Escape: Zack ©

By MariaLuna16

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Una novela sobre un amor rodeado de peligro, adicciones y persecución mafiosa. Zack es un chico que vive una... More

ADVERTENCIA
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70- Final.
Epílogo
Especial Extra
Agradecimientos
Secuela- Escape: Brooke.

Capítulo 15

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By MariaLuna16

Brenna

La actitud que Zack había tomado frente a mis cuestionamientos de las cosas que son de su pasado, no lo esperaba, pero de alguna forma me daba miedo que él quiera hacer lo mismo conmigo. Me tomó por sorpresa que el de una manera indirecta me dijera que le gusto.

Ahora estaba en el hospital, había pasado por un ataque de pánico que duró más de lo que me gustaría, quizás para Zack fueron algunos minutos, yo lo sentí como horas, sentía que la garganta se me achicaba y solo pensaba en que pasaría si Jenna me dejara sola en este país que no conozco muy bien, no sabría qué hacer.

Zack me ayudó bastante, él estaba tan nervioso, sé que no sabía que hacer conmigo teniendo un ataque de pánico, pero al final supo cómo actuar, nunca me había tranquilizado por mi cuenta, sin nada de medicamentos.

Pasaron a Jenna a una habitación para mantenerla en observación, ella no lucía bien, tenía una venda alrededor de su frente, y algunos que otros cortes en sus brazos. Me siento a su lado en la cama y ella solo me da una sonrisa de lado.

—¿Cómo estás? —le pregunto mientras tomo su mano.

—Un poco adolorida —susurra aún sin dejar ir esa media sonrisa. Como puede, ella me cuenta lo que sucedió, una Jeep impactó contra su coche y lo último que recuerda es a una mujer llamar a emergencias.

Quien se encargó de llevar a mi hermana al hospital ni siquiera tuvo las agallas de hacerse responsable. Antes de que Jenna pueda decir algo más, unos golpes en la puerta la interrumpen y luego veo a Zack entrar a la habitación.

—¿Cómo estás Jenna? —Se ve tan tímido en el umbral de la puerta, le hago ademán con las manos para que entre.

—Con un dolor de cabeza insoportable —responde Jenna casi en un murmuro.

—Me imagino —Es lo único que dice y se queda parado frente a la camilla.

—Gracias por cuidar de ella —Jenna puede estar conectada a tubos, con una venda en la cabeza y poca energía, y aun así es capaz de decir algo para avergonzarme frente a Zack.

—Yo sé que te gusta, es raro que un chico malo se preocupe por alguien que conoce hace poco —¿De dónde saco ella energía para hablar?, Zack solo la mira con el ceño fruncido.

—¿Cómo que chico malo? —pregunta Zack ignorando por completo el resto de lo que ha dicho mi hermana.

—Te he investigado y no es que tengas un lindo historial guapo —Ahora yo soy la que está confundida, solo veo a Zack ponerse pálido y con cara de preocupación.

—Estoy bromeando, pero, ¿por qué tan asustado? —le pregunta Jenna y hace un intento de risa, si esta algo nervioso.

—Por un momento pensé que sabias de mis carreras ilegales, bueno ahora lo sabes —Me toma por sorpresa su comentario, y no es mentira, el hizo una carrera conmigo detrás de él, no imagino cómo será sin mí.

—Algo de adrenalina no le vendrá mal a Brenna —Jenna intenta reírse, pero termina quejándose. Zack torna su rostro de juguetón a preocupado. Por suerte mi hermana no continúa con sus comentarios que me tienen bastante nerviosa, no quiero pensar que otras cosas podría decir estando totalmente sana.

Nos quedamos hasta el anochecer, Zack compró algo de comer para los dos, mientras que Jenna tuvo que comerse lo que las enfermeras le trajeran y con eso los medicamentos.

Jenna insistió en que me fuera a casa y descansara bien, si ella está bajo observación las enfermeras entraran a la habitación cada cinco minutos y yo no podría dormir, lo cual se perfectamente. Antes de que pueda salir junto a Zack, ella lo llama.

—¿Puedes quedarte con Bren?, no quiero que esté sola —le pide a Zack, creo que es mejor que me quede con ella a ir a casa de Zack, estoy segura que ella cree que él vive con sus padres por eso lo dice.

Obviamente Zack acepta, el contento con tenerme en su casa toda la noche y parte de la mañana. Durante el camino hacemos una parada en mi casa, y llegamos a la suya en cuestión de minutos.

