", sonrió Kara, abrazándolos contra su pecho.
"Esto te impidió entrar en mucho más que besarnos", se rió Lena, tomando asiento junto a Kara y pasándole los potstickers. Alex gimió y tomó un gran trago de cerveza.
"Realmente los odio a los dos", murmuró.
"Solo prepárate para ser destruida de nuevo", sonrió Lena, tomando su pieza favorita del monopolio. Estaban jugando en equipos de nuevo: Kara y Lena, Maggie y Alex, Brainy se había ido con Carter cuando se metieron en un furioso debate sobre ciencia y necesitaban terminarlo, Nia y Cat, Sam y Ruby y J'onn y Winn. Con mucho, el equipo más fuerte era Brainy y Carter, pero el cerebro y la competitividad de Lena le dieron una ventaja y la competitividad de Alex y la necesidad de recuperar su dignidad le dieron una ventaja similar. Sam y Ruby fueron expulsados rápidamente, así como J'onn, Winn, Cat y Nia. Terminaron jugando con Uno a un lado, Nia y Kara furiosamente competitivas.
"Kara, estás en mi equipo, lo sabes", le dijo Lena a Kara mientras ganaba otra ronda de Uno.
"Estamos destruyendo ambos lados de esta manera", sonrió Kara, comiendo alegremente otro potsticker, "Y tú eres mucho mejor que yo".
"¡Decir ah!" Winn colocó una camioneta dos encima de las camionetas dos que Ruby, Sam y Cat habían dejado, lo que significa que Kara tuvo que recoger ocho. "No te distraigas con tu novia".
"Oh, en serio", sonrió Kara, sacando una carta de su mazo.
"Noooo," gimió Nia. "¡Eso es malvado! ¡Recoge diez! ¡Todos ustedes son realmente malos! ".
"Todo es justo en el amor y la guerra", sonrió Winn mientras Nia contaba las diez cartas.
Brainy y Carter terminaron ganando Monopoly para disgusto de Lena y Alex, afortunadamente, la moderación era algo que ambos eran capaces de ejercer el autocontrol alrededor de Carter mientras sabían que Alex amenazar a Brainy no era algo que hubiera ido particularmente bien en el pasado. . Pasaron a jugar a Settlers of Catan, que Cat y Carter ganaron por un margen sorprendente después de ganar la tarjeta de visita más larga de Kara y Lena en los minutos finales del juego.
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"Kara, ¿puedes cortar las setas por favor?" Preguntó Lena, arrepintiéndose por enésima vez de ofrecerse a ayudar a Kara a aprender a cocinar lasaña mientras doraba la carne en la sartén.
"Bien, pero el objetivo de cocinar es comer la comida", argumentó Kara, comiendo otro trozo de hongo.
"Detente", Lena apartó la mano de Kara y se llevó su tabla de cortar, pasándole una diferente. "Pica las zanahorias en su lugar". Kara hizo un puchero, pero usó su supervelocidad para comenzar a picar las zanahorias. Incluso Lena tuvo que admitir que Kara podía manejar un cuchillo de manera experta, un efecto secundario del entrenamiento de Supergirl y de pasar su vida creciendo con Alex. Lena añadió el puré de tomate y el pimiento y la cebolla a la salsa boloñesa y luego las zanahorias y los champiñones antes de dejarlo cocer con un cubo de caldo. La salsa blanca fue la siguiente, una de las cosas más molestas y difíciles de hacer, así que Lena puso a Kara en la tarea de rallar queso, lo que significaba que Kara comía mucho queso mientras rallaba.
"La comida es para más tarde", la reprendió Lena de nuevo.
"Pero sabe tan bien", sonrió Kara, sosteniendo un trozo de queso para que Lena lo tomara. Lena se lo comió a regañadientes antes de sacrificar su cordura en una pelea por quitarle el queso rallado a Kara para poder comenzar a preparar la lasaña. Los ojos de cachorro eran casi imposibles de manejar y eso y el labio inferior que sobresalía solo empeoraron cuando Lena le dijo que tardaría cuarenta minutos en cocinarse.
"Hay mucho que podríamos hacer con cuarenta minutos," Lena sonrió sugestivamente, envolviendo sus brazos alrededor del hombro de Kara e inclinándose para darle un beso prolongado. Kara tarareó pensativa y atrajo a Lena para darle otro beso, levantándola. Lena chilló y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Kara y profundizó el beso. Kara se apartó y miró a Lena por un segundo.
"Mira el final de Killing Eve", sonrió Kara, caminando hacia el sofá. Lena saltó de Kara y se sentó en el sofá.
"Suena bien", acercó a Kara a su lado y comenzó a transmitirlo desde su teléfono a la televisión.
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"¿Qué? ¡Eso es! ¡Nos dan eso y luego lo dejan! " Gritó Lena.
"Sé todo ese contenido de Villaneve y luego. ¡Bam! ¡Nada! ¡Ni siquiera un abrazo! " Kara se unió y tomó el teléfono de la mano de Lena antes de arrojarlo al televisor.
"¡Se merecen mucho mejor!".
"¡Lo sé! ¡Son el final del juego! ".
"No lo entiendo. ¿Por qué los programas de televisión tienen miedo de convertir a dos mujeres en un canon tan obviamente enamorado?
"¡Gracias!".
"¡Está bien, Villanelle es una asesina pero es víctima de sus circunstancias!".
"¡Está haciendo lo que cree que es mejor para sobrevivir!".
"¡Precisamente!".
"¡Y obviamente a ella ya no le gusta matar tanto!".
"No diría que es una psicópata".
"Ella es un sociópata". El temporizador del horno sonó, sacando a la pareja de su perorata. "¡Comida!" Kara sonrió y corrió hacia la cocina, sacando la lasaña del horno. Lena miró su rostro sonriente y se dirigió a la cocina. Era oficial a Lena realmente le encantaban los sábados.