Es la segunda vez que me quedaré en su casa, no me quejaba, pero me daba un poco de miedo, todo y nada puede pasar. Voy directo hasta la habitación de huéspedes y me cambio la ropa por una pijama larga, nada de pantalones cortos y blusas con escote. Encuentro a Zack hablando por teléfono en la sala, así que le hago señas desde el umbral para saber si puedo pasar.

—Madre, no quiero hablar con el —dice a mi lado, obviamente está hablando con su madre.

—Si mamá, iré a casa cuando tenga tiempo —dice mientras pone los ojos en blanco, imagino a su madre con el cabello totalmente negro como el de Zack, y elegante. Zack cuelga la llamada y vuelve su mirada a mí, me da un beso en la frente y toma mi mano.

—¿Te sientes mejor? —cuestiona mientras acaricia más manos. Yo solo asiento y el imita mi acción. Zack apaga las luces y cierra todo, me acompaña hasta la habitación y lo último que escucho de su parte es unas buenas noches.

Sí que estoy bastante cansada, y la cama es demasiado cómoda, recuesto la cabeza de la almohada y siento como poco a poco caigo en los brazos de Morfeo. No es hasta que escucho un ruido en la ventana, me siento en la cama con el corazón acelerado, bastante asustada.

¡Crash!

Desde la cama doy un vistazo hasta la ventana y no hay nada, pero entonces escucho un disparo proveniente de afuera; antes de que pueda salir de la habitación ya Zack está adentro.

—¿Brenna, estás bien? —Está tan alarmado como yo. Tiene una mano en la cintura y saca la cabeza por la ventana.

—Zack, no... —El me detiene a media frase cuando levanta la mano en señal de que cierre la boca.

—Mierda, maldita sea —Es lo único que le dice, no sé qué ha visto pero ha salido corriendo escaleras abajo, abre la puerta de golpe y sale de la casa, no me atrevo a bajar los tres escalones que faltan por miedo.

—¿Zack? —preguntó casi en un susurro, tengo el corazón acelerado, estoy muy asustada aún no sé cómo no he tenido un ataque de pánico.

—¡Que no entres a mi casa joder! —vocifera Zack desde el exterior de la casa, seguido de eso un chico rubio entra a la casa con un arma en las manos, por instinto subo dos escalones más.

—¡Maldición! —cuando Zack entra noto que se guarda algo entre sus pantalones de chándal.

—Hola de nuevo preciosa —me asusto aún más cuando el rubio insinúa que nos hemos visto antes, ahí es cuando su mirada me hace recordar, la fiesta de Liam, él era quien me estaba vendiendo drogas.

—Brenna, ve arriba —me pide Zack con un tono de voz diferente al que he escuchado hace minutos.

—No te muevas linda —El chico me apunta con su arma y yo solo levanto mis manos temblorosas, escucho a Zack maldecir.

—Tranquila Bren, no tengas miedo, yo estoy aquí —él se coloca a un lado del chico que me apunta, que debe estar borracho, solo quiero que esto termine rápido.

—Tienes que dejar de irrumpir en mi casa de esa manera, no me metas en tus líos, baja esa pistola si no quieres tener problemas serios conmigo —lo amenaza Zack, el chico no le hace caso, pero Zack le arrebata la pistola de las manos con facilidad y la coloca en la sien del rubio a su lado.

¿Qué demonios está pasando?, es evidente que Zack lo conoce y eso me asusta un poco más, creo que tendré otro episodio y dudo que Zack pueda tranquilizarme esta vez.

—En problemas vas a estar tu Majid, y lo sabes —Zack lo obliga a salir de la casa y me hace señas para que me quede donde estoy, lo que él no sabe es que no tengo intenciones de ir a ningún lado. Cierra la puerta detrás de él y yo me acerco para escuchar lo que hablan.

—¿Qué crees qué haces disparando en mi casa?, que sea la última vez que me traigas tus problemas aquí, ¿acaso no sabes que hay cámaras en las calles de toda esta cuadra? —demanda Zack.

—Bueno, parece que el chico te conocía porque venía directo para tu casa a esconderse de mí, no tuve otra opción que dispararle —Zack está ahí afuera hablando con un criminal, vendedor de drogas que acaba de correr detrás de alguien para terminar disparándole, y él lo trata como si no fuera algo alarmante, debió llamar a la policía, aunque sé que la policía se enterará pronto.

—Arregla tus asuntos lejos de aquí Jack —escucho el cerrojo de la puerta abrirse, así que me muevo de mi lugar para volver a donde Zack me dejó.

—Arregla el tuyo, que no se enteré —¿que no se entere quién y de qué?, Zack entra a la casa y cierra la puerta con pestillo.

—No te asustes Bren, es un idiota que desgraciadamente conozco —Él se acerca a mi lentamente, no quiere que yo le tenga miedo, porque evidentemente él sabe cosas, un ejemplo claro es cómo le ha quitado el arma y la ha usado en contra del tal Jack.

—¿Por qué no llamaste a la policía? —es lo primero que pregunto cuando él llega a mi lado. Se peina el cabello antes de responder.

—Me hubiera matado si lo hago, pero tranquila, puedes dormir conmigo si tienes miedo —él toma mi mano con la suya y el frío de sus manos hace que de un brinquito. Yo solo asiento, no quiero dormir sola para nada, a pesar de que Zack está bastante cerca, prefiero tenerlo a mi lado, en caso de que ese chico quiera volver.

Aun me sorprende lo ordenada que esta su habitación, su cama es lo suficientemente grande como para que durmamos los dos sin problema alguno, a un lado de ella el closet con puertas de vidrio.

—Puedes dormir en la cama, yo dormiré en el piso —me dice mientras busca cobijas entre su armario.

—De ninguna manera —le digo al mismo tiempo que me cubro con las sábanas, lo mejor es que huele a Zack.

—¿Estas segura? —le doy un asentimiento de cabeza en señal de que no hay problema en que duermas a unos metros de mí, si intenta algo se algunos mecanismos de defensa, de igual forma dudo que el intente algo. Zack se acomoda a mi lado y ambos mantenemos nuestra distancia.

—¿Lo habías visto antes? —susurra Zack en la oscuridad que nos rodea.

—Intentó venderme drogas en la fiesta de Liam, ¿seguro que no tienes nada que ver con eso? —tomo el valor de preguntarle.

—Solo lo conozco y ya, no te preocupes de ello, no volverá a pasar algo cómo eso, yo te cuidaré —por el tono de su voz sé que se está quedando dormido.

A pesar de que sé que el oculta algo, no le tengo miedo por lo que acabo de ver, solo me cuestiono que es eso que él no quiere que yo sepa y que incluso teme que yo lo sepa.

Se nota que no es la primera vez que maniobra una pistola, pero puede significar cualquier cosa, puede que su padre sea militar y le haya enseñado, o que Zack haya aprendido cómo mecanismo de defensa; también puede significar que sea amigo y no sólo conocido de ese chico y él lo haya metido en eso de las drogas, espero y no sea el caso.

De todas formas, lo averiguaré.

***

Zack no se tomó la molestia de despertarme, solo espero que no se haya ido a la escuela y me haya dejado allá en su casa. Me levanto sigilosamente, miro la hora en el reloj de Zack y son las ocho de la mañana, bajo casi corriendo al baño con la ropa que me pondré en manos.

No escucho nada, lo que quiere decir que Zack ha salido de la casa, en cuanto termino de ducharme, salgo en busca de él y efectivamente no está en la casa, reviso mi móvil para ver si ha enviado un mensaje y efectivamente.

Zack 7:15

Bren, volveré a casa pronto, estoy dando la excusa en la escuela, no te vayas.

Ha salido hace una hora, hace rato que debió volver, organizo mis cosas para irme directo al hospital, antes de que pueda dar un paso más para bajar las escaleras que dan a la cocina, escucho la puerta abrirse, es Zack, no me ha visto pero yo si a él, trae dos cafés en la mano derecha y una funda en la otra.

—Buen día —lo saludo mientras camino hacia él. Me sonríe y deja en mi mano un de los cafés.

—No sé cómo te gusta, así que lo traje negro —no digo nada sobre ello y le hago saber que tenemos que ir al hospital cuanto antes, pero él insiste en que debemos desayunar, no sé qué trae en la bolsa y me da curiosidad.

—¿Dormiste bien? —pregunta al mismo tiempo que cuelgo el bolso de mis hombros. Le respondo con un simple si, dicho eso salimos de su casa. Antes de llegar al hospital hago una parada en mi casa, busco ropa cómoda y presentable a mi hermana.

Jenna se ve mucho mejor que ayer, ya no está tan pálida, y tiene una sonrisa de oreja a oreja, Zack solo la saluda y se va de la habitación, no va a dejarme aquí sin despedirse. No le menciono a mi hermana lo qué pasó ayer, no hace falta que ella se preocupe por eso ahora.

Hago todo el trámite para que le den de alta, el proceso se hace algo largo, lo bueno es que Zack se ha encargado de dar la excusa en la escuela, aun así, llamo al instituto para hacerles saber. No quiero tener problemas, nunca me ha gustado ser irresponsable con los estudios.

El doctor revisa que todo está bien con Jenna, le receta algunos medicamentos para las heridas y finalmente ya podemos irnos.

Mientras termino de ayudar a Jenna a ponerse una camiseta, alguien entra a la habitación, supongo que se trata de Zack, pero Jenna no estaría tan feliz de verlo, me doy la vuelta y ahí está un chico alto, de ojos verdes y cabello castaño se dirige a nosotros, es Logan, el novio de Jenna, ese que solo he visto en fotos, es mucho más guapo y alto en persona, tiene muy buen cuerpo, y se ve tan maduro.

—Me dijeron que una tal Jenna estaba en esta habitación —Me quito del frente de mi hermana para que ellos puedan saludarse. Él es estadounidense, pero Jenna lo conoció aquí en Londres, pero no estaba en la ciudad desde hace más de tres meses.

—¿Estas mejor? —susurra al mismo tiempo que la estrecha entre sus brazos, me siento algo incomoda aquí. Cuando terminan de saludarse Jenna nos presenta, obviamente ambos nos conocemos por fotos, pero nunca hemos hablado más que un hola.

—¿Ya nos podemos ir a casa? —él toma las cosas de Jenna y me sonríe antes de dejarme pasar delante de ellos.

—¿Y Zack? —pregunta Jenna mientras nos subimos al ascensor. No estaba fuera de la habitación, no puedo creer que se haya idos sin siquiera avisarme. Solo me encojo de hombros en respuesta a mi hermana. En cuanto salimos del hospital lo primero que veo es a Zack con un cigarro entre sus dedos y su móvil en la oreja.

—No, mi horario es después de clases —escucho que dice.

—Joder, estaré ahí en minutos, ¡no me apresures maldita sea! —Cuelga el teléfono y después de dar una calada sacude el cigarro haciendo que las cenizas caigan al piso.

Él se percata de nuestra presencia cuando llegamos a su lado. Logan lo mira con notable sorpresa, se ha dado cuenta que este es el Zack por el que mi hermana acaba de preguntar, estoy segura que ahora mismo quiere preguntar quién es, pero no lo hace por cortesía.

—Pensé que te habías ido —le digo. Odio que el fume delante de mí, no me importa que lo haga, lo molesto es que lo haga frente a mí, esto es que lo que menos me gusta de él.

—No te dejaría sola sin despedirme, deberías saberlo —A pesar de que ve que Jenna acaba de salir del hospital, siquiera hace un ademán para apagar ese estúpido cigarrillo. Se hace un silencio incómodo entre nosotros, por suerte Logan interrumpe.

—Yo soy Logan Reed, pareja de Jenna, ¿tú eres? —Logan tiende su mano y Zack lo mira con los ojos entrecerrados.

—Solo Zack —estrechan sus manos y seguido de eso él se lleva el cigarrillo a la boca. Logan me mira y luego a Jenna, ¿Qué estará pensando?

—¿Vienes con nosotros Brenna? —asiento con la cabeza, no me iré con Zack, tengo que cuidar a Jenna.

—Adelántense —les digo sin mirarlos. El me hace saber que su coche es el jeep azul, y finalmente nos dejan solos.

—¿Tienes que estar fumando en este momento? —pregunto con el ceño fruncido.

—Solo tienes que pedirme que deje de hacerlo —La verdad no sé cómo es que soporta fumar tan temprano. Dejo atrás ese asunto y le hago saber que iré con Jenna a casa.

—Yo igual tengo que hacer algo ahora —Finalmente el termina de fumar.

—¿Cosas del trabajo? —me atrevo a preguntar a pesar de que no le gusta hablar de ese tema. Zack asiente en repuesta, y se despide de mí con un rápido beso en los labios, no esperaba que lo hiciera, pero me gustó que no le importara.

—Te veo luego, por cierto... —él se voltea sobre sus talones y se acerca a mí una vez más.

—No menciones lo qué pasó anoche, ¿sí? —besa mi frente y solo se va en su moto. Debe saber que no tenía intención de hacerlo, pero que él se asegure que no le diga a nadie, me hace pensar que está protegiendo a ese chico por alguna razón importante. 

